25.3.22

General Palanca (Calle del)


Entre los paseos de Santa María de la Cabeza y de las Delicias. Distrito 2 (Arganzuela). Barrios de la Chopera y Delicias. 

Volvemos al sur del Ensanche, a una calle que, aunque estaba trazada desde mucho antes, no recibió oficialmente un nombre hasta el 26 de marzo de 1924. Fue el que lleva actualmente, aunque Répide nos indica que antes se conoció como calle Particular

Desde la fecha indicada recuerda a Carlos Palanca Gutiérrez, militar y diplomático nacido en Valencia el 24 de mayo de 1819. Ingresó en el ejército en 1839. Estuvo en varios destinos en la Península y en Filipinas, primero durante unos meses en 1843-44 y otra vez desde 1853. Allí se encontraba cuando se produjo la intervención francoespañola en Cochinchina, conflicto en el que ejerció tareas no solo castrenses, sino también como ministro plenipotenciario. Después estuvo en Canarias, donde casi es encarcelado a causa del tono de una petición de destino en la Península. Sin embargo, el triunfo de la Revolución Gloriosa lo rehabilitó poco antes de ir a prisión. Tras esto, marchó a Puerto Rico y a Cuba, donde participó en la Guerra de los Diez Años. En 1872 retornó otra vez a la metrópoli y se hizo cargo de la capitanía general de Canarias, de la que fue cesado en 1874. De nuevo estuvo a punto de ir a prisiones militares a causa de un artículo publicado ese mismo año en el que criticaba al general Serrano, responsable de su destitución. Sin embargo, por entonces ya estaba enfermo y solo tuvo que cumplir un arresto domiciliario hasta que fue indultado. Murió en Madrid el 16 de junio de 1876.

18.3.22

General Oráa (Calle del)

Marcelino Oráa
(Dibujo de Francisco Sáinz, 1845)

Entre la plaza de Emilio Castelar y la calle de Francisco Silvela. Distrito 4 (Salamanca). Barrios de Lista y de la Castellana. 

Nace nuestra calle junto al paseo de la Castellana con orientación hacia el nordeste y, al cruzarse con la de Serrano da un brusco giro para adquirir la habitual de las calles del barrio de Salamanca, insertándose en su cuadrícula. Pasa también de una anchura respetable a la angostura que muestran sus homólogas sitas entre las vías principales del barrio. Justo en el comienzo de esa parte más estrecha está el que quizá sea el edificio más singular de los que muestra su fachada a esta calle. Se trata de la que fuera casa-palacio del conde de Cedillo, una construcción de aspecto escurialense que es una muestra temprana del estilo nacionalista que tanto predominó durante el franquismo. Sin embargo, esta obra del arquitecto Eduardo Gambra se levantó en 1923. En ella residió en su día Ramón del Valle-Inclán; hoy alberga viviendas de lujo. 

Desde el 21 de julio de 1880, fecha en la que el Ayuntamiento dio u oficializó el nombre de numerosísimas calles de la villa, está dedicada al militar navarro Marcelino Oráa Lecumberri, nacido en Beriain el 28 de abril de 1788. Aunque estudió leyes, durante la guerra de la Independencia empezó a hostigar a los invasores franceses antes de alistarse, en septiembre de 1810. Participó en la guerra y, a su término estuvo destinado en Cataluña, en Navarra y en Valladolid. Se opuso a la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis, durante la cual fue hecho prisionero y posteriormente se le licenció del ejército. Se reincorporó en 1827; cuando estalló la primera guerra carlista era coronel. Se destacó en esa contienda, especialmente en la batalla de Luchana (diciembre de 1836). Acabada la guerra, fue capitán general de Filipinas, donde estuvo entre 1840 y 1844. En 1847 fue fugaz ministro de la Guerra en el también fugaz gobierno de Carlos Martínez de Irujo, marqués de casa Irujo. No fue el único cargo político que desempeñó, pues también fue senador por Teruel y Navarra y, desde 1845, vitalicio, aunque jamás llegó a tomar iniciativa parlamentaria alguna. Murió en su localidad natal el 23 de noviembre de 1851.

11.3.22

General Mitre (Calle del)

Bartolomé Mitre
(Dagerrotipo de 1854)

Entre la Gran Vía y la plaza de los Mostenses. Distrito 1 (Centro). Barrio de Universidad. 

Esta calle no existió hasta que se levantaron las construcciones correspondientes al tercer tramo de la Gran Vía. Forma parte de una pequeña vía proyectada por Octavio y Sallaberry que corta transversalmente a la nueva avenida y cuya otra parte, cruzada la Gran Vía, es la calle del Doctor Carracido (véase). Tiene la denominación actual (sin el nombre de pila del homenajeado) desde el 24 de junio de 1921, aunque fue bautizada el 1 de enero de ese año como calle del General Bartolomé Mitre.

Bartolomé Mitre nació en Buenos Aires el 26 de junio de 1821. Militar, recorrió varios países de Sudamérica antes de volver a Argentina para derrotar, junto a Urquiza, al general Rosas (1852). Diputado por Buenos Aires, apoyó la negativa de esta provincia a aceptar la Constitución federal de 1853, lo cual provocó una guerra civil (1859-61) victoriosa para los bonaerenses. Fue elegido como primer presidente de la República Argentina en octubre de 1862 y prolongó su mandato hasta 1868. En 1863 logró que España reconociese la independencia de su país. El año 1874 se presentó de nuevo a las elecciones, pero fue derrotado fraudulentamente y se puso al frente de una rebelión que fracasó. Se le amnistió y desde entonces encabezó la oposición. No sólo destacó como político y militar, sino que también fundó el diario La Nación, escribió estudios históricos, poesía y novelas, además de traducir, entre otras obras, la Divina Comedia. Murió en Buenos Aires el 19 de enero de 1906.

4.3.22

General Martínez Campos (Paseo del)

El general Martínez Campos, por Madrazo
(Palacio del Senado, Madrid)

Entre las plazas del Pintor Sorolla y de Emilio Castelar. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Almagro. 

El 3 de septiembre de 1852 entró esta vía en el nomenclátor municipal. Si bien al principio había sido conocida como Paseo Novelesco, en la fecha indicada pasó a llamarse paseo del Obelisco. Esto fue así porque en el lugar donde acaba, la plaza de Emilio Castelar, se erigía por entonces el obelisco conmemorativo del nacimiento de Isabel II, que más adelante se trasladaría a la plaza de Manuel Becerra y hoy se puede ver en el parque de la Arganzuela, muy cerca de Madrid Río. El 11 de marzo de 1914 decidió el Ayuntamiento darle su denominación actual, aunque hubo un paréntesis, entre el 23 de junio de 1931 y el 26 de abril de 1940, en que estuvo dedicada a Francisco Giner, una acción bastante lógica, como en seguida veremos. 

