17.12.21

Gasómetro (Calle del)

La entrada y la chimenea de la antigua fábrica del gas.
(Foto CC BY-SA Edescas)

Entre la Ronda de Toledo y el paseo de Juan Antonio Vallejo-Nájera Botas. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio de las Acacias. 

Daba nuestra calle en su día a uno de los laterales de la fábrica del gas, que allí se mantuvo hasta finales del siglo pasado y de la que hoy solo se conservan la chimenea y parte de la entrada. El resto de sus terrenos lo ocupan un parque, llamado Jardín del Rastro y viviendas modernas; también se abrió una calle, la del Concejal Benito Martín Lozano. Hoy en nuestra vía se ven sobre todo edificios modernos, fruto de la reconversión de esta zona otrora fabril e industrial. En principio acababa en el paseo de las Acacias, pero en los últimos años del siglo XX se abrió el trozo que la prolongó hasta su final actual. 

Répide cuenta como anécdota que, a pesar de su nombre –que, por cierto, lleva desde el 21 de julio de 1880–, fue esta la última de las calles de Madrid en mantener un alumbrado de petróleo, cuando el de gas ya era generalizado en el resto de la villa.

Hemos vuelto a llegar a la última entrada de un año y de nuevo la maldita pandemia tiene que ser protagonista de estas palabrejas de felicitación que me gusta añadirle. Estamos sumidos en la sexta ola, que por suerte vamos capeando mejor que las anteriores gracias a las vacunas. Ojalá cuando el año que viene por estas fechas esté redactando unas líneas semejantes a estas tenga que hacer un esfuerzo para ser original y no recurrir a las típicas frases hechas con las que se desea gran felicidad y prosperidad cuando dobla el calendario y ojalá que la COVID-19 y su causante no sean más que un mal recuerdo (o, si me apuráis, algo semejante a una vulgar gripe estacional, que también causa sus trastornos pero no nos vuelve tan locos). En cualquier caso, felices fiestas y próspero año nuevo a todo el mundo y en especial a quienes tenéis la paciencia de leer estas entradillas sobre los nombres de las calles de la villa que me vio nacer. ¡Vamos, 2022, que no tienes el listón muy alto!

10.12.21

Garellano (Calle de)

Mapa de la batalla de Garellano
(Corregido y completado por Zaqarbal)

Entre las calles del Doctor Santero y de Tenerife. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de Bellas Vistas. 

Cuando el 1 de enero de 1902 el Ayuntamiento incluyó esta calle en el nomenclátor municipal, el nombre asignado fue el de Conde Duque. Poco duró tal denominación, pues un año después, el 9 de enero de 1903, y seguro que para corregir una absurda y evitable duplicidad, se le otorgó el nombre actual. La batalla de Garellano tuvo lugar entre el 28 y el 29 de diciembre de 1503 en las cercanías del río del mismo nombre, en el reino de Nápoles, y enfrentó a las tropas francesas con las españolas mandadas por el Gran Capitán. La victoria española expulsó a los franceses de Nápoles y supuso el reconocimiento de la posesión de ese reino a Fernando el Católico.

3.12.21

Garcilaso (Calle de)


Entre las calles de Luchana y de Raimundo Lulio. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Trafalgar. 

Aunque ya no se ven aquí las “construcciones primitivas” del barrio de Chamberí que sí pudo contemplar Répide en su época sí que se conservan dos edificios antiguos en esta calle. Uno de ellos, que hace esquina con la calle de Alburquerque quizá fuese aquel que, según el mismo cronista, contenía una sala donde se llevaban a cabo representaciones teatrales de aficionados. Ya al final de la calle hay una mole de ladrillo visto, el Patronato de San Vicente de Paúl, levantado a finales del siglo XIX. 

El 8 de febrero de 1860 decidió el Ayuntamiento que recordase a Garcilaso de la Vega, insigne poeta y soldado que nació en Toledo en 1491 o 1503 en el seno de una familia noble. Como soldado, sirvió en guerras y otros menesteres a Carlos V. Como poeta, fue el introductor, junto con su amigo Juan Boscán, del gusto italiano en la literatura castellana. Sus obras, poco más de sesenta poemas de diferente métrica y estilo, se publicaron en principio como un apéndice de las de Boscán. El reconocimiento como máxima figura de la literatura renacentista le vino después de su muerte, acaecida en Niza el 14 de octubre de 1536, desde Cervantes a Rafael Alberti pasando por Bécquer.