23.9.16

Conde del Valle Súchil (Plaza del)

Escudo de armas de Súchil, localidad del estado de Durango (México)
(Autor: Yavidaxiu)

Entre las calles de Arapiles, Rodríguez San Pedro y Alberto Aguilera. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Arapiles. 

Nuestra plaza, una alargada franja ajardinada que rompe un tanto la cuadrícula del Ensanche por la zona de Arapiles, se fue formando poco a poco, primero la parte meridional, es decir, entre las calles de Rodríguez San Pedro y de Alberto Aguilera, y más tarde el resto, que ocupa terrenos que en su día pertenecieron a las grandes cocheras de tranvías que hubo por esta zona. Tampoco andaba muy alejado el cementerio General del Norte, uno de los abiertos por José Bonaparte en beneficio de la higiene ciudadana y también uno de los primeros en desaparecer tras su clausura en 1884. 

Lleva el nombre de un alcalde de Madrid, José María de Garay y Rowart, tercer conde del Valle Súchil, nacido en la localidad onubense de Calañas el 16 de octubre de 1869, que asumió el mando de la villa, siendo teniente de alcalde, por orden real el 22 de marzo de 1922. A pesar de que solo fue alcalde durante unos meses (hasta el 18 de diciembre) y que su modo de designación hizo que la oposición fuese feroz, consiguió ganarse la simpatía popular por el celo que demostró en el fomento de la instrucción pública en Madrid. Además, también se le ha de recordar por el impulso que dio al segundo tramo de la Gran Vía, al que se dio el nombre de Pi y Margall. Fue varias veces diputado por Madrid y por Palencia y senador vitalicio; llegó a ser vicepresidente de esa cámara. Murió en Madrid el 11 de septiembre de 1940.

9.9.16

Conde de Xiquena (Calle del)


Foto CC BY-SA Carmen Voces

Entre las calles de Prim y de Bárbara de Braganza. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Justicia. 

Poca historia tiene nuestra calle, de la que nuestros cronistas de cabecera indican que en su día se llamó de los Reyes Alta, aunque lo de “alta” yo no lo encuentro en el plano de Texeira sino aplicado a la perpendicular del Almirante, que allí se llama del Escurial alta. Sea como fuere, con el tiempo cambió su denominación por la de calle de las Salesas, al ir a parar justo al monasterio de ese nombre. El 12 de julio de 1901 el Ayuntamiento decidió que recordase a José María Álvarez de Toledo y Acuña, primer conde de Xiquena, que nació en París el 6 de agosto de 1838. Varias veces diputado y senador, presidente del Consejo de Estado, dos veces ministro de Fomento, dice con acierto Répide que seguramente lo que movió al Concejo a dar su nombre a esta vía fue su etapa o, mejor dicho, sus etapas como gobernador civil de Madrid (1881-83 y 1885), en las que según D. Pedro llevó a cabo su actuación “más popular y conocida”. Murió en Madrid el 18 de agosto de 1898.

2.9.16

Conde de Toreno (Plaza del)


El VII Conde de Toreno, por Manuel San Gil y Villanueva
(Museo del Prado, Madrid)

Entre las calles de Amaniel, Reyes, Álamo y San Bernardino. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Universidad.

Esta minúscula placita, apenas un ensanchamiento entre las calles de Amaniel y San Bernardino, lleva en el plano de Texeira el nombre de plaza del Gato. Le venía este apelativo de la época en la que esta zona era salvaje, un coto de caza en el que cierta vez se cobraron un gran gato montés cuya piel, a modo de trofeo, fue expuesta en una cabaña, lo cual dio al paraje el apelativo de Montecillo del Gato y más tarde, al levantarse casas, se convirtió en plazuela. Sin embargo, más adelante cambió de denominación y pasó a conocerse como plaza de las Capuchinas. La razón fue el convento que hubo aquí durante muchos años, en el lado de la calle de San Bernardino. Fue fundado en 1617 en la calle del Mesón de Paredes y diez años más tarde se trasladó aquí. Perduró hasta finales del año 1976, cuando desapareció, no sin polémica, para dar paso a edificios de viviendas y las monjas se trasladaron a Alcobendas.

Desde el 11 de abril de 1890 la plaza mudó su nombre para ser dedicada al VII conde de Toreno, José María Queipo de Llano y Ruiz de Sarabia, que nació en Oviedo el 26 de noviembre de 1786. Formó parte de las Cortes de Cádiz y fue uno de los principales impulsores de la Constitución de 1812, lo que le valió el exilio a la vuelta de Fernando VII, en 1814. Durante el Trienio Constitucional volvió a España y llegó a ser presidente de las Cortes, pero en 1823 hubo de exiliarse de nuevo y no regresó hasta la amnistía dictada por María Cristina a la muerte de Fernando VII. Fue ministro de Hacienda y luego presidente del Gobierno entre junio de 1834 y junio de 1835. En 1840 volvió a París, donde había pasado gran parte de su exilio, y allí murió el 16 de septiembre de 1843. Répide indica que su palacio madrileño estuvo muy cerca de esta plaza, en la calle de San Bernardino; es probable que más bien se refiera al del marqués de Santa Cruz, que aún subsiste, si bien convertido en edificio de viviendas.

Una placa que se puede contemplar en la fachada del Instituto de Enseñanza Secundaria “Cardenal Cisneros” que da a esta plaza nos recuerda que allí estuvo la casa en la que vivió los primeros años de su estancia en Madrid el gran jurisconsulto y pensador asturiano Gaspar Melchor de Jovellanos.