(Tomado de Pedroreina.net)
Entre las calles del Mesón de Paredes y de los Embajadores. Distrito 1 (Centro). Barrio de los Embajadores.
No hay que forzar mucho la imaginación para deducir que el nombre de esta calle proviene de dos hermanas que anduvieron por allí en algún momento de la historia de nuestra villa. En concreto, fueron las piadosas hermanas Ocampo (dice Répide que por este motivo llevó en tiempos el nombre de calle de Ocampo), quienes a principios del siglo XVII consiguieron, no sin dificultades, fundar en aquellos terrenos, que eran de su propiedad, un convento de capuchinas. Llegadas las religiosas del reino de Aragón en 1618, no tardaron en surgir serias disensiones entre las monjas y las fundadoras que llevaron a la expulsión de las capuchinas, bendecida por el arzobispo, al que habían apelado las Ocampo. Las hermanas allí permanecieron, personajes misteriosos, cubiertos por oscuros capuces, solo acudiendo a iglesias y caridades, pero con buen recuerdo entre la gente por su generosidad con los más necesitados.