Foto: Basilio
Entre la Puerta del Sol y la plaza de Jacinto Benavente. Distrito 1 (Centro). Barrio de Sol.
La calle de las Carretas es la salida natural por el sur de la Puerta del Sol y, como tal, en tiempos fue una vía de primer orden para el tráfico, rodado o no, de la villa. Los diferentes cronistas consultados están de acuerdo en decir que el nombre le viene de una barricada hecha con carretas por los comuneros para hacer frente a las tropas de Carlos V, barricada que se hizo por esta zona cuando aún era extramuros. Capmani y Répide incluso se detienen a dar una descripción bastante detallada del hecho de armas, que incluyó el bárbaro acto, por parte de los defensores, de colocar sobre las carretas a los enfermos del cercano hospital de San Ricardo para que los atacantes se avinieran a un acuerdo, como finalmente sucedió. Peñasco y Cambronero, que también se hacen eco de esto, lo sitúan en el mundo de las tradiciones ya que, según ellos, los documentos que pudieron consultar solo permitían hablar de una resistencia comunera en el Alcázar y no en otros puntos de Madrid.
Sea como fuere, hubiese o no carretas en aquella sublevación, el nombre quedó así desde que empezaron a construirse casas. No se caracteriza la calle por albergar en sus aceras –por cierto, las primeras que hubo en Madrid, junto con las de la calle de la Montera, construidas por los propios vecinos por orden del alcalde marqués viudo de Pontejos en cumplimiento de añejas normas a las que nadie había hecho caso hasta entonces y que, como todas las novedades, levantó las correspondientes protestas de los madrileños- grandes edificios históricos ni monumentos deslumbrantes, pero algo hay digno de mención. Por ejemplo, que aquí estuvo, concretamente en el número 4, el célebre café del Pombo, donde mantuvo su tertulia Ramón Gómez de la Serna, y que no pudo sobrevivir ni a la posguerra ni a la ausencia de su asiduo más famoso, exiliado allende el océano. En el número 10 hay un edificio que es el único mencionado en la Guía de Arquitectura y Urbanismo de Madrid del Colegio Oficial de Arquitectos (al menos en la edición que yo poseo, que ya tiene unos años). Un edificio que se hizo recientemente famoso. Se trata del antiguo Hotel Residencia Madrid, una obra de corte neoclásico proyectada hacia 1930 por Ramón Lucini Calleja; llevaba un tiempo abandonado cuando fue ocupado el 15 de octubre de 2011 por grupos próximos al movimiento 15-M, que indicaron que iban a utilizarlo para realojar a familias desahuciadas. La aventura acabó apenas dos meses después, cuando el 5 de diciembre fueron expulsados por la policía y las puertas del hotel tapiadas, como siguen en la actualidad.
Isabel Gea destaca en su obra sobre los nombres de nuestras calles que esta podría ser llamada “calle de las ortopedias”, por el gran número de ellas que había, al menos hace unos 20 años, cuando fue escrito ese libro. Hoy en día ya no sería tanto, puesto que solo quedan dos, bastante añejas por cierto, al menos en su aspecto, y lo que más abunda en la calle de las Carretas son las tiendas de ropa. Y, hablando de tiendas de ropa, no se puede dejar de mencionar a las desaparecidas Sederías Carretas, cuya publicidad tanto pude escuchar en la radio durante mi infancia, fundada en el número 6 por Pepín Fernández y su primo César Rodríguez en septiembre de 1934. Esta tienda fue el germen de lo que unos años después, en 1943, fue Galerías Preciados, el primer gran almacén por departamentos español. Sederías Carretas, a pesar de pertenecer al grupo, mantuvo su nombre hasta después de la muerte de su fundador, en 1982. 13 años después, Galerías Preciados, en suspensión de pagos y abocada a la liquidación, fue absorbida por su principal competidor, El Corte Inglés, que había sido creado por… César Rodríguez.
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