El edificio que albergó la Residencia de Señoritas
(Foto: CC BY-SA Luis García, Zaqarbal)

Como nos hallamos en la parte de Chamberí más cercana al paseo de la Castellana es lógico que por aquí abunden los edificios de aspecto noble y monumental. Entre ellos hay varios colegios religiosos, pero, en vivo contraste, también algunos que estuvieron relacionados con una de las organizaciones educativas más importantes e influyentes de nuestra historia: la Institución Libre de Enseñanza. De hecho, su sede estuvo en el número 8 y allí murió uno de sus impulsores, Francisco Giner de los Ríos (de ahí lo adecuado del cambio de nombre con el advenimiento de la república). También fueron de la benemérita Institución las casas que están en los números 31 –hoy ocupado por el British Council– y 46. Esta última es una de las joyas del racionalismo madrileño, una obra de Carlos Arniches Moltó construida entre los años 1932 y 1933, la época dorada de este estilo. Fue la Residencia de Señoritas de la Institución, más tarde Colegio Mayor y hoy tiene ahí su sede el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset.

Interior del Museo Sorolla
(Foto: Inés López Martín)

Pero retrocedamos un poco y cambiemos de acera para visitar el que quizá sea el punto más interesante de nuestra calle. Está en el número 37 y es la casa que ocupó en su día el pintor Joaquín Sorolla y en la actualidad alberga el museo que lleva su nombre. Fue su arquitecto Enrique María Repullés y Vargas, que contó con la ayuda del gran artista en su diseño. Hoy encajada entre edificios modernos mucho más altos que ella, en esta casa se muestra una extraordinaria colección de pinturas del valenciano además de enseres y muebles originales magníficamente conservados. 

Arsenio Martínez Campos nació en Segovia el 14 de diciembre de 1831. Estuvo a las órdenes de Prim en la guerra de Marruecos de 1859-60 y en la expedición a México de 1863. Tras la Revolución Gloriosa, marchó a Cuba, donde pasó los tres primeros de la llamada Guerra de los Diez Años. Vuelto a la Península, participó en la Tercera Guerra Carlista en la zona de Cataluña y Levante. Después del pronunciamiento de Pavía que disolvió las Cortes republicanas en enero de 1874 fue partidario de la restauración de los Borbones en oposición al gobierno de Serrano. Sabedor de que se preparaban represalias contra él, marchó de incógnito a Sagunto, donde se sublevó proclamando rey a Alfonso XII el 29 de diciembre de 1874. Con ello dio fin a la Primera República y al Sexenio Revolucionario. Después de esto contribuyó a la liquidación de los últimos focos carlistas. Tras un fugaz paso por las Cortes como diputado por Sagunto retornó a Cuba, donde logró el final de la guerra de los diez años con la paz del Zanjón (1878).

Arsenio Martínez Campos en 1891
(Foto de Zenón Quintana)

 A su regreso de Cuba fue senador, ministro de la Guerra y presidente del Gobierno durante unos meses en el año 1879 a instancias de Cánovas. Desencantado con él, se pasó al partido de Sagasta con quien repitió cargo como ministro de la Guerra entre 1881 y 1883; durante su mandato se creó la Academia General Militar, cuya sede fue el Alcázar de Toledo. Vuelto a la actividad militar, fue capitán general de Cataluña (en esta época sufrió un atentado sin consecuencias) y luego mandó tropas españolas en Marruecos y de nuevo en Cuba tras la reanudación de la guerra en 1895. Solo duró un año allí dada su incapacidad de lograr un nuevo acuerdo de paz como el de 1878; fue sustituido por Valeriano Weyler y retornó a la Península. Murió en Zarauz el 23 de septiembre de 1900.

25.2.22

General Lacy (Calle del)


Entre las calles de Méndez Álvaro y de Ramírez de Prado. Distrito 2 (Arganzuela). Barrios de las Delicias y de Palos de Moguer. 

La idea inicial, en el proyecto del Ensanche, era que nuestra calle se hubiese prolongado mucho más hacia el sur, hasta llegar a la confluencia de la calle de Embajadores con el paseo del Molino, pero al final no pasó de la actual calle de Ramírez de Prado, que en la época de Répide eran “terrenos del ferrocarril de Madrid a Cáceres y Portugal”. Justo en esa zona está la que fue fábrica de cervezas y hoy Biblioteca Central de la Comunidad de Madrid, de la que se hablará cuando lleguemos a la calle de Ramírez de Prado. 

Luis Lacy y Gautier, cuyo nombre lleva la calle desde el 21 de julio de 1880, nació en San Fernando (Cádiz) el 11 de enero de 1775; como bien indican sus apellidos, sus padres eran descendientes de irlandeses y franceses. De familia de militares, ingresó en el ejército siendo un niño. Participó en la campaña del Rosellón en 1794 y, tras ser expulsado del ejército mientras servía en Canarias, se alistó para formar parte de las tropas francesas que luchaban en los diferentes estados alemanes. Tras la invasión francesa, desertó y volvió a servir en el ejército español en su lucha contra las fuerzas napoleónicas. Contrario al absolutismo, participó junto al general Francisco Milans del Bosch en un pronunciamiento que tuvo lugar en Cataluña en favor de la Constitución de Cádiz en 1817. Fracasada la intentona, Milans logró huir, pero Lacy cayó prisionero. Fue juzgado (su expediente de acusación fue redactado por el general Castaños) y ejecutado en Palma de Mallorca el 5 de julio de ese mismo año.

18.2.22

General Ibáñez de Ibero (Calle del)


Entre el paseo de San Francisco de Sales y la avenida de la Reina Victoria. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Vallehermoso. 

No estaba nuestra calle prevista en el plan inicial del Ensanche; por aquí tenían que haber andado las prolongaciones de las calles de Blasco de Garay y Galileo. Sin embargo, el desarrollo de esta zona se dio de forma diferente. Fue en la segunda década del siglo XX cuando se empezó a formar la vía, que fue denominada calle B por el Ayuntamiento el 1 de enero de 1924. No tardó mucho en cambiar de nombre. Por entonces se estaba empezando a construir allí la sede del Instituto Geográfico Nacional y el 26 de marzo de ese mismo año se decidió homenajear a quien fue su primer director. 

