29.12.23

Jordán (Calle de)


Frescos de la techumbre de la iglesia de San Antonio de los Alemanes (Madrid)
(Foto del autor)

Entre la calle de Fuencarral y la plaza de Olavide. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Trafalgar. 

No hay acuerdo entre nuestras fuentes a la hora de aclarar a quién está dedicada esta calle (desde el 6 de febrero de 1860). Para Peñasco y Cambronero recuerda a Esteban Jordán, escultor nacido hacia 1530 y muerto en Valladolid en 1598. Répide, sin embargo, apunta hacia el genial pintor Luca Giordano, más conocido por estos pagos como Lucas Jordán, que vino al mundo en Nápoles el 18 de octubre de 1634 y falleció en aquella misma ciudad el 3 de enero de 1705. De las muchas obras que dejó en Madrid y alrededores cabría destacar los frescos que pintó en el Monasterio de El Escorial, en la iglesia de San Antonio de los Alemanes y en el techo del Casón del Buen Retiro. Quien esto escribe ha de confesar que más de una vez fue al Casón no a ver el Guernica de Picasso mientras estuvo expuesto allí, sino a sentarme, o más bien repantigarme en los cómodos sillones para disfrutar de esa magnífica alegoría del Toisón de Oro de Giordano. Por cierto, Répide reprocha a Carlos II que llamase al napolitano –de quien critica su precipitación al trabajar– cuando tenía como pintor de cámara a Claudio Coello; según él con eso dio una muestra más de “su falta de inteligencia”. 

Pero hay más. Bravo Morata, casi en broma, indica que no hay que equivocarse y pensar que en realidad recuerde al río Jordán. E Isabel Gea dice que algunos autores señalan a cierto Silvestre Jordán, supuesto pintor del cual no he sido capaz de encontrar información alguna.

22.12.23

Joaquín María López (Calle de)

Retrato por Casado del Alisal
(Congreso de los Diputados, Madrid)

Entre las calles de Vallerhemoso y de Isaac Peral. Distrito 7 (Chamberí). Barrios de Gaztambide y Arapiles. 

Aunque en el enunciado anterior se indique que nuestra calle comienza en la de Vallehermoso, la realidad es otra: su inicio es un fondo de saco que topa con el enorme edificio del Parque Móvil del Estado. Es el sino de esta vía; en el proyecto original del Ensanche tenía su principio en la calle de Bravo Murillo, pero ya Répide nos indica lo absurdo de la cuestión, “esa facilidad con que se trazan las líneas en el papel, sin tener en cuenta la realidad”, en sus palabras. Por entonces apenas se había empezado a urbanizar la parte final, ya cerca de la actual calle de Isaac Peral. 

El 21 de julio de 1880 decidió el Ayuntamiento dedicársela a Don Joaquín María Lopez, a quien retiró el tratamiento el 1 de enero de 1916. Se trata de un político alicantino, nacido en Villena el 15 de agosto de 1798. Estudió Filosofía y Leyes y pronto se trasladó a Madrid, donde ejerció como abogado. De ideas liberales y progresistas, hubo de exiliarse a Francia tras la forzada conclusión del Trienio Liberal en 1823. Regresó después de la muerte de Fernando VII, en 1833 y empezó a participar en la vida política. Fue diputado, ministro de la Gobernación, alcalde de Madrid (1840) y presidente del Gobierno en dos ocasiones en el año 1843. Después dejó la vida pública, aunque entre 1849 y 1853 fue senador. Destacó también como orador y además de obras relacionadas con el Derecho publicó poesías y novelas. Murió en Madrid el 14 de noviembre de 1855.

15.12.23

Joaquín Costa (Calle de)

Joaquín Costa, fotografía de Manuel Compañy (1908)

Entre la glorieta de López de Hoyos y el paseo de la Castellana. Distrito 5 (Chamartín). Barrio de El Viso. 

Es curioso que Répide no haga mención de esta calle, que en tiempos formó parte del “Foso del Ensanche” el cual delimitó el proyecto de ampliación urbanística de Carlos María de Castro. Es curioso porque lleva este nombre desde el 9 de noviembre de 1917, esto es, varios años antes de que el gran cronista empezase a publicar sus artículos sobre la denominación de las calles de nuestra villa. Quizá aún era más campo que otra cosa y, por tanto, hubiese poco que decir de ella. Hoy en día, sin embargo, es parte del importante eje de Las Rondas y está ubicada en una de las zonas más señoriales de Madrid.

Hay varios edificios interesantes en ella, algunos por lo que contuvieron, como el que está en la esquina de la calle Velázquez, perteneciente a RTVE pero hoy abandonado y ocupado y en su día sede del NO-DO, el noticiario oficial del franquismo. Otros lo son por su valor arquitectónico y así está recogido en la Guía del COAM; entre ellos dos que están uno frente al otro: la iglesia de San Agustín, en el número 10, un edificio típico de la estética de posguerra levantado entre 1946 y 1950 según proyecto de Luis Moya Blanco, y el gimnasio del Colegio Maravillas, en el número 21, que se construyó en 1960-62 con planos de Alejandro de la Sota y la resolución de cuyo diseño, siempre según la mencionada Guía, implicó un “excelente tratamiento cromático y textural”.

La iglesia de San Agustín
(Foto CC BY-SA Zarateman)

El político, pensador y escritor aragonés Joaquín Costa Martínez nació en la localidad oscense de Monzón el 14 de septiembre de 1846. Estudió en Huesca y Madrid; fue profesor de la Universidad Central y estuvo ligado a la Institución Libre de Enseñanza. También ejerció como abogado y notario en diferentes lugares de España. Participó en política, en el seno de la Unión Nacional, que se opuso al régimen de la Restauración; tal partido había tenido como uno de sus gérmenes la Liga de Contribuyentes de Ribagorza, que Costa fundó en 1899 y después dio paso a una Liga Nacional que le dio notoriedad en todo el país. Más tarde se pasó a las filas del republicanismo y ocupó escaños por Madrid y Zaragoza. Sin embargo, aquejado de una enfermedad degenerativa y desengañado de la política, se retiró en 1904 a Graus, también en la provincia de Huesca, donde había pasado su infancia. Allí murió el 8 de febrero de 1911. Es recordado sobre todo como la cabeza visible de un “regeneracionismo” que surgió como respuesta al Desastre del 98 y como reacción a la situación general del país y también por acuñar el término “cirujano de hierro”, el de una figura que curase los males de España. Fue miembro de las Reales Academias de Ciencias Morales y Políticas, de Jurisprudencia y Legislación, y de la Historia.

