28.11.14

Carnicer (Calle de)


Entre las calles de Bravo Murillo y Tenerife. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de Bellas Vistas.

Estrecha y rectilínea calle de ese barrio que ya hemos visitado varias veces, el que queda a la izquierda de la antigua carretera de Francia, esto es, la calle de Bravo Murillo. Calle la nuestra que aún conserva algún edificio bajo de ladrillo visto y en la que encontramos otros de aspecto más burgués, especialmente el que hace esquina con Bravo Murillo y cuyos bajos están ocupados por una enorme sucursal bancaria.

Está dedicada al músico Ramón Carnicer y Batlle, que nació en la localidad leridana de Tárrega el 24 de octubre de 1789. Empezó sus estudios musicales en su ciudad natal y los prosiguió en la Seo de Urgel y en Barcelona. En aquella ciudad llegó a ser director del Teatro de la Santa Cruz. Viajó a Italia, donde se impregnó del estilo operístico entonces en boga, el rossiniano, que fue el que él mismo adoptó para sus composiciones. Se exilió tras el final del Trienio Constitucional y a su vuelta, en 1827, se estableció en Madrid. Aquí asumió la dirección de los teatros de la corte, siguió componiendo óperas y, cuando se creó el Conservatorio, ocupó desde el primer momento la cátedra de composición y, más adelante, su dirección. Murió en nuestra villa el 17 de marzo de 1855. Como curiosidad, hay que indicar que es el autor del himno nacional de Chile, siendo el único americano compuesto por un músico que jamás pisó el Nuevo Mundo.

22.11.14

Carnero (Calle del)


Foto: Basilio

Entre la Ribera de Curtidores y la calle de la Arganzuela. Distrito 1 (Centro). Barrio de Embajadores.

Ya aparece, aunque sin nombre, nuestra calle en el plano de Texeira, aunque su configuración no era igual a la que hoy tiene. Se llamó calle Nueva antes de ser denominada tal y como en la actualidad la conocemos. Hay dos leyendas explicativas del nombre de la calle. Una dice que era aquí donde los aforadores de la villa rifaban un carnero cuando llegaba la festividad de San Lorenzo. Los aforadores eran los funcionarios que se encargaban de tasar las mercancías para calcular lo que se debía tributar por ellas.

Una segunda tradición enlaza directamente con la narrada al hablar de la calle de la Cabeza. Se dice que tras el horrible suceso acaecido en esa calle, la gente no quería comprar más carneros en el Rastro, y los comerciantes allí establecidos pidieron permiso para trasladar sus carnicerías a nuestra calle, con lo que quedó con el nombre de todos conocido.


14.11.14

Carmen (Plaza del)


Fachada del Teatro Madrid
Foto: Tamorlán

Entre las calles de la Salud, Tetuán, San Alberto, Tres Cruces y Abada. Distrito1 (Centro). Barrio de Sol.

Vale para la explicación del nombre lo dicho en la calle anterior. Al desaparecer el convento del Carmen se abrió el terreno y se creó esta plaza. En principio la ocupó un mercado que aquí se trasladó desde el final de la calle de la Montera, hoy es un espacio despejado, con la peculiaridad del puentecillo que sortea la entrada del aparcamiento subterráneo que horada su subsuelo.

Dos teatros dan a esta plaza, uno activo, otro tristemente cerrado. Uno es el Muñoz Seca, en el número 1, llamado primero “Salon Chantecler”, y, desde 1922, “El Dorado”. En 1928, la célebre Consuelo Portela, la “Chelito”, se convirtió en su empresaria y en 1930 pasó a ser conocido con su nombre actual. El otro, el teatro o cine Madrid, exhibe aún su monumental fachada en la esquina sur con la calle de la Salud, abandonada a su suerte.

A finales del siglo XIX se estableció aquí un frontón, el llamado Frontón Central, que no solo se ocupó de la pelota vasca, sino que también llegó a ser conocido como sala de conferencias, de baile, de boxeo y como cinematógrafo, uno de los pioneros en la capital. Desde 1906 pasó a llamarse sala Kursaal y en los años 20 del siglo pasado se convirtió en cine, ya con el nombre de Madrid. No cesó en su actividad durante la guerra civil; de la primera posguerra es la monumental fachada que da a nuestra calle, obra del arquitecto César de la Torre. Durante 1943-45 funcionó como teatro, aunque de inmediato volvió a ser cine. En 1979 lo transformaron en un multicine con cuatro salas; esto, como se sabe, es la antesala de su cierre, que se produjo en 2002. Desde entonces el edificio se encuentra abandonado y, lamentablemente, cada vez más deteriorado.