Nació Carlos Ibáñez e Ibáñez de Ibero en Barcelona el 14 de abril de 1825. Ingresó muy joven en el ejército y tras unos comienzos un tanto agitados, en los que participó en alguna de las algaradas militares tan abundantes en el siglo XIX, adoptó desde 1851 un perfil más científico. Fue uno de los principales impulsores de la geodesia en España y participó en la medición de la base de Madridejos, el punto de partida de la red geodésica española. También estuvo en las comisiones que determinaron el valor internacional del metro y el kilogramo. Se le deben algunas interesantes representaciones de las calles y los inmuebles de Madrid, como el “plano parcelario” o las llamadas “hojas kilométricas”, ambos trabajos de la década de 1870. Fue el primer director del Instituto Geográfico Nacional (llamado entonces Instituto Geográfico y Estadístico), creado en 1870 por Eduardo Benot, cargo que ocupó hasta 1889. Murió en Niza el 28 de enero de 1891. En la esquina con el paseo de San Francisco de Sales hay desde el año 1957 un monumento en su memoria.

Reproducción de la Hoja Kilométrica 7F en el suelo del
vestíbulo del Edificio 17, Universidad Carlos III de Madrid, campus de Getafe.
(Foto del autor)

El edificio del Instituto, que como ya hemos comentado se encuentra en esta calle y es el motivo de su denominación, fue construido entre 1923 y 1929 según un proyecto de Pedro Mathet y Rodríguez y se podría encuadrar dentro de un prerracionalismo que evoluciona desde el estilo neomudéjar tan utilizado en Madrid por aquella época.

Monumento al general Ibáñez de Ibero, en la calle de su nombre
(Foto CC BY-SA Harvey Kneeslaper)

Una curiosidad de esta calle es que su numeración va al revés de lo habitual en la villa, esto es, empieza en el punto más alejado de la Puerta del Sol, su confluencia con la avenida de la Reina Victoria.

 

11.2.22

General Díaz Porlier (Calle del)

Juan Díaz Porlier
Grabado de José Fernández Cuevas aparecido en 
La ilustración gallega y asturiana (1880)

Entre las calles de Alcalá y de Francisco Silvela. Distrito 4 (Salamanca). Barrios de Goya y de Lista. 

El único edificio que destacan nuestros cronistas en esta calle es el convento de monjas del Beato Orozco, que se hallaba en la esquina con la calle de Goya, donde hoy se levantan unos grandes almacenes. No nos debimos de perder nada con su desaparición; Répide nos indica que su iglesia era de ese “estilo gótico tan rutinariamente usado” a finales del siglo XIX. 

El primer nombre de nuestra calle, dado por el Ayuntamiento el 21 de julio de 1880, fue el de General Porlier. Acabada la última guerra civil, el 4 de julio de 1941, el régimen franquista le puso el nombre de los Hermanos Miralles, que lucharon en su bando durante la contienda fratricida. El 25 de enero de 1980 recuperó la denominación original, eso sí, con el añadido del primer apellido del homenajeado. 

Nació Juan Díaz Porlier en Cartagena de Indias, en 1788; la identidad de sus padres es dudosa, aunque es probable que fueran Esteban Antonio Porlier, militar de infantería, y una sobrina del virrey que posiblemente fue ingresada en un convento tras el alumbramiento. Siendo un niño, se trasladó primero a Buenos Aires y luego a La Habana de la mano de María Ignacia Salas, viuda del virrey de Nueva Granada. En 1802 se enroló en la capital de Cuba en el barco que mandaba Rosendo Porlier, hermano de su supuesto padre. Estuvo, a las órdenes de Gravina, en el combate naval de Trafalgar. Luego pasó a la infantería y participó en la guerra de la Independencia, primero de forma regular y luego como jefe de una partida de guerrilleros que actuó sobre todo por el norte de España. Fue entonces cuando le dieron el apodo de El Marquesito. Acabada la guerra, se opuso al absolutismo de Fernando VII y participó en el pronunciamiento de septiembre de 1815 en La Coruña, a resultas de lo cual fue ahorcado en esa ciudad el 3 de octubre siguiente.

4.2.22

General Castaños (Calle del)

El general Castaños, por Vicente López (1848)
(Colección del duque de Bailén, Toledo)

Entre la plaza de las Salesas y la calle de Génova. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Justicia. 

En el plano de Texeira, la primera parte de nuestra calle es en realidad un callejón sin salida llamado de las Ánimas. Cuando se urbanizaron los terrenos que antes pertenecieron al convento de las Salesas se abrió el resto, primero hasta la calle de Orellana y luego hasta su final actual, en la de Génova. Gran parte del lado de los pares no existe, ya que allí está la amplia explanada con jardines de la plaza de la Villa de París. Mucha relación tiene esta vía con la Administración de Justicia, ya que al principio, haciendo esquina con la plaza de las Salesas, están, por un lado, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y, enfrente, la fachada lateral del Tribunal Supremo, una vez pasada la iglesia de Santa Bárbara, cuyo lado también da aquí. De hecho, la plaza de la Villa de París se llamó en tiempos de la Audiencia, como veremos al llegar al artículo correspondiente. En esta zona ajardinada me contaba mi abuela que, con trece o catorce años, bajaba a jugar a la cuerda al poco de llegar a Madrid (hacia 1929) para servir en una casa que estaba precisamente en la calle del General Castaños. 

Que así se llama desde el 20 de diciembre de 1875, en homenaje a uno de los héroes de la guerra contra los invasores franceses. En Madrid nació Francisco Javier Castaños el 22 de abril de 1758, de padres vascos. Estudió en el Seminario de Nobles de nuestra villa y con solo diez años ya fue nombrado capitán de infantería por Carlos III, no por sus méritos, lógicamente, sino por los de su padre. Su vida militar empezó verdaderamente en Cádiz, en 1774. Era coronel cuando participó en 1793 en la guerra contra la Francia revolucionaria. Estaba al mando de la comandancia del Campo de Gibraltar, ya como teniente general, cuando la Junta Suprema de Sevilla le encomendó la puesta en marcha de un ejército en Andalucía como respuesta a la invasión napoleónica. Fue este ejército el primero que fue capaz de infligir una derrota a las fuerzas imperiales francesas, en la batalla de Bailén (19 de julio de 1808). Después de esto fue presidente del Consejo de Regencia.