8.12.23

Joaquín Arjona (Calle de)


Comienza en la calle de Castilla y termina en fondo de saco. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de Bellas Vistas. 

Desde el 1 de enero de 1887 lleva esta calle, hoy jalonada casi en todo su trazado por edificios bastante modernos, el nombre de un célebre actor sevillano, nacido el 21 de abril de 1817. Era hijo de una actriz y aunque desde muy joven hizo sus pinitos sobre las tablas empezó a estudiar medicina. Como cabe esperar, pronto lo dejó y empezó a actuar en los escenarios madrileños, que compartió con las principales figuras de su época. Llegó a estar asociado con otro gran actor, Julián Romea; Répide nos dice que “brilló al mismo tiempo que Julián Romea y en distinto género”, a pesar de su figura “desmedrada y fea”. Murió en Madrid el 21 de agosto de 1875.

1.12.23

Jesús y María (Calle de)

(Foto: Luis García, Zaqarbal)

Entre la plaza de Tirso de Molina y la calle de Lavapiés. Distrito 1 (Centro). Barrio de los Embajadores.

Coinciden nuestros principales cronistas al decir que el nombre de esta calle se debe a un templo que llevaba ese nombre y que estaba a cargo de la hermandad de la Vera Cruz o del Calvario, del convento de San Francisco. Es una denominación ancestral, que ya aparece en el plano de Texeira; Répide nos aclara que, antes de la racionalización del nomenclátor de la villa que se llevó a cabo en 1835 había otras dos calles así llamadas, en concreto las que hoy conocemos como travesía de Belén y calle de Almadén. De la segunda hay constancia en los archivos municipales, de la primera, no. Sin embargo, en el plano de Espinosa (1769), por ejemplo, sí que aparece rotulada como de Jesús y María, no la travesía de Belén, sino el tramo de la calle de ese mismo nombre que va de la de Pelayo a la travesía. Así que no iba muy desencaminado D. Pedro.

24.11.23

Jesús Maestro (Calle de)

El colegio que da nombre a la calle, desde la propia calle

Entre la avenida de Filipinas y la calle de Melquiades Álvarez. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Vallehermoso. 

La primera calle que se denominó así fue la que hoy se conoce como de Melquiades Álvarez y de la cual hablaremos cuando corresponda. La realidad es que, oficialmente y según los registros del Ayuntamiento, esto solo duró un día, del 13 al 14 de septiembre de 1956. Tres años y medio después, el 16 de marzo de 1960, se rotuló oficialmente la calle actual. En ambos casos el nombre proviene del primer edificio que hubo en ella, un colegio teresiano así llamado, “Jesús Maestro”, que se fundó aquí en 1957 no solo como escuela de primaria y secundaria sino también como residencia universitaria.

17.11.23

Jesús del Valle (Calle de)

Josefa de Óbidos: Niño Jesús peregrino
(Museo Nacional de Arte Antiguo, Lisboa)

Entre las calles del Pez y del Espíritu Santo. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Universidad. 

El nombre de esta calle, que es de los ancestrales de la villa, se debe a una imagen del niño Jesús que hubo por estos pagos cuando aún eran las afueras. Por aquí se hallaba una finca que era propiedad de la familia Valle de la Cerda. En la época de los Reyes Católicos había otra finca vecina, cuyo dueño era cierto Juan López Lezárraga, servidor cercano de la reina Isabel. Parece ser que fue acusado por sus enemigos de tener raíces judías y la reina lo desposeyó de su cargo. Lezárraga pidió una prueba de limpieza de sangre de la que salió airoso y fue restituido. ¿Y qué tiene que ver esto con la imagen de Jesús? Pues que se la habían regalado a Lezárraga unas monjas del convento de Vidaurreta, en Oñate, que él mismo había fundado. Como pensó que la intercesión de este retrato del niño Jesús había sido fundamental en el éxito de su juicio (Répide nos cuenta que esto se debió a la prédica de una monja muy venerable, que le dijo que tal imagen lo sacaría de un trance muy doloroso), colocó la imagen en una pequeña capilla a la entrada de su casa. Como más adelante la imagen pasó a estar en la esquina con la calle del Pez, en la casa de los Valle, se empezó a conocer como “Jesús del Valle” y de ahí derivó la denominación de esta vía.

10.11.23

Jesús (Calle y plaza de)

Basílica de Jesús de Medinaceli
(Foto CC BY-SA Luis García, Zaqarbal)

Va la calle de la de Lope de Vega a la plazuela de San Juan y la plaza está entre las calles de Cervantes y de Lope de Vega. Distrito 1 (Centro). Barrio de las Cortes. 

El nombre tanto de la calle como de la plaza proviene del convento de Trinitarios Descalzos que aquí hubo, fundado en terrenos pertenecientes al duque de Medinaceli en 1606 y con la advocación de Jesús Nazareno. La célebre iglesia que hoy vemos en la plaza es un edificio del siglo XX. El convento desapareció con la exclaustración posterior a la desamortización y la iglesia había sido destruida durante la ocupación francesa. Solo se conservó la capilla donde se veneraba la imagen de Jesús, pero hubo de ser derribada por ruinosa en 1922. La actual basílica, obra del arquitecto Jesús Carrasco-Muñoz, fue consagrada en 1930.

La imagen del Cristo de Medinaceli, durante el besapiés de 2019
(Foto CC BY-SA Archimadrid/José Luis Bonaño)

La imagen, una talla sevillana del siglo XVII, está en Madrid desde 1682 (algunos cronistas, como Mesonero Romanos, indican que antes fue “cautiva” en Fez y fue rescatada por los trinitarios), es de mucha devoción en la villa y suele reunir grandes multitudes el primer viernes de marzo. Répide, con su retranca habitual, ya se hace eco de que desde principios del siglo XX se había establecido una práctica en los viernes del mes de marzo que consistía en pedir tres cosas en oración a Jesús, de las cuales se concedía una, “según dicen los que, por lo visto, están bien enterados”. Y luego, refiriéndose a las grandes colas de devotos que se formaban ya entonces, que muchas veces implicaban pasar la noche al raso a la espera de que abriese el templo, reflexiona sobre si la “continuada permanencia en apretada proximidad, bajo el manto demasiado oscuro de la noche, no les aparta del estado de gracia y les obliga a pedir, entre las tres cosas, algo que no hubieron previsto”. 

Aunque las denominaciones tanto de la calle como de la plaza ya eran estas el 1 de enero de 1835, hay constancia de que no fue siempre así. En el plano de Texeira la calle se llama de los Trinitarios, sin duda por su cercanía al convento. Asimismo, se llamó de los Fúcares, probablemente al ser la prolongación de la actual calle del Fúcar. La plaza, que más bien tiene configuración de calle, a veces se consideró parte de su homónima.

