Entre las calles de Beatriz Galindo, Don Pedro, Yeseros y la Morería. Distrito 1 (Centro). Barrio del Palacio.
Todo el mundo conoce este paraje, lugar de encuentro habitual durante los festejos madrileños, como Las Vistillas y es obvio por qué. Se trata de uno de los observatorios más privilegiados con que cuenta la villa de Madrid, un mirador donde se asoma el barrio de la Morería al valle del Manzanares y desde donde se domina todo lo que se extiende al occidente de la capital. Así es precisamente como se conoció en un principio, como Plazuela de las Vistillas, Campillo de las Vistillas e incluso, desde el 13 de mayo de 1898, como Plazuela del Campillo de las Vistillas. El nombre actual lo recibió el 13 de julio de 1930.
Foto: J. L de Diego
En su pequeño jardín aledaño hay un monumento en honor de uno de los madrileños más ilustres, Ramón Gómez de la Serna, obra del escultor Enrique Pérez Comendador, inaugurado en 1973 y que se halla en el centro del pilón de una fuente; incluye, además de un busto en altorrelieve del escritor, numerosas alegorías de su arte y está culminado por una joven desnuda que alza los brazos.
También está aquí ahora la Violetera de Santiago de Santiago que hemos conocido en la esquina de la Gran Vía con la calle de Alcalá. Allí se inauguró en 1991 y causó bastante polémica, tanto que nueve años después fue retirada y guardada en algún almacén municipal hasta que en 2003 reapareció en este lugar de las Vistillas, que tan poco es mal emplazamiento para recordar a aquellas mujeres a las que están dedicados los tan conocidos versos
Como ave precursora de la primaveraen Madrid aparece la violetera
que se pueden leer en su pedestal.
Foto: J. L. de Diego
Para seguir hablando de escultores, Répide nos cuenta que aquí tuvo su estudio Victorio Macho, que tantas muestras de su arte dejó en Madrid.
Por estos pagos anduvo asimismo el palacio del duque del Infantado, que lo levantó a mediados del siglo XVIII y fue poco a poco adquiriendo más y más terrenos por esta zona para ampliarlo. Al final, quien se quedó con la finca fue el obispado y en el solar del palacio hoy está el Seminario Conciliar.
Volvemos a Répide para contar que desde este mirador no solo pretendieron algunos ver apariciones religiosas que llegaban en procesión desde la Sierra de Guadarrama, sino que fue el punto de reunión de quienes quisieron observar y admirar el cometa Halley en su visita de 1910.
Gabriel Miró Ferrer, escritor nacido en Alicante el 28 de julio de 1879, es quien hoy en día da nombre a este campillo, plaza o plazuela. Estudió leyes y ocupó diferentes puestos como funcionario en su tierra natal, en Barcelona y en Madrid, donde vino a vivir en 1920. A pesar de este peregrinaje, siempre reflejó en sus obras el ambiente y la luz levantinos, focalizados en la imaginaria ciudad de Oleza, trasunto de Orihuela. Entre sus obras destacan Las cerezas del cementerio (1910), Figuras de la Pasión del Señor (1916), Nuestro Padre San Daniel (1921), El obispo leproso (1926) o Años y leguas (1928). Murió en nuestra villa el 27 de mayo de 1930.
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