La rendición de Bailén, por Casado del Alisal
(Museo del Prado, Madrid)

Acabada la guerra, permaneció fiel al poder absoluto de Fernando VII (en 1833 fue nombrado duque de Bailén) y, salvo en el periodo del Trienio Constitucional, ocupó altos cargos militares y civiles. Fue presidente del Consejo de Estado y de las Cortes y también del Consejo de Regencia durante la minoría de edad de Isabel II, de quien fue asimismo tutor en 1844. Murió en Madrid el 24 de septiembre de 1852, sumido en el olvido y la pobreza. Estuvo enterrado en el Panteón de Hombres Ilustres, pero en 1963 sus restos se trasladaron a la ciudad a la que su nombre estará siempre unido, Bailén.

28.1.22

General Arrando (Calle del)

José Arrando Ballester
Detalle de un cuadro de Honorio Romero
(Imagen CC BY-SA Columbusalbus)

Entre las calles de Santa Engracia y de Almagro. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Almagro. 

No nos vamos de Chamberí, pero ahora estamos en la zona que antes se urbanizó; ya en época de Répide el gran cronista decía de nuestra calle que era “tranquila y aristocrática”. En efecto, aún se conservan varios palacetes, como el que mandó levantar el duque de Tamames, en la esquina con la calle de Fernández de la Hoz, obra de Joaquín Saldaña construida entre 1913 y 1914 o el que fue del conde de Cedillo y después de Manuel Pérez de Ayala, en los números 19 y 21. Se desarrollaron las obras de este último los años 1897-99 según un proyecto de Joaquín M. Fernández y luego se amplió en dos fases, en 1904 y 1910, por el arquitecto Manuel Pardo; el resultado es un ejemplo del arte historicista en boga por la época, en este caso con la pretensión de emular la estética de la Edad Media.

Casa Pérez de Ayala
(Foto: CC BY-SA Luis García, Zaqarbal)

Justo antes de esta casa-palacio está el edificio del Instituto Provincial de Oftalmología, hoy dependiente del Hospital Gregorio Marañón pero que fue fundado como entidad de beneficencia por la reina María Victoria, esposa de Amadeo de Saboya, en 1872. Primero estuvo en la calle de Atocha, pero luego el arquitecto José Urioste levantó para él en nuestra calle este característico edificio de ladrillo visto entre los años 1897 y 1903. Esto se hizo gracias al legado de Francisco de las Herrerías y del Arco, un caballero muy rico que dejó a su muerte una ingente cantidad de dinero para obras benéficas. Fue su amigo Juan Nicolás de Acha, también filántropo y pintor, quien lo hizo posible como su albacea.

El Instituto Oftálmico Provincial
(Foto: CC BY-SA Zarateman)

Un tanto agitada es la historia de los nombres que ha llevado esta calle; han sido muchos. El primero, que el Ayuntamiento le dio el 2 de marzo de 1887, fue el de Isabel Colbrand, cantante madrileña y esposa de Gioacchino Rossini. Répide se queja amargamente de que la corporación decidiese, el 20 de diciembre de 1895, desterrar a esta gran artista nacida en nuestra villa para dar a la calle el nombre que tiene hoy en día. De hecho, en su artículo dedica seis o siete veces más de espacio a hablar de ella que del general Arrando. Casi un siglo tardó la Casa de la Villa en desfacer el entuerto, pues el 1 de agosto de 1983 volvió doña Isabel a nuestro callejero, bien que bastante alejada del centro, en los confines del término municipal, ya casi en Alcobendas. (Como nota curiosa, indiquemos que Peñasco-Cambronero se olvidan de esta calle en su obra, que data de 1889, cuando ya existía.) 

Isabel Colbrand (Madrid, 1785 - Bolonia, 1845)
Pintura de Johan Baptist Reiner (c. 1835, Neue Pinakothek, Múnich)
Esta calle debería llevar el nombre de esta dama

Pero tampoco este militar –del que en seguida hablaremos– tenía el puesto fijo. El 11 de junio de 1937, en plena guerra civil, fue él quien sufrió, a su vez, el destierro, pues la vía pasó a denominarse de Froilán Carvajal. Se trata de un político republicano del siglo XIX, nacido en la localidad conquense de Tébar el 5 de octubre de 1830 y fusilado en Ibi el 8 de octubre de 1869 a causa de su participación en varios levantamientos republicanos. Curiosamente (o no) los militares que lo prendieron estaban al mando del entonces coronel Arrando, de quien, como he dicho unas líneas más arriba, pronto trataremos. 

Acabada la guerra, el 29 de abril de 1939 la calle recuperó su nombre, pero fue por poco tiempo. El 4 de julio de 1941 de nuevo fue rebautizada como calle del General Goded, uno de los participantes en el golpe de estado y posterior sublevación militar de julio de 1936 contra la legalidad republicana. Por fin, el 25 de enero de 1980 volvió de nuevo a su placa la denominación de calle del General Arrando

¿Hablamos por fin de él? José Arrando Ballester nació en Tales, en la provincia de Castellón, el 18 de marzo de 1815. Sus primeros pasos en el ejército los dio durante la primera guerra carlista. Casi siempre destinado en Cataluña, se adhirió a la Revolución Gloriosa y se dedicó a “pacificar” la zona de Levante (en esa época fue cuando mandó fusilar a Froilán Carvajal). También fue muy activo en la tercera guerra carlista; acabó su carrera militar en 1887 como capitán general de Extremadura. Luego participó en política dentro del Partido Liberal de Sagasta y fue diputado por Nules y senador por Toledo. Murió en Madrid el 15 de enero de 1893. 

Creo que el juicio de Répide es lapidario: “Fue uno de tantos generales que ha tenido España en el siglo XIX. No se trata de un personaje histórico que merezca la perpetuación de su nombre en la denominación de una calle, ni mucho menos es admisible que para ello se haya privado de su legítima recordación a una ilustre hija de Madrid como Isabel Colbrand”. Nada que añadir.

21.1.22

General Álvarez de Castro (Calle y Glorieta del)

Va la calle de la de Eloy Gonzalo a la de José Abascal. La glorieta está entre la calle del mismo nombre y la de García de Paredes. En ambos casos, distrito 7 (Chamberí). Barrio de Trafalgar. 