7.11.14

Carmen (Calle del)


w:en:Creative Commons

Foto: Luis García (Zaqarbal)

Entre la Puerta del Sol y la plaza del Callao. Distrito 1 (Centro). Barrio de Sol.

Situada en uno de los puntos comerciales más transitados de la villa, tal vez aún sea aplicable lo que hace casi un siglo decía Répide de nuestra calle: “La calle del Carmen, que queda como una segundona de la de Preciados y parece servir para aliviar a esta de la pesadumbre del tráfico excesivo…” Y es que es cierto que pasarse a esta calle desde la vorágine de su paralela es a veces un motivo de relajación, lo cual no quiere decir que no tenga sus propios y concurridos comercios, aunque no con la masificación que exhibe la otra.

Debe su nombre al convento que hubo aquí, del que subsiste la iglesia. Fue el regidor Luis Gaitán de Ayala el que le dio este apelativo en 1579; unos cuantos años antes aún era campo, parte de las propiedades de don Juan de la Victoria Bracamonte, tan citado por aquí, aunque el crecimiento de la villa había hecho que empezasen a surgir casas por la zona. Una de ellas se convirtió, al parecer, en mancebía, hacia 1541, y fue causa de una de tantas leyendas piadosas madrileñas. Parece ser que como reclamo tenía este burdel una figura femenina ricamente vestida cuyos brazos accionaba un individuo de baja estatura metido bajo los amplios faldellines. Cierto día pasó por allí uno de los miembros de la orden de los Mínimos que había fundado en 1568 Bernardino de Obregón, que al ver el muñeco creyó que era una imagen de la Virgen que estaba sufriendo, por tanto, espantoso agravio. Fue su primera intención entrar a comprarla, pero al no tener dinero caviló y caviló y finalmente decidió poner el asunto en manos de la Inquisición. Esta, que no se andaba con chiquitas, mandó al quemadero a las mozas de partido y al bajito que accionaba la imagen, la cual pasó al Ayuntamiento, donde la veneraron como “Nuestra Señora de Madrid”. Finalmente, acabó en el Hospital General. Es la que hoy se encuentra en la parroquia de San Vicente Ferrer, en la calle de Ibiza, a donde fue trasladada desde el dicho hospital en 1968; posiblemente tiene una historia mucho menos legendaria, con origen en Toledo, donde se labró a finales del siglo XVI y posteriormente se llevó a Madrid digamos que “de incógnito”, incluso serrando algunas de sus partes para mejor esconderla.

Quiere contar la tradición que, tras la eliminación de la casa de lenocinio, unos frailes carmelitas deseasen crear un nuevo convento en Madrid, algo que por entonces no estaba permitido según cédula real. Sin embargo, nuestro conocido Caballero de Gracia adquirió los terrenos y montó un tinglado de madera para alojar a los monjes, que no tardaron en obtener el permiso real para levantar convento e iglesia.

Fue en 1575 cuando se fundó el convento, primero bajo la advocación de San Antón y, posteriormente, de San Dámaso (desde 1624). Perduró hasta la exclaustración de 1835, cuando el convento pasó a ser ocupado por dependencias administrativas y la iglesia, algo más tarde, se convirtió en sede de parroquia, que en 1911 se fusionó con la de San Luis y, durante un periodo de más de 20 años, fue una de las pocas –si es que hubo más- en contar con dos iglesias, esta y la desaparecida de San Luis Obispo, en la calle de la Montera.

La iglesia, obra del alarife Miguel de Soria, tuvo en sus aledaños gradas y covachuelas comerciales hasta entrado el siglo XX; fue incendiada en 1936 y en esta catástrofe se perdieron muchas de las obras de arte que contenía. En 1950 se ensanchó la calle de la Salud, perpendicular a la nuestra, lo cual implicó el recorte de la nave de esta iglesia, y se aprovechó para montar ahí la portada de la iglesia de San Luis, obra de Donoso, incendiada en 1935 y posteriormente demolida. De ella hablaremos más cuando lleguemos a la calle de la Montera.

Carlos Rubio (Calle de)


Entre las calles de Tenerife y de Pedro Barreda. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de Bellas Vistas.

No muy lejos de la calle que lleva el nombre de su tocayo Carlos Latorre, que acabamos de visitar, se halla esta otra, no muy diferente en su aspecto y que en este caso está dedicada al periodista y político cordobés Carlos Rubio Colell, nacido el 21 de abril de 1832. Poeta y polemista político, desarrolló lo mejor de su carrera en el periódico La Iberia y contribuyó al triunfo de la revolución de 1868, tras la cual fue diputado. Este personaje, “el más romántico y por ello el más desinteresado de cuantos laboraron por la revolución”, a decir de Répide, murió en nuestra villa el 17 de junio de 1871.