3.11.23

Jesuitas (Paseo de los)

La iglesia del Gesù, en Roma, el templo principal de los jesuitas
(Foto del autor)

Entre la plaza de Cerro Bermejo y la calle de San Timoteo. Distrito 10 (Latina). Barrio de la Puerta del Ángel. 

No puede ser más curiosa esta vía, por varios motivos. Lo primero, por la irregularidad de su trazado, patente ya en época de Répide, cuando apenas estaba urbanizada. Lo segundo, por su denominación. Ya que hemos mencionado a Répide (cuya calle, por cierto, no anda muy lejos), nos indica que en su época ya se conocía de esa manera aun cuando el Ayuntamiento no le había dado oficialmente ese nombre. Lo cierto es que no era así. Según indican los registros municipales, el 7 de noviembre de 1912 se llamaba paseo de Rosario Acuña (una pionera escritora y periodista madrileña nacida en 1850 y fallecida en Gijón en 1923), pero al día siguiente se le dio el nombre oficial de paseo de Doña Rosa. ¿Quién era esta doña Rosa? ¿Una vecina, propietaria de algún terreno de la zona? El caso es que la denominación actual data del 29 de mayo de 1931, es decir, recién proclamada la República, una época no demasiado favorable para la Compañía religiosa a la que alude este paseo. Aquí sí que acierta Répide en su gracioso comentario, tras tildar de “enigmático” el nombre dado a la vía: “allí no hay ninguna residencia de la Compañía de Jesús, ni es sitio propicio para que esos religiosos se dediquen a pasearse en él”. (Sin embargo, en el plano de Facundo Cañada, de 1900, se puede ver que existía un Arroyo de los Jesuitas muy cerca. ¿Demasiadas coincidencias?) 

27.10.23

Jerte (Calle de)

Vista de la localidad de Jerte, con los cerezos en flor al fondo
(Foto CC BY-SA Luis Fernández García)

Empieza en la calle de San Buenaventura y no tiene salida. Distrito 1 (Centro). Barrio del Palacio.

Desde el 1 de enero de 1885 es oficial el nombre de esta calle, cuya parte final está presidida por una de las fachadas de la Universidad Eclesiástica de San Dámaso. Répide indica que en tiempos hubo aquí un frontón bastante popular y un picadero militar. Está dedicada a la villa cacereña de ese nombre, centro de un valle que es universalmente conocido por la belleza que ofrece la floración de sus cerezos, aunque nuestros cronistas habituales lo que destacan es que en 1809, durante la guerra de la Independencia, los franceses la arrasaron en represalia por la resistencia que sus naturales ofrecieron a su avance por el valle.

20.10.23

Jerónimo de la Quintana (Calle de)

Portada calcográfica de A la muy antigua, noble y coronada villa de Madrid...,
de Jerónimo de la Quintana, grabado de Roberto Cordier (1629)

Entre las calles de Fuencarral y de San Bernardo. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Trafalgar. 

Es de apertura reciente nuestra calle (si con reciente pensamos en que es posterior a uno de nuestros cronistas principales, Répide). En el plano de Nuñez Granés (1910) aparece, pero aún como mero proyecto, a la espera de derribos en la calle de San Bernardo. Durante un tiempo fue conocida como continuación de Rodríguez San Pedro, porque, en efecto, sigue la misma dirección que esa vía. Fue el 5 de marzo de 1924 cuando el Ayuntamiento decidió dedicársela a uno de los primeros cronistas de nuestra villa. Jerónimo de la Quintana nació en Madrid hacia 1576. Fue sacerdote, rector del Hospital de la Latina y fundador de la congregación de San Pedro de los Naturales, para sacerdotes nacidos en Madrid. Fue asimismo autor de A la muy antigua, noble y coronada villa de Madrid, historia de su antigüedad y grandeza, obra de carácter casi enciclopédico publicada en 1629 y que Mesonero Romanos, en su Antiguo Madrid, considera “que es la más completa, hasta ahora, de este pueblo”. Murió en el mismo hospital que regía el 9 de noviembre de 1644.

13.10.23

Jerónima Llorente (Calle de)

Jerónima Llorente, grabado de Luis Carlos Legrand

Entre la calle de Francos Rodríguez y la avenida del Doctor Federico Rubio y Galí. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de Bellas Vistas. 

Durante unos pocos meses del año 1887 (entre el 1 de enero y el 2 de marzo) llevó esta calle oficialmente el nombre de Real del Puente de Amaniel, lo cual se explica porque muy cerca de su final está, de frente, el acueducto del Canal de Isabel II (conocido como Acueducto de Amaniel) que hoy vemos bordeando la avenida de Pablo Iglesias. Desde la segunda fecha indicada, esto es, el 2 de marzo de 1887, lleva el nombre de una actriz nacida en la localidad toledana de Añover de Tajo en 1793. Jerónima Llorente empezó a trabajar en la compañía del Teatro del Príncipe, en Madrid, en 1803. Sus mayores éxitos los logró al final de su carrera, como “actriz de carácter”, interpretando sobre todo obras de Moratín y Bretón de los Herreros en la compañía de Julián Romea. Murió en nuestra villa en 1848 y fue enterrada en el cementerio de San Sebastián (Répide nos dice que “desde la verja del fúnebre recinto se divisa el nicho en el que reposa la famosa comedianta”). Al desaparecer este camposanto, sus restos fueron trasladados al de San Justo, donde hoy reposan. 

Una curiosidad de esta calle es que su numeración va al revés de lo habitual, es decir, comienza en la zona más alejada de la Puerta del Sol.

6.10.23

Jenner (Calle de)

El Dr. Jenner realizando su primera vacunación con James Phillips, un niño de ocho años, el 14 de mayo de 1796
Óleo de Ernest Board, c. 1910 (Wellcome Collection, Londres)

Entre la calle de Almagro y el paseo de la Castellana. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Almagro. 