No nos vamos de Chamberí. Nuestra calle, en los tiempos de Répide aún estaba recién estrenada, como quien dice (a pesar de que existe oficialmente desde el 3 de septiembre de 1852, primero como calle del General Álvarez y a partir del 8 de febrero de 1866 con la denominación actual). Solo estaba urbanizada en parte su primera porción, la que llega a la glorieta. Más allá había solares, cruzados por una calle desaparecida que se llamó de Buenos Aires (o del Zarzal, según Répide). Ya que hemos citado a uno de nuestros cronistas de cabecera, digamos que por esta zona ya no hay esa “mezcla” de población que mostraba cuando esto era un “paraje aún no urbanizado del todo y algo apartado del centro”. Tampoco, cabe suponer, están esos sospechosos “nidos misteriosos propios al cobijo galante” que menciona.

Mucho más reciente es la creación de la glorieta, que se conoce así desde el 1 de enero de 1928, cuando la urbanización de la zona era algo más completa que la que vio Répide unos años antes, en la época en que redactó su artículo.

El CEIP Rufino Blanco
(Foto CC BY-SA Ricardo Ricote)

De esa época es, precisamente, un notable conjunto de edificios que hay en la esquina con la calle de José Abascal. Es una obra de 1931-32 levantada según un diseño de Bernardo Giner de los Ríos. La parte que da a nuestra calle la ocupa hoy un Colegio de Primaria, el “Rufino Blanco”. 

Mariano Álvarez de Castro, héroe de Gerona, nació en Granada el 8 de septiembre de 1749. Ingresó muy joven en la milicia y participó en muchos hechos de guerra (sitio de Gibraltar en 1787, campaña del Rosellón en 1793, “guerra de las Naranjas” con Portugal en 1801) antes de ser nombrado gobernador del Castillo de Montjuïc, que tuvo que entregar a los franceses en contra de su voluntad y después de numerosas protestas. Al año siguiente se convirtió en gobernador militar de Gerona, donde resistió un asedio de siete meses de las tropas francesas. Tuvo que capitular el 10 de diciembre de 1809; los franceses, a pesar de que estaba enfermo, lo llevaron cautivo a Perpiñán y después al castillo de Figueras. Allí sufrió torturas que, unidas al agotamiento y a la mala salud debidas a las terribles condiciones del sitio de la ciudad lo llevaron a la muerte el 22 de enero de 1810.

14.1.22

Gaztambide (Calle de)


Entre las calles de Alberto Aguilera y de Domenico Scarlatti. Distrito 7 (Chamberí). Barrios de Gaztambide y Vallehermoso. 

Volvemos al ensanche de Chamberí. Hace un siglo, la parte final de nuestra calle aún estaba sin urbanizar; cruzaba el llamado Cerro del Pimiento, donde había un hospital de epidémicos (¿un precedente del Zendal?) que despareció en 1905. 

Delimita esta calle la manzana en la que se encuentra la Casa de las Flores, monumento nacional desde 1981, obra de Secundino Zuazo levantada entre 1930 y 1932 y que, a decir de la Guía del COAM es “una de las mejores propuestas y soluciones del urbanismo racionalista en Madrid” y “un hito en la concepción de la arquitectura” en nuestra villa. En ella vivió Pablo Neruda mientras ejerció sus funciones consulares. Dañada durante la guerra civil, fue restaurada poco después de su finalización.

La Casa de las Flores
(Foto: CC BY-SA Luis García)

Répide nos habla de un “asilo de sirvientas” en la esquina con la calle de Rodríguez San Pedro. Hoy en día allí está el campus madrileño de la Universidad Pontificia de Salamanca. 

Desde el 21 de julio de 1880 homenajea al compositor navarro Joaquín Gaztambide, nacido en Tudela el 7 de febrero de 1822. Estudió música en su ciudad natal, en Pamplona y en Madrid. Trabajó en varias orquestas de teatros –algunas de las cuales dirigió– hasta que en 1856 se hizo socio de la empresa gestora del Teatro de la Zarzuela, que también dirigió y donde se estrenaron muchas de sus obras, la mayoría de las cuales están hoy en día olvidadas, desgraciadamente. Murió en nuestra villa el 18 de marzo de 1870.

17.12.21

Gasómetro (Calle del)

La entrada y la chimenea de la antigua fábrica del gas.
(Foto CC BY-SA Edescas)

Entre la Ronda de Toledo y el paseo de Juan Antonio Vallejo-Nájera Botas. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio de las Acacias. 

Daba nuestra calle en su día a uno de los laterales de la fábrica del gas, que allí se mantuvo hasta finales del siglo pasado y de la que hoy solo se conservan la chimenea y parte de la entrada. El resto de sus terrenos lo ocupan un parque, llamado Jardín del Rastro y viviendas modernas; también se abrió una calle, la del Concejal Benito Martín Lozano. Hoy en nuestra vía se ven sobre todo edificios modernos, fruto de la reconversión de esta zona otrora fabril e industrial. En principio acababa en el paseo de las Acacias, pero en los últimos años del siglo XX se abrió el trozo que la prolongó hasta su final actual. 

Répide cuenta como anécdota que, a pesar de su nombre –que, por cierto, lleva desde el 21 de julio de 1880–, fue esta la última de las calles de Madrid en mantener un alumbrado de petróleo, cuando el de gas ya era generalizado en el resto de la villa.

Hemos vuelto a llegar a la última entrada de un año y de nuevo la maldita pandemia tiene que ser protagonista de estas palabrejas de felicitación que me gusta añadirle. Estamos sumidos en la sexta ola, que por suerte vamos capeando mejor que las anteriores gracias a las vacunas. Ojalá cuando el año que viene por estas fechas esté redactando unas líneas semejantes a estas tenga que hacer un esfuerzo para ser original y no recurrir a las típicas frases hechas con las que se desea gran felicidad y prosperidad cuando dobla el calendario y ojalá que la COVID-19 y su causante no sean más que un mal recuerdo (o, si me apuráis, algo semejante a una vulgar gripe estacional, que también causa sus trastornos pero no nos vuelve tan locos). En cualquier caso, felices fiestas y próspero año nuevo a todo el mundo y en especial a quienes tenéis la paciencia de leer estas entradillas sobre los nombres de las calles de la villa que me vio nacer. ¡Vamos, 2022, que no tienes el listón muy alto!

10.12.21

Garellano (Calle de)

Mapa de la batalla de Garellano
(Corregido y completado por Zaqarbal)

Entre las calles del Doctor Santero y de Tenerife. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de Bellas Vistas. 

