Foto CC BY Francisco González
Entre las calles de Jesús y María y del Mesón de Paredes. Distrito 1 (Centro). Barrio de los Embajadores.
Ya no es esta calle un lugar de lenocinio, como parecía ser hace casi cien años, en la época en la que Répide la describió. Esas casas “con farolillo” que mostraban que eran “techos propicios a todo lo cobijable” han dejado paso a bazares, tiendas de ropa y espacios de ocio que muestran en sus carteles plurilingües la torre de Babel en que se han convertido estos barrios.
No es difícil deducir de dónde le viene el nombre. En tiempos hubo aquí un corralón en donde un maestro de esgrima daba sus clases. Célebre debió de ser y tumultuoso, pues su entrada, al principio pública, hubo de ser limitada a los alumnos a causa de los escándalos. Répide se limita a incluir entre sus alumnos a los pajes del duque de Lerma, pero Peñasco y Cambronero van más allá y sitúan aquí el lugar donde aprendió a manejar la espada nada menos que Lope de Vega.
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