Corta calle del Ensanche, en su sector conocido a veces como Almagro-Altos del Hipódromo. Al igual que en el caso de la calle del General Arrando (véase), el primer nombre que recibió esta calle fue el de Isabel Colbrand, unos pocos años antes que en el caso anterior (fue el 1 de enero de 1871). Sin embargo, y de la misma forma, al cabo de solo unos meses cambió su denominación (¡qué tendría el Ayuntamiento en contra de la célebre cantante madrileña!) y desde el 28 de abril de ese mismo año de 1871 está dedicada al médico británico Edward Jenner. Nació en la localidad de Berkeley, condado de Gloucestershire, el 17 de mayo de 1749 y falleció en el mismo lugar el 26 de enero de 1823. Fue el descubridor de la vacuna, al utilizar fragmentos de unas vesículas que salían a las vacas en las ubres para inmunizar a las personas ante la temida viruela. Jenner observó que los ordeñadores que trabajaban con vacas infectadas sufrían un tipo de viruela muy benigna que además evitaba el contagio de la viruela grave. Con los restos de las pupas antes mencionadas, hizo un preparado que introducía en las fosas nasales de los pacientes. Como el origen de este importante remedio fue la viruela vacuna (variolae vaccinae), de ahí quedó el nombre general.

29.9.23

Javalquinto (Cuesta de)

Los jardines de Las Vistillas, por donde serpea nuestra cuesta
(Foto CC BY-SA Luis García, Zaqarbal)

Entre las calles de Segovia y de Beatriz Galindo, Distrito 1 (Centro). Barrio del Palacio. 

Es nuestra cuesta hoy en día un paseo que serpea por los jardines que hay entre las calles en que comienza y termina. Su nombre primitivo era el de Cuesta de las Vistillas y el 2 de marzo de 1887 decidió el Ayuntamiento darle el actual porque aquí estuvo, supuestamente, el palacio del conde de Javalquinto. Répide no parece muy de acuerdo con la decisión (que él sitúa en 1912), ya que duda de que el palacio de Osuna (o de Benavente, según el título nobiliario que elijamos), que era el que había en la zona, también se denominase de Javalquinto. Para nuestro cronista de cabecera, el verdadero palacio de Javalquinto es el que hoy conocemos como de Anglona, en la calle de Segovia, y que desde 1876 hasta 1983 perteneció a los marqueses de la Romana.

22.9.23

Jardines (Calle de los)

(Foto CC BY-SA Basilio)

Entre las calles de la Montera y de la Virgen de los Peligros. Distrito 1 (Centro). Barrio de Sol. 

Es evidente el origen del nombre de esta calle: aquí, aunque hoy en día parezca mentira, hubo unos frondosos jardines en unas fincas que fueron propiedad de Jacopo Grattis, el célebre Caballero de Gracia. Nuestros cronistas de cabecera mencionan, sin embargo, dos hechos que consideran relevantes, hechos que son de naturaleza bastante dispar y nada tienen que ver con jardines. Peñasco y Cambronero indican que la presencia de dos carbonerías provocó, a mediados del siglo XVIII, la protesta de los vecinos de igual modo que ocurrió, como ya se mencionó en estas páginas, en la llamada calle del Carbón, hoy de Gonzalo Jiménez de Quesada

Por su parte, Répide alude a la llamada casa de baños del Cura, que existía en la acera de los pares desde 1629 y en su artículo sobre nuestra calle pondera como uno de los establecimientos más antiguos de la villa. Sin embargo, poco más duró, pues desapareció a finales de la década de 1930.

15.9.23

Jardín de San Federico (Calle del)

¿Era ese el "Jardín de San Federico"?
(Foto aérea de Madrid de 1946. 
Fuente: Centro Regional de Información Cartográfica. Comunidad de Madrid)

Entre las calles de la Fuente del Berro y del Doctor Esquerdo. Distrito 3 (Retiro). Barrio de Goya. 

Dado que el nombre de nuestra calle data del 1 de enero de 1947 no podemos recurrir a las fuentes habituales para discernir el porqué de su denominación. Porque, desde luego, por aquí no hay ningún jardín, aunque tal vez lo hubiera en tiempos; algo semejante parece atisbarse hacia la calle de Goya en la foto aérea de la villa hecha en 1946. En la acera de los pares de nuestra calle había un hueco donde ahora están las viviendas que se corresponden con los números 133 a 139 de la de Goya (y cuyas traseras dan a la que nos ocupa) y en la susodicha foto aérea se ven unas sombras que quizás se correspondan con árboles. ¿Era ese el jardín? Quién sabe.

8.9.23

Jaime el Conquistador (Calle de)

Retrato de Jaime I el Conquistador, por Jaume Mateu (1427)
(Museu d'Art de Catalunya)

Entre la calle de los Embajadores y la plaza del General Maroto. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio de la Chopera. 

Es la nuestra una amplia avenida con bloques de viviendas de buen aspecto. Sin embargo, por esta zona hubo un enorme núcleo chabolista que se creó cuando en los años cincuenta del pasado siglo llegaron enormes contingentes de inmigrantes a nuestra villa y no desapareció hasta entrada la década siguiente.

Desde el 14 de julio de 1926 lleva el nombre del rey de Aragón Jaime I, conocido como el Conquistador por haberse apoderado de las islas Baleares, de Valencia y de Murcia. Nacido en Montpellier el 2 de febrero de 1208, sucedió a su padre, Pedro II, en 1213. Fue declarado mayor de edad a los diez años y se casó por primera vez con trece. Las Baleares, esto es, el reino de Mallorca, lo conquistó entre 1229 y 1231 y Valencia entre 1229 y 1245. En el caso de Murcia, que había quedado bajo influencia castellana según los tratados firmados entre los dos monarcas, lo hizo precisamente para ayudar al reino vecino tras una revuelta apoyada por los nazaríes. Murió en Alcira el 27 de julio de 1276.

1.9.23

Jaén (Calle de)

Sala fría de los baños árabes de Jaén
(Foto CC BY José Luis Filpo Cabana)

Entre las calles de Bravo Murillo y del Aviador Zorita. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de los Cuatro Caminos. 

Otra calle de las primitivas de este barrio, existente desde finales del siglo XIX. Su primer nombre, otorgado el 1 de enero de 1887, fue el de la Granja. Poco después, el 2 de marzo de ese mismo año, se dedicó a esta provincia andaluza, que en 2021 albergaba 627 190 habitantes en sus 13 496 km2. La verdad, merece la pena un breve paseo por esta calle si queremos contemplar ciertas curiosidades, como algunas de sus viviendas (en especial la que hay en el número 33, con su fachada decorada) o comercios de aspecto ancestral, como la carbonería del número 29.

25.8.23

Jacometrezo (Calle de)

Retrato de Jacopo da Trezzo, atribuido a Sánchez Coello
(Colección particular)

Entre las plazas del Callao y de Santo Domingo. Distrito 1 (Centro). Barrio de Sol. 

La que hoy conocemos como calle de Jacometrezo no representa ni la tercera parte de lo que llegó a ser, ya que antes de la construcción de la Gran Vía empezaba en la Red de San Luis. Tampoco es ya un lugar sórdido y poco recomendable, como la describen nuestros cronistas habituales, sino una vía relativamente amplia que se abre desde la plaza del Callao entre los edificios Carrión y el del cine Callao. 

