Entre la plaza de Lavapiés y la Ronda de Atocha. Distrito 1 (Centro). Barrio de los Embajadores.
Esta calle, amplia y despejada en relación con las de su entorno, se abrió en los terrenos que ocupaba la fábrica de salitre en el último cuarto del siglo XIX. Sin embargo no quedó totalmente expedita hasta la segunda década del siglo XX, cuando se derribaron las últimas casas que taponaban su salida a la plaza de Lavapiés. Desde entonces y, citando a Répide, se convirtió en la calle “mejor y más anchurosa de esos barrios”.
Si bien Peñasco y Cambronero indican que la calle está dedicada al jurisconsulto Wenceslao Argumosa y Bourke (1761-1831), y Federico Bravo Morata lo acepta, Répide dice que en realidad el homenajeado es el cántabro Diego de Argumosa y Obregón, cirujano (lo que apoya esta hipótesis, dada la cercanía del antiguo Colegio de Cirugía de San Carlos), nacido en 1790 y fallecido en 1865. Diego de Argumosa es el padre de la moderna cirugía en España. Fue catedrático del Colegio de San Carlos, y en el ejercicio de sus funciones dictaminó que las famosas llagas de Sor Patrocinio ni eran milagrosas ni incurables, sino que eran un engaño y se podían cicatrizar sin problemas. La gran influencia que tuvo en la
Corte de los Milagros aquella farsante hizo que a Argumosa se le invitase amablemente a jubilarse. Y cuando algunos años después se le ofreció la vuelta a su cátedra, a condición de que lo solicitase, el gran cirujano se negó y prefirió la vida retirada en su tierra. Dejó diversas obras, entre las que destaca el
Resumen de la Cirugía (1856)
Hola, me ha gustado mucho tu blog, aunque no he terminado de leer. Es muy interesante y se aprende mogollón
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