Cuando el 1 de enero de 1902 el Ayuntamiento incluyó esta calle en el nomenclátor municipal, el nombre asignado fue el de Conde Duque. Poco duró tal denominación, pues un año después, el 9 de enero de 1903, y seguro que para corregir una absurda y evitable duplicidad, se le otorgó el nombre actual. La batalla de Garellano tuvo lugar entre el 28 y el 29 de diciembre de 1503 en las cercanías del río del mismo nombre, en el reino de Nápoles, y enfrentó a las tropas francesas con las españolas mandadas por el Gran Capitán. La victoria española expulsó a los franceses de Nápoles y supuso el reconocimiento de la posesión de ese reino a Fernando el Católico.

3.12.21

Garcilaso (Calle de)


Entre las calles de Luchana y de Raimundo Lulio. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Trafalgar. 

Aunque ya no se ven aquí las “construcciones primitivas” del barrio de Chamberí que sí pudo contemplar Répide en su época sí que se conservan dos edificios antiguos en esta calle. Uno de ellos, que hace esquina con la calle de Alburquerque quizá fuese aquel que, según el mismo cronista, contenía una sala donde se llevaban a cabo representaciones teatrales de aficionados. Ya al final de la calle hay una mole de ladrillo visto, el Patronato de San Vicente de Paúl, levantado a finales del siglo XIX. 

El 8 de febrero de 1860 decidió el Ayuntamiento que recordase a Garcilaso de la Vega, insigne poeta y soldado que nació en Toledo en 1491 o 1503 en el seno de una familia noble. Como soldado, sirvió en guerras y otros menesteres a Carlos V. Como poeta, fue el introductor, junto con su amigo Juan Boscán, del gusto italiano en la literatura castellana. Sus obras, poco más de sesenta poemas de diferente métrica y estilo, se publicaron en principio como un apéndice de las de Boscán. El reconocimiento como máxima figura de la literatura renacentista le vino después de su muerte, acaecida en Niza el 14 de octubre de 1536, desde Cervantes a Rafael Alberti pasando por Bécquer.

26.11.21

García Molinas (Calle de)

Francisco García Molinas en 1923

Entre la Gran Vía y la calle de Ricardo León. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Universidad. 

Surgió nuestra calle como consecuencia de la regularización del tercer tramo de la Gran Vía, en unos terrenos donde en su día estuvo el mercado de los Mostenses, una obra de hierro que era semejante al que también hubo en la plaza de la Cebada y que, como él, también desapareció, por desgracia. Recibió el nombre que ostenta el 28 de diciembre de 1944; es el de un médico, Francisco García Molinas, nacido en San Juan de Puerto Rico el 28 de mayo de 1858. Médico, pero más recordado por su actividad política, ya que fue senador por su isla natal y también por Zamora, además de diputado y concejal del Ayuntamiento de Madrid. Otra de sus facetas digna de mención es que fue el primer presidente de la Federación Española de Fútbol, entre 1913 y 1916. Murió en Madrid en 1943.

19.11.21

García Luna (Calle de)

Alegoría de La vida es sueño
(Monumento a Calderón de la Barca en la plaza de Santa Ana)
(Foto: CC BY-SA Luis García, Zaqarbal)

Entre las calles de Suero de Quiñones y de Martín Martínez. Distrito 5 (Chamartín). Barrio de la Ciudad Jardín. 

Nos hallamos en una de las primitivas calles de la barriada de la Prosperidad, llamada en tiempos calle de la Victoria y desde el 2 de marzo de 1887 dedicada a José García Luna, actor madrileño nacido el 21 de octubre de 1798. Era sobrino de la célebre actriz Rita Luna, de quien, entre otros aprendió el oficio, aunque su maestro más importante fue el francés Juan Grimaldi. Destacó sobre todo en el repertorio romántico, aunque también hubo papeles clásicos, como el Segismundo de La vida es sueño, que lo consagraron. Desde 1834 fue profesor de declamación en el Coservatorio. Murió en enero de 1865.

12.11.21

García Gutiérrez (Calle de)


Entre la calle de Génova y la plaza de la Villa de París. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Justicia. 

Calle breve, aunque ancha, y cerrada al tráfico –ya que en uno de sus costados está la sede de la Audiencia Nacional–, abierta en su día en lo que fue huerta del convento de las Salesas. Desde el 1 de enero de 1884 está dedicada a Antonio García Gutiérrez, escritor romántico nacido en Chiclana el 5 de julio de 1813. Aunque escribió numerosos libretos de zarzuelas, poemas, comedias y tradujo del francés obras de Dumas y Scribe, es universalmente conocido por su drama de juventud El trovador (1836), que inspiraría más adelante a Giuseppe Verdi para la composición de su ópera Il trovatore. Quizá no sea de conocimiento tan común que otra ópera del genio de Roncole, Simón Bocanegra se basa en el drama homónimo de nuestro autor. Fue académico de la española y, aparte de su oficio literario, ejerció puestos diplomáticos en Francia e Italia y fue director del Museo Arqueológico Nacional. Murió en nuestra villa el 6 de agosto de 1884.

5.11.21

García de Paredes (Calle de)


Entre la calle de Bravo Murillo y el paseo de la Castellana. Distrito 7 (Chamberí). Barrios de Trafalgar y Almagro. 

No nos vamos del Ensanche Norte, en esta ocasión hablando de una calle que nace en esa parte “pobre” a la que ya se ha aludido en bastantes ocasiones, pero que a medida que se acerca a su final ya en tiempos de Répide iba dejando atrás las humildes casas de los orígenes de Chamberí, los descampados, las tapias y mostraba “hoteles y viviendas elegantes”.

Lo cierto es que aunque nuestra calle existe oficialmente como tal desde una época tan temprana como el 6 de febrero de 1860, Peñasco y Cambronero apenas tienen nada que decir de ella. Répide se extiende más, pero la mayoría de edificios, parajes y problemas que nos expone ya no existen hoy en día. Sí que hay un edificio que nombran todos ellos, aunque actualmente ha cambiado de denominación. D. Hilario y D. Carlos nos dicen que aquí está el convento de San Vicente de Paúl, de “reciente construcción”. D. Pedro se extiende un poco más y nos cuenta que los frailes paúles se trasladaron aquí desde la calle del Barquillo. Su primitiva ubicación fue una suerte de finca llamada “Casa de los Cipreses”, que debía de ocupar toda la manzana donde hoy está. Luego surgió el edificio “grande, hosco y feo” en palabras del gran cronista que actualmente no puede dañarnos la vista, ya que no existe. En el solar del convento de los paúles se alza ahora el hospital de La Milagrosa y solo subsiste su iglesia, cuya advocación moderna es precisamente esa, La Milagrosa. El templo, parroquia desde 1965, es un producto de su época, un edificio ecléctico tirando a neogótico, obra del arquitecto Juan Bautista Lázaro, que se construyó entre 1901 y 1904. La pintura del tímpano es obra de Ignacio Zuloaga. 