Antes se llamaba del Postigo de San Martín, como lo atestigua el plano de Texeira. Su nombre actual tiene su origen precisamente en la porción sepultada por la Gran Vía. Allí, entre las calles de las Tres Cruces y de la Salud, estuvo la casa (construida por Juan de Herrera) del personaje al que homenajea. Giovan Giacomo Nizzola, más conocido como Jacopo da Trezzo (por la ciudad en la que nació hacia 1511, Trezzo sull’Adda) y, de ahí, Jacometrezo, fue un artista italiano al que se recuerda sobre todo por su trabajo, al servicio de Felipe II, en el monasterio de El Escorial (suyo es el tabernáculo del altar mayor). También dejó algunas obras en nuestra villa, como la estatua orante de la infanta doña Juana en el monasterio de las Descalzas Reales. Murió en Madrid en 1589.

El Tabernáculo del altar mayor del Monasterio de El Escorial
(Foto CC BY-SA Lancastermerrin88)

18.8.23

Jacinto Benavente (Plaza de)


Entre las calles de Carretas, de la Bolsa, de la Cruz, de Atocha, del Doctor Cortezo y de la Concepción Jerónima. Distrito 1 (Centro). Barrio de Sol. 

Esta plaza, tal y como la conocemos hoy en día, no se formó hasta 1926. Antes había en su centro varias casas que formaban una estrecha plazuela frente a la fachada de la Casa de los Cinco Gremios y que recibía el nombre de plazuela de la Aduana Vieja. El nombre le venía del edificio que estaba donde hoy se encuentra el Centro Gallego de Madrid. Allí se estableció a mediados del siglo XVII la Aduana de la villa y allí se mantuvo hasta que Carlos III se la llevó a la calle de Alcalá (hoy es la sede del Ministerio de Hacienda). Eso fue en 1769 y desde entonces sirvió para otros menesteres de los que ya se habló cuando paseamos por la actual calle de la Bolsa (véase), por entonces plazuela de la Leña

La antigua Casa de los Cinco Gremios
(Foto CC BY-SA Asqueladd)

El edificio que hoy es sede de la Dirección General de los Registros y el Notariado del Ministerio de Justicia es la que antes se ha citado como “Casa de los Cinco Gremios”. Es una obra neoclásica diseñada por Joseph de la Ballina y levantada entre 1788 y 1789 para los gremios de drogueros, joyeros, merceros, pañeros y sederos, que esos eran los cinco mayores. Una vez desaparecido este modelo de control de los negocios y el comercio, el edificio fue vendido en subasta y adquirido por el Banco de Isabel II, uno de los gérmenes del Banco de España que, por tanto, tuvo aquí su primera sede.

María Guerrero en una escena de La Malquerida
(Foto de autor desconocido aparecida en la revista Nuevo Mundo en enero de 1928)

La plazuela de la Aduana Vieja se convirtió en plaza el 1 de enero de 1881; con las demoliciones y las regularizaciones que ya se han mencionado se creó un espacio más lustroso que el 31 de julio de 1929 se dedicó a Jacinto Benavente. Este dramaturgo, madrileño de la calle del León, nació el 12 de agosto de 1866. Aunque comenzó a estudiar Derecho, pronto dejó la carrera por la literatura. Quiso dejar atrás los modelos teatrales al uso en su época y siguió más bien la línea de autores como Oscar Wilde, con obras ambientadas en los salones de la burguesía –aunque no escatimó esfuerzos en criticar su hipocresía–, unas obras en las que más que acción hay declaración por parte de sus personajes. Su afición por el teatro fue tal que no se limitó a escribir comedias y dramas, sino que en muchas ocasiones actuó en el escenario, dirigió compañías y también fue productor y adaptador de algunas de sus obras al cine. Recibió el premio Nobel de Literatura en 1922, lo cual le supuso numerosos homenajes, entre otros el de nombramiento de Hijo Predilecto de Madrid en 1924 y, como ya sabemos, cinco años después el nombre de esta céntrica plaza. Su actitud favorable al gobierno legítimo durante la guerra civil (permaneció en la zona republicana, donde siguió recibiendo homenajes, y cuando quiso marcharse del país el presidente Negrín no le dio permiso) le valió cierto ostracismo cuando acabó la guerra, pero tras mostrar su adhesión públicamente al nuevo régimen fue finalmente rehabilitado y su nombre volvió a aparecer junto al de sus obras. De ellas, las más conocidas son Los intereses creados (1907), La malquerida (1913) o Pepa Doncel (1928). Murió en Madrid el 14 de julio de 1954.

4.8.23

Istúriz (Calle de)

Francisco Javier de Istúriz, por Gisbert
(Congreso de los Diputados, Madrid)

Entre las calles de los Artistas y de Hernani. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de los Cuatro Caminos. 

Todavía conserva esta calle algunas de las casas toscamente “neomudéjares” tan típicas de esta zona del barrio de los Cuatro Caminos, que se empezó a formar en el último tercio del siglo XIX. Fue el 11 de noviembre de 1875 cuando el Ayuntamiento la bautizó oficialmente con el nombre del político gaditano Francisco Javier de Istúriz, nacido el 31 de octubre de 1790. Perteneció al grupo de los llamados “liberales exaltados” y como tal participó en el pronunciamiento de Riego de 1820. Se exilió tres años después, tras la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis y no volvió hasta la muerte de Fernando VII, en 1833. Era presidente del Gobierno cuando estalló el motín de La Granja en 1836 y de nuevo se tuvo que expatriar. Regresó al año siguiente y ya no dejó la política activa durante casi seis lustros. Fue de nuevo presidente del Gobierno en 1846-47 y en 1858; además ocupó varias carteras ministeriales, presidió el Senado y ocupó diversos puestos diplomáticos. Se retiró en 1864 y murió en nuestra villa el 2 de abril de 1871.

21.7.23

Isabel Tintero (Calle de)

El lienzo que representa a la Virgen de la Paloma, en su actual retablo

Entre la calle de la Paloma y la Gran Vía de San Francisco. Distrito 1 (Centro). Barrio del Palacio.

Isabel Tintero fue una piadosa madrileña que a finales de siglo XVIII vio cómo unos chiquillos jugaban con una pintura de la Virgen de la Soledad que habían encontrado en unos corrales cercanos a la calle de la Paloma, donde vivía Isabel. Arregló un poco la imagen y la colocó en un retablo de su casa. Y desde entonces fue objeto de una gran veneración por los madrileños, que la conocen como la Virgen de la Paloma, una de las más castizas. La calle es de apertura muy reciente (oficialmente existe desde el 30 de noviembre de 1990), dentro de la profunda reforma que sufrió toda esta parte del casco antiguo de la villa.

