23.10.20

Fernando VI (Calle de)

Fernando VI, por van Loo
(Museo del Prado, Madrid)

Entre la plaza de las Salesas y la calle de Hortaleza. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Justicia. 

Aunque Peñasco y Cambronero, unos de nuestros cronistas de cabecera, indican que esta calle es de “apertura moderna” lo cierto es que su trazado aparece en el plano de Texeira, con lo cual ya existía a mediados del siglo XVII. En aquellos entonces, la parte de la calle que llega hasta la de Argensola era una mera prolongación de la calle del Barquillo, mientras que el resto se llamaba calle de las Flores. Al menos desde el 13 de octubre de 1864 ostenta su actual denominación.

El palacio de Longoria
(Foto CC BY-SA Luis García)

Dos edificios singulares abren sus portales a esta calle. El primero y más conocido, sito en el número 6, es la antigua casa-palacio de Longoria, donde hoy está la sede de la Sociedad General de Autores. Se trata de uno de los pocos ejemplos del más puro modernismo que tenemos en nuestra villa, con su rica y peculiar decoración. Es obra de José Grases Riera (el mismo arquitecto que proyectó el monumento a Alfonso XII del Retiro) y se construyó entre 1902 y 1903. 

El edificio de Lamarca Hermanos, en pleno arreglo
(Foto CC BY-SA Triplecaña)

En la misma acera, un poco más para allá, en los números 10 y 12 está el remozado edificio “Lamarca Hermanos”, contemporáneo estricto del anterior (es de 1902). A diferencia de la casa-palacio modernista, este edificio más ecléctico mezcló desde el principio los usos industrial y residencial. En los últimos tiempos su fachada ha recuperado los arcos que exhibía el proyecto original, que fueron casi borrados por establecimientos comerciales. El autor de esta obra arquitectónica fue Santiago Castellanos. 

No me puedo olvidar de hacer siquiera una breve mención a una de las librerías más míticas de Madrid, la Antonio Machado, que desde 1971 está en el número 17 de nuestra calle. 

Sepulcro de Fernando VI, en la iglesia de Santa Bárbara
(Foto: Zarateman)

Fernando VI, hijo de Felipe V y María Luisa Gabriela de Saboya, nació en Madrid el 23 de septiembre de 1713. Malas fueron sus perspectivas en su nacimiento; era el tercero de los hijos de la pareja real, así que en principio contaba poco para la sucesión. Su madre murió muy pronto y la segunda esposa de Felipe V, Isabel de Farnesio, se preocupó mucho más de sus propios hijos (para quienes buscó territorios que gobernar en su Italia natal) que de Fernando y sus dos hermanos Luis y Felipe Pedro. Sin embargo, muerto Felipe Pedro siendo un niño y después su hermano Luis a los pocos meses de suceder a su padre en el trono tras su abdicación, estuvo a punto de reinar ya en 1724, algo que impidió su (¿pérfida?) madrastra. Hasta el momento en que sucedió a su padre, en julio de 1746, él y su esposa Bárbara de Braganza vivieron alejados de la corte y casi aislados, otra gentileza de Isabel. No es de extrañar, pues, que una de las primeras acciones de Fernando al convertirse en rey fuese desterrar a su madrastra. 

Durante su breve reinado el país vivió una época de paz y de desarrollo ilustrado gracias al impulso de ministros como el marqués de la Ensenada. Fernando debió de heredar algo del desequilibrio mental de su padre, algo que se agravó sobre todo tras la muerte de la reina Bárbara el 27 de agosto de 1758. Poco menos de un año la sobrevivió el rey, que se retiró al castillo de Villaviciosa de Odón, donde falleció el 10 de agosto del año siguiente. Sus restos no están en el Panteón de El Escorial, como los de los demás monarcas españoles (a excepción, precisamente, de su padre, Felipe V, y de Amadeo I), sino en la iglesia de Santa Bárbara, que perteneció al convento de las Salesas Reales, donde ya estaba sepultada su esposa.

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