La basílica de La Milagrosa

El titular de la calle, Diego García de Paredes, fue un militar nacido en Trujillo el 30 de marzo de 1468. De origen noble y conocido sobre todo por su fuerza descomunal y su carácter pendenciero, que le hizo participar en innumerables duelos, estuvo al servicio del Papa, de los ejércitos de los Reyes Católicos en Italia y actuó como mercenario e incluso ejerciendo la piratería por el Mediterráneo. Siendo miembro de la guardia de Carlos V, este Hércules de Extremadura, que había sobrevivido a las heridas y los peligros de mil batallas sufrió una caída de caballo a consecuencia de la cual murió en Bolonia el 15 de febrero de 1533.

29.10.21

Galileo (Calle de)


Entre la calle de Alberto Aguilera y la avenida de Filipinas. Distrito 7 (Chamberí). Barrios de Arapiles y Vallehermoso. 

Ya sabemos que esta zona fue, en principio, la “pariente pobre” del Ensanche, llena de cementerios clausurados, tardía en su urbanización, durante mucho tiempo poco atractiva para vivir en ella. En época de Répide ya había, al menos al comienzo de la calle, algunas construcciones “modernas y elegantes” –dicho con sus palabras–, pero el cronista se queja de la presencia allí lo que hoy es el Centro Cultural Galileo, entonces cocherón de los servicios funerarios de la villa (ya se aludió a este edificio al hablar de la calle de Fernando el Católico). 

En el número 100 está uno de los templos musicales de Madrid, el “bar musical” Galileo Galilei, ubicado en un antiguo cine, que desde hace casi cuarenta años ha sido escenario de actuaciones memorables sobre todo de artistas nacionales. 

Desde el 21 de julio de 1880 lleva el nombre de Galileo Galilei, hombre del Renacimiento un tanto tardío, pues nació en Pisa el 15 de febrero de 1564. Fue astrónomo, matemático, ingeniero y otras muchas cosas más. Se le debe el invento del telescopio y además de esto es conocido por su enfrentamiento con la Iglesia a cuenta del sistema heliocéntrico. Se vio obligado a aceptar el geocentrismo, aunque hay una leyenda que dice que, acto seguido pronunció la célebre y desafiante frase eppur, si muove (“y, sin embargo, se mueve”). Murió, ciego y siempre vigilado por sus enemigos, aunque sin dejar en ningún momento su actividad científica e investigadora, en Arcetri, cerca de Florencia, el 8 de enero de 1642.

22.10.21

Las Galerías (de Robles y de Vallehermoso)

Ruinas del Cuartel de Monteleón, en cuyo solar se abrió la Galería de Robles

Galería de Robles

Entre las calles de Ruiz y de Monteleón. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Universidad. 

Es curioso que ninguno de los cronistas habitualmente consultados –ni los clásicos ni los modernos–haga alusión a esta calle, corta, estrecha y tranquila, que lleva este nombre desde el 1 de enero de 1885. Conocida fue, por tanto, por Peñasco-Cambronero o por Répide, pero, por el motivo que sea, no la consideraron digna de comentarios. Hay tentación de especular que por su estrechura se considerase más una "galería" que una calle y que en ella tuviese casa, finca o negocio cierto señor Robles, o que tal vez, en lugar de a un apellido, aluda a unos árboles –estamos en terrenos que pertenecieron al cuartel de Monteleón, antes palacio rodeado de jardines–, pero estas no son más que eso, especulaciones.

Galería de Vallehermoso

Entre la calle de Vallehermoso y la plaza del teniente de alcalde Pérez Pillado. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Vallehermoso. 

Como en el caso anterior, esta calle tampoco es citada por nuestros cronistas clásicos de cabecera, pero esta vez tienen la excusa de que se conoce así desde el 1 de enero de 1931. Y aquí no es necesario hacer elucubraciones sobre el origen de su nombre, que es el mismo que el de la calle en la que nace y allí remitimos para su explicación.

15.10.21

Galdo (Calle de)


Entre las calles de Preciados y del Carmen. Distrito 1 (Centro). Barrio de Sol. 

Minúscula calle enclavada en una de las más importantes zonas comerciales de Madrid, muy cerca de la Puerta del Sol. Su nombre anterior era el de calle del Candil, y así aparece ya en el plano de Espinosa. Hay dos explicaciones para tan curiosa denominación. La más creíble indica que en estos parajes tuvo un candelero su establecimiento, y que como reclamo del negocio tenía colgado en la puerta de su casa un gran candil. La segunda explicación es más evocadora, pero muy fantasiosa. Se cuenta que en la época de la guerra civil entre Pedro I y su hermanastro Enrique de Trastámara tenían las tropas del segundo sitiada a Madrid, que permaneció fiel al rey legítimo. Donde hoy está la calle que nos ocupa tenía su choza una hilandera, y junto a esta choza abría su boca una mina que conducía al interior del recinto amurallado de la villa. Y sigue la tradición diciendo que la humilde hilandera mostró ese camino a los hombres del de Trastámara, alumbrándolos con un candil. Finalizada la guerra, el rey Enrique, que fue llamado entre otras cosas menos agradables, el de las Mercedes, colmó de dádivas a los madrileños a pesar de que la villa siempre apoyó a Pedro I, y entre estos regalos, dio a la hilandera un gran candil de plata que desde entonces permaneció colgado en la puerta de su choza. Años después, al comprar los hermanos Preciado estos terrenos, reclamaron la propiedad del candil, que también pedía la Corona, y hubo un pleito que ganó ésta, y el candil fue convertido en una lámpara que se puso en la basílica de Atocha. Como muchos cronistas se preguntaron, ¿tan buenos somos los madrileños que respetamos una alhaja tan valiosa durante varios siglos? 