14.7.23

Isabel la Católica (Calle de)

Isabel I de Castilla, por Juan de Flandes
(Palacio Real, Madrid)

Entre la plaza de Santo Domingo y la Gran Vía. Distrito 1 (Centro). Barrio del Palacio. 

Varios nombres ha tenido esta calle, algunos de ellos relacionados con diversos edificios que hubo en ella y que ya han desaparecido. En el plano de Texeira se llama de los Premostenses, ya que antes de que existiese la Gran Vía terminaba junto al convento de los premostratenses de San Norberto, en cuyo solar se edificó después el mercado de los Mostenses. Cuando se abrió la Gran Vía, se llevó por delante no solo el último tramo de nuestra calle, sino también el mercado, una joya del arte arquitectónico en hierro. 

Se sabe también que la calle ostentó el nombre de Espíritu Santo; Répide nos explica la causa: el convento estaba dedicado al Espíritu Santo y su patrono, el conde de Miranda, pidió que así fuera. Sin embargo, el 1 de enero de 1835 se llamaba de la Inquisición, ya que en ella estuvo hasta su supresión en 1820 la cárcel y el Tribunal de Corte del Santo Oficio. Cuenta Mesonero Romanos que tras la eliminación del tribunal, asaltó el pueblo de Madrid este edificio “ávido de encontrar en ellas [en sus prisiones] las horrendas señales de los tormentos y las víctimas desdichadas de aquel funesto tribunal”, pero no hubo nada de eso, salvo dos o tres presos políticos en los pisos altos. 

Como aún muchos seguían llamándola por el otro nombre antiguo y dado que había ya una calle del Espíritu Santo, en el marco de la regularización del nomenclátor municipal que se hizo ese año de 1835, el día 11 de enero pasó a denominarse de María Cristina. Otra vez es Répide quien nos lo explica, ya que fue esa reina, cuarta esposa de Fernando VII, quien fundó un Conservatorio que estaba en la plaza de los Mostenses, a la que llevaba esta calle. 

Aquí estuvo asimismo el convento de las monjas de Vallecas, trasladado desde su ubicación en la calle de Alcalá esquina a Peligros a finales del siglo XIX. Allí se hallaba desde mediados del siglo XVI, después de haber sido fundado en la localidad de Vallecas en 1473 (de ahí su nombre; se trataba de monjas cistercienses o bernardas). Fue incendiado en mayo de 1931, con lo cual sus moradoras lo tuvieron que abandonar; tras numerosos traslados hoy en día están en la calle de Joaquín Costa, junto al Santuario de Nuestra Señora de los Peligros. 

La reina Isabel I de Castilla, más conocida como Isabel la Católica, nació en Madrigal de las Altas Torres el 22 de abril de 1451 (hay quien afirma que también podría haber sido en Ávila e incluso en nuestra villa). Era hija de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal. En 1469 se casó con Fernando, entonces príncipe heredero de Aragón. A la muerte de su hermano Enrique IV, en 1474, fue proclamada reina de Castilla en detrimento de su sobrina Juana, a quien se acusaba de no ser hija del rey sino del favorito Beltrán de la Cueva. Estalló entonces una guerra civil entre partidarios de una y otra que acabó en 1479 con el Tratado de Alcaçovas. Ese mismo año subió Fernando al trono de Aragón y ambos fueron, por tanto, consortes de los reinos de la una y el otro. Esto supuso una suerte de unificación confederal de los reinos peninsulares (salvo Portugal y Navarra), que se consumó con la conquista de Granada a comienzos de 1492. Ese año Isabel patrocinó la expedición de Cristóbal Colón que llevó al descubrimiento de América y al comienzo del imperio español. Murió en Medina del Campo el 26 de noviembre de 1504, dejando un reino de Castilla centralizado en detrimento del poder feudal, unificado religiosamente tras la expulsión de nazaríes y judíos (fue el papa Alejandro VI quien les otorgó el título de “Reyes Católicos” en 1496) y con un incipiente imperio ultramarino. En su testamento nombró heredera del trono a su hija Juana, pero bajo la regencia de su padre al menos hasta que su nieto Carlos tuviese la edad suficiente. La reina Isabel está enterrada en la Capilla Real de la catedral de Granada.

7.7.23

Isabel II (Plaza de)

Retrato de Isabel II con su hija Isabel en 1852, por Franz Xaver Winterhalter
(Palacio Real, Madrid)

Entre las calles del Arenal, Priora, Caños del Peral, Campomanes, Arrieta, Vergara, Independencia y Escalinata. Distrito 1 (Centro). Barrio del Palacio. 

Esta plaza no existió hasta las primeras décadas del siglo XIX. Formaba parte de un laberinto de callejuelas que había delante del Palacio Real, y concretamente por aquí pasaba el barranco que seguía el trazado de la calle del Arenal y que fue nivelado. Pero aún hoy se puede tener una idea del desnivel existente si bajamos las escaleras que dan acceso a la calle de la Escalinata desde nuestra plaza. 

Varios nombres ha tenido. El más antiguo fue el de Caños del Peral, por la famosa fuente del mismo nombre que aquí había (ahora expuesta en una suerte de museo subterráneo en la estación del metro de Ópera) y que desde tiempos remotos permanecía en este lugar. A principios del siglo XIX, durante el reinado de José Bonaparte, se ideó una profunda reforma de toda la zona de manera que se despejasen las vistas del Palacio Real. Para ello se derribaron numerosas manzanas de casas y varias iglesias y se dejó un enorme descampado frente al Palacio en el que poco más se pudo hacer, así que la herencia del rey intruso fue crear un barrizal impresionante antes que la gran avenida que uniese la sede de la monarquía con la Puerta del Sol. Acabada la guerra de la Independencia se vuelve sobre el asunto y en el solar se plantea la construcción de un Teatro de la Ópera que sustituyese al antiguo de los Caños del Peral que estuvo aquí y que desapareció en 1817 por ruinoso. El proyecto es de Antonio López Aguado, y la construcción comenzó en 1818. Sin embargo, no se estrenó como teatro de ópera hasta 1997. Y es que el Teatro Real no ha tenido mucha suerte. No fue inaugurado hasta 1850 y tuvo que sufrir continuos arreglos hasta que en 1925 llegó a amenazar ruina porque se asienta sobre terrenos ricos en aguas subterráneas que son muy poco firmes. Nuevas obras, nuevas paralizaciones y por fin en 1966 puede abrir sus puertas, pero como sala de conciertos. Se pretendía convertirlo en el gran teatro de ópera del que Madrid carecía (o mejor dicho, devolverle al cometido para el que fue ideado) durante el año de la capitalidad cultural, 1992, pero como más arriba se ha indicado, hubo que esperar hasta el 11 de octubre de 1997 para que El sombrero de tres picos y La vida breve, de Falla, dieran comienzo a su primera temporada como renacido templo lírico.