Y desde el 29 de noviembre de 1901, la calle del Candil lleva el nombre de Manuel María José de Galdo, ilustre científico y político progresista nacido en esta villa el 16 de enero de 1825 que fue alcalde de la misma durante unos meses del año 1870. Fue un periodo breve pero intenso, durante el cual creó un pósito en la calle de Santa Engracia, fundó varias escuelas (entre ellas las conocidas como Escuelas Aguirre) y puso nombre a las calles del nuevo barrio de Salamanca. Luego fue senador en diversas ocasiones entre 1872 y 1890. Murió en Madrid el 19 de julio de 1895.

8.10.21

Gabriel Miró (Plaza de)


Entre las calles de Beatriz Galindo, Don Pedro, Yeseros y la Morería. Distrito 1 (Centro). Barrio del Palacio. 

Todo el mundo conoce este paraje, lugar de encuentro habitual durante los festejos madrileños, como Las Vistillas y es obvio por qué. Se trata de uno de los observatorios más privilegiados con que cuenta la villa de Madrid, un mirador donde se asoma el barrio de la Morería al valle del Manzanares y desde donde se domina todo lo que se extiende al occidente de la capital. Así es precisamente como se conoció en un principio, como Plazuela de las Vistillas, Campillo de las Vistillas e incluso, desde el 13 de mayo de 1898, como Plazuela del Campillo de las Vistillas. El nombre actual lo recibió el 13 de julio de 1930. 


En su pequeño jardín aledaño hay un monumento en honor de uno de los madrileños más ilustres, Ramón Gómez de la Serna, obra del escultor Enrique Pérez Comendador, inaugurado en 1973 y que se halla en el centro del pilón de una fuente; incluye, además de un busto en altorrelieve del escritor, numerosas alegorías de su arte y está culminado por una joven desnuda que alza los brazos. 

También está aquí ahora la Violetera de Santiago de Santiago que hemos conocido en la esquina de la Gran Vía con la calle de Alcalá. Allí se inauguró en 1991 y causó bastante polémica, tanto que nueve años después fue retirada y guardada en algún almacén municipal hasta que en 2003 reapareció en este lugar de las Vistillas, que tan poco es mal emplazamiento para recordar a aquellas mujeres a las que están dedicados los tan conocidos versos

Como ave precursora de la primavera 
en Madrid aparece la violetera 

que se pueden leer en su pedestal. 


Para seguir hablando de escultores, Répide nos cuenta que aquí tuvo su estudio Victorio Macho, que tantas muestras de su arte dejó en Madrid. 

Por estos pagos anduvo asimismo el palacio del duque del Infantado, que lo levantó a mediados del siglo XVIII y fue poco a poco adquiriendo más y más terrenos por esta zona para ampliarlo. Al final, quien se quedó con la finca fue el obispado y en el solar del palacio hoy está el Seminario Conciliar.

Volvemos a Répide para contar que desde este mirador no solo pretendieron algunos ver apariciones religiosas que llegaban en procesión desde la Sierra de Guadarrama, sino que fue el punto de reunión de quienes quisieron observar y admirar el cometa Halley en su visita de 1910. 

Gabriel Miró Ferrer, escritor nacido en Alicante el 28 de julio de 1879, es quien hoy en día da nombre a este campillo, plaza o plazuela. Estudió leyes y ocupó diferentes puestos como funcionario en su tierra natal, en Barcelona y en Madrid, donde vino a vivir en 1920. A pesar de este peregrinaje, siempre reflejó en sus obras el ambiente y la luz levantinos, focalizados en la imaginaria ciudad de Oleza, trasunto de Orihuela. Entre sus obras destacan Las cerezas del cementerio (1910), Figuras de la Pasión del Señor (1916), Nuestro Padre San Daniel (1921), El obispo leproso (1926) o Años y leguas (1928). Murió en nuestra villa el 27 de mayo de 1930.

1.10.21

Gabriel Lobo (Calle de)

Gabriel Lobo
(Xilografía anónima, 1594)

Entre las calles de Joaquín Costa y María Francisca. Distrito 5 (Chamartín). Barrio de El Viso. 

Nuestra calle, antes conocida como de San Pablo, está dedicada desde el 29 de noviembre de 1901 a Gabriel Lobo Lasso de la Vega, literato madrileño de los Siglos de Oro. Nacido en nuestra villa en 1555 en el seno de una familia noble, perteneció a la guardia de los reyes Felipe II y III. Fue poeta, dramaturgo e historiador. En la primera de estas facetas, destaca su poema épico La Mexicana (1588), sobre la gesta de Hernán Cortés en México, hecho a la imagen de La Araucana de Alonso de Ercilla, quien fue su maestro. Como dramaturgo, su obra supone una transición entre las tendencias clasicistas de su siglo y el teatro de Lope de Vega. En cuanto a obras históricas, publicó unos Elogios en loor de los tres famosos varones, dedicado al rey Jaime de Aragón, a Hernán Cortés y a don Álvaro de Bazán, pero la mayoría de sus textos de este tipo quedaron inéditos. Murió en Madrid en 1615.

24.9.21

Gabriel Abreu (Calle de)

 


Las notas musicales en notación Braille
(CC BY-SA Cristina Cubells Pérez)

Comienza en la calle de Dolores Romero y termina en las tapias del parque de la Fuente del Berro. Distrito 4 (Salamanca). Barrio de la Fuente del Berro. 

Esta fue una de las primeras calles de esta zona en recibir un nombre al uso (Répide nos dice que antes se conoció como calle H y también nos recuerda que estos pagos se conocían como barriada de San Dimas). Desde el 10 de febrero de 1905 está dedicada al músico ciego Gabriel Abreu Castaño, nacido en Madrid en 1834. Inventó en 1856 un sistema para que los invidentes pudieran leer música, pero casi nadie se hizo eco de ello, por lo cual decidió utilizar el sistema Braille. Murió en nuestra villa en 1881.

11.9.21

Fuentes (Calle de las)

 


Entre la plaza de Herradores y la calle del Arenal. Distrito 1 (Centro). Barrio del Palacio. 

Debe su nombre esta calle a que por aquí anduvo el jardín que el rey Alfonso VIII, el de las Navas, regaló a su esposa doña Leonor. Parece ser que en él había ocho fuentes que estaban adornadas con los bustos de los ocho reyes castellanos que habían llevado el nombre de su marido. Ya sabemos que Madrid ha sido siempre un lugar generoso en aguas y la que surtía a estas fuentes era la misma que salía por los cercanos Caños del Peral. 

En el número 3, uno de los rombos del Ayuntamiento nos recuerda que en esa finca estuvo la pensión en la que vivió sus primeros meses en Madrid Benito Pérez Galdós, en los años 1862-63.