El Teatro Real
(Foto CC BY-SA Nemo)

En 1835 recibió esta plaza el nombre de Isabel II, cuando todavía no estaba formada del todo. Tras la revolución que destronó a la reina castiza, desde el 29 de septiembre de 1869 se llamó plaza de Prim, como aparece en el plano de Ibáñez de Ibero, pero con la Restauración, el 11 de enero de 1875, volvió a su primitiva denominación. Así se mantuvo hasta la Segunda República, cuando el 17 de abril de 1931, tres días después de su proclamación, pasó a ser la plaza de Fermín Galán, uno de los héroes del levantamiento republicano de Jaca de 1930, y aunque de nuevo Isabel II volvió aquí tras la guerra (el célebre 26 de abril de 1940, en concreto), nadie se acuerda de ella, ni de Prim ni de Galán y todo el mundo conoce este sitio como “Ópera”, debido no al teatro, que para nadie es el de la ópera, sino más bien a la estación del metro, que al igual que en otros lugares no cambió su denominación y sigue siendo Ópera. 

En la plaza hay un monumento que representa a la reina que le da nombre, obra de José Piquer que fue colocada allí en 1850. La pagó el comisario general de Cruzada, el canónigo Manuel López Santaella, y esto provocó la rechifla de los madrileños, que, como no podía ser menos, sacaron una copla del asunto:

Santaella, de Isabel 
costeó la estatua bella, 
y del vulgo el eco fiel 
dice que no es santo él, 
ni tampoco santa ella. 

La poesía se puso en el pedestal de la estatua al día siguiente de su casi clandestina inauguración. Al año siguiente la escultura fue retirada y colocada en el vestíbulo del cercano teatro. Algunos años después se situó, en el lugar que la reina dejó vacío, una alegoría de la comedia que perduró hasta 1905, cuando doña Isabel volvió a su primitivo emplazamiento. 

La célebre estatua de Isabel II
(Foto: J. L. de Diego)

Isabel II, hija de Fernando VII, nació en Madrid el 10 de octubre de 1830. Al morir su padre el 29 de septiembre de 1833 fue proclamada reina, sin haber cumplido aún tres años y a pesar de las reclamaciones de Don Carlos María Isidro, hermano del rey, que invocaba la ley sálica, según la que las mujeres estaban excluidas del trono. Había nacido el carlismo, que costó tres guerras civiles a España durante el siglo XIX. La minoría de Isabel II estuvo ocupada por las regencias de su madre, María Cristina de Borbón, y después de Espartero, obtenida tras uno de los muchos pronunciamientos (una de las palabras que España ha aportado al lenguaje internacional, y no sé si esto nos ha de servir para sentirnos orgullosos, sobre todo si se tiene en cuenta que otras son siesta, guerrilla...) que hubo en el siglo XIX. Y tras un nuevo pronunciamiento de otro experto en los mismos, Narváez, se declara mayor de edad a la reina, con trece años, y se acaban las regencias, pero vienen las dictaduras, repartidas entre Narváez, el moderado, y O’Donnell, el progresista y luego liberal. Muertos O’Donnell en 1867 y Narváez en 1868, a la reina le queda poco fuelle y es destronada por la Revolución de Septiembre de 1868. Siguió su exilio en París, donde abdicó en su hijo Alfonso XII el 25 de junio de 1870. Murió en la capital francesa el 9 de abril de 1904, dejando sin trabajo a su joven bibliotecario, que respondía al nombre de Pedro de Répide.

30.6.23

Isaac Peral (Calle de)

El submarino de Isaac Peral (1888)

Entre la calle del Arcipreste de Hita y la avenida del Valle. Distritos 7 (Chamberí) y 9 (Moncloa). Barrios de Gaztambide, Vallehermoso, Argüelles y Ciudad Universitaria.
 
Hasta muy entrado el siglo XX no se formó del todo nuestra calle, que en principio no estaba planificada en el Ensanche de la zona. La paralela a la de Hilarión Eslava, nunca bien formada, se llamó de Ataúlfo y de ella Répide nos dice que tenía un gran desnivel, ya que bordeaba el cerro del Pimiento, cerca del Hospital de Epidémicos. Más adelante ya se explanó al menos la primera parte de la vía, la que llega hasta la actual plaza de Cristo Rey, posiblemente con la intención de que su trazado mantuviera desde allí la dirección norte-sur y no diera el viraje hacia el oeste que hoy en día observamos. Desde el 28 de julio de 1922 llevó este nuevo vial el nombre que tiene actualmente. Un pequeño callejón sin salida que partía de ella mantuvo el nombre de Ataúlfo hasta el 1 de enero de 1954.

Fachada principal del Hospital Clínico
(Foto CC BY-SA Luis García, Zaqarbal)

El edificio más interesante de nuestra calle (hay otros, pero tienen su entrada por otras vías) es el Hospital Clínico de San Carlos, un proyecto de Manuel Sánchez Arcas y Eduardo Torroja, realizado en armonía con la explosión racionalista de la Ciudad Universitaria, de la que forma parte. Fue elaborado en 1928, las obras comenzaron en 1932 y concluyeron en 1936, justo a tiempo para convertirse en uno de los más encarnizados campos de batalla de la guerra civil. Totalmente destruido, se reconstruyó entre 1941 y 1946 respetando la idea inicial.

Isaac Peral, por Manuel Ussel de Guimbarda
(Ayuntamiento de Cartagena)

Isaac Peral y Caballero fue un marino y científico nacido en Cartagena el 1 de junio de 1851. Después de participar en la tercera guerra carlista y en la Guerra de los Diez Años cubana, en 1885 presentó su proyecto de submarino que, aunque en principio fue recibido por entusiasmo pronto obtuvo solo la indiferencia de las autoridades competentes. Peral insistió y, con el apoyo de la reina regente María Cristina, consiguió botar su invento en 1888. Nuevo éxito inicial y nuevo choque con las autoridades, que llevó a su licencia de la marina y a dedicar el resto de su vida a defender su invento contra infundios y mala fe. Enfermo de cáncer, murió en Berlín el 22 de mayo de 1895 por complicaciones tras una intervención quirúrgica. 

Otras calles de lo que hoy es nuestra villa llevaron su nombre, si bien lo cambiaron al producirse las anexiones de mediados del siglo XX o poco después. La actual calle de las Islas de Cabo Verde (con su correspondiente travesía), en el distrito de Fuencarral, se llamó de Isaac Peral hasta el 18 de febrero de 1953. Y la calle de Miosotis, en Tetuán, homenajeó al marino cartagenero desde el 1 de enero de 1902 hasta el 20 de febrero de 1948, muy poco antes de que, en junio de ese mismo año, Chamartín de la Rosa (el municipio al que pertenecía) se incorporase a Madrid.

23.6.23

Irlandeses (Calle de los)

San Patricio en una vidriera de la iglesia que le está dedicada en Junction City, Ohio (EEUU)
Foto CC BY-SA Nheyob

Entre las calles del Humilladero y del Mediodía Chica. Distrito 1 (Centro). Barrio del Palacio. 

Cuando se habló de la calle del Humilladero ya se indicó que hubo aquí una iglesia, la de San Patricio, que era popularmente conocida como “iglesia de los Irlandeses”. A pesar de que desapareció tras ser incendiada al comienzo de la guerra civil, su nombre ha quedado como recuerdo. 

Aunque así había sido desde la regularización de enero de 1835, ya que antes se había llamado de San Gregorio; Peñasco y Cambronero nos recuerdan que esto era porque la iglesia que se ha mencionado dependía del Seminario de San Gregorio de Valladolid. El nombre se cambió seguramente al existir ya por entonces otra calle de San Gregorio en el actual barrio de Chueca.

16.6.23

Infante (Calle del)

(Foto CC BY-SA Dudva)

Entre las calles de Echegaray y del León. Distrito 1 (Centro). Barrio de las Cortes. 

Dice una tradición (corroborada por el azulejo en el que aparece el nombre de la calle), que hubo por aquí una quinta que perteneció al infante don Fernando de la Cerda, hijo primogénito y por tanto heredero del rey Alfonso X el Sabio. Muerto don Fernando en 1275, tendría que haber sido su hermano el infante don Sancho quien se convirtiese en heredero al trono, pero las modificaciones a las leyes castellanas introducidas por el rey en su Código de las Siete Partidas hacían que tal prebenda pasase a los hijos de don Fernando y no a su hermano. Esto provocó una disputa entre padre e hijo; al parecer, en esta quinta se reunían los conspiradores favorables a don Sancho, encabezados por su secretario, un tal Antonio Sánchez, que a pesar de hacer mil y una promesas a la villa de Madrid no consiguió que esta dejase de ser fiel al rey, que casi lo captura tras rodear esta finca. Y como fue propiedad del infante, ahí quedó el nombre. (Por cierto, al final Sancho se salió con la suya y fue él quien sucedió a su padre).

Peñasco y Cambronero también indican, de modo mucho más prosaico, que es probable que al haber una cercana calle del Príncipe se pusiera a esta el nombre del Infante, sin más.

9.6.23

Infantas (Calle de las)

Foto: CC BY-SA Luis García, Zaqarbal

Entre la calle de Fuencarral y la plaza del Rey. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Justicia. 

Nuestra calle ostentaba ya esta denominación en el siglo XVII y como tal aparece en el plano de Texeira, aunque da la impresión de concluir en la que entonces se llamaba calle de las Torres (hoy Marqués de Valdeiglesias). Después venía un tramo que hacía una escuadra, siguiendo la tapia trasera del desaparecido convento de San Hermenegildo y frente a la célebre casa de las Siete Chimeneas. Precisamente así, de las Siete Chimeneas se llama ese trozo en el plano de Espinosa. A principios del siglo XIX se derribó la tapia de la huerta del convento y así se abrió la plaza del Rey, donde desde entonces concluye esta calle. En el artículo dedicado a la plaza del Rey se hablará más de esa histórica casa. 

Lo de Infantas se debe a una tradición que data del siglo XVII y que se explicará con más detalle cuando lleguemos a la plaza de Pedro Zerolo. Por resumir, en el espacio que ocupa esa plaza –cuya parte meridional está formada por nuestra calle– hubo un convento, el de la Paciencia, que se levantó sobre unas casas en las que se había cometido un sacrilegio y de allí salió una solemne procesión con motivo de la entrega del mismo a los frailes capuchinos menores que lo iban a ocupar. Esto ocurrió el 13 de diciembre de 1639 y la ceremonia estuvo presidida por las infantas doña María y doña Margarita, que acabaron dando nombre a la vía. 

Un nombre que no siempre ha conservado desde entonces. Répide nos indica que tras la Revolución Gloriosa se cambió por el de Marina Española, dado que el nuevo gobierno quería desterrar los apelativos que recordaban a la familia real después de haberla desterrado a ella misma. Con la Restauración lo recuperó. Sin embargo, no queda constancia de ello en las fuentes oficiales del Ayuntamiento de Madrid. No así otra modificación, también lógica, pues vino tras la proclamación de la Segunda República. El 17 de abril de 1931, tres días después del advenimiento del nuevo régimen, esta calle pasó a ser la de Rosalía de Castro. Aunque la gran poetisa gallega no era sospechosa de tener relación alguna con quienes perdieron la guerra, lo que sí perdió fue esta calle en el gran auto de fe del 26 de abril de 1940, cuando tantas vías madrileñas bautizadas o rebautizadas durante la República mudaron su nombre. Entonces volvió a ser la calle de las Infantas. Fue una injusticia, en cierto modo, que no se reparó hasta que el 29 de julio de 1980 volvió a tener Rosalía una calle en Madrid, por la zona de Peña Grande. 

En el número 13, un rombo del Ayuntamiento nos recuerda que allí vivió el médico militar oscense Fidel Pagés, que descubrió la anestesia epidural en 1921.

(Esta es la entrada número 500 de esta bitácora. La arranqué allá en noviembre de 2006, cuando quise dar salida a una serie de articulillos sobre las calles de la villa que me vio nacer y que había ido escribiendo desde unos diez u once años antes, sin esperanzas de que nadie los leyera. No es que las cifras de visitas de estas páginas sean escalofriantes, pero al menos sé que más de uno y más de diez se dejan caer por aquí. A quienes lo hacéis, millones de gracias. Yo, por mi parte, sigo manos a la obra y algún día espero que esto aparezca en forma de libro autopublicado será, por supuesto; ya tengo bastante experiencia en tales menesteres, no sé si por suerte o por desgracia...)