29.1.21

Florida (Paseo de la)

La mítica “Casa Mingo”, al final del paseo
(Foto CC BY Tamorlan)

Entre las glorietas de San Vicente y de San Antonio de la Florida. Distrito 9 (Moncloa). Barrio de la Casa de Campo. 

Era este paseo parte del camino que iba a El Pardo; recibe su nombre porque pasaba junto al real sitio de La Florida, donde hoy están las ermitas de San Antonio (la original y su réplica). En el siglo XVIII, cuando Espinosa trazó su plano, también se denominaba paseo de la Florida el fragmento del hoy conocido como de la Virgen del Puerto que va de la glorieta de San Vicente al puente de Segovia.

Nuestros cronistas de cabecera, esto es, Peñasco-Cambronero y Répide, hacen en sus artículos dedicados a esta vía amplias reseñas de la Estación del Norte que aquí se realizarán cuando lleguemos al paseo de San Vicente, donde abre su fachada. En lugar de ello, yo voy a mencionar Casa Mingo, un mítico restaurante fundado en 1888 que se halla en la esquina con la glorieta de San Antonio de la Florida. Quien esto escribe disfrutó profusamente allí de pollos asados, queso de Cabrales y buena sidra en sus años universitarios.

22.1.21

Flora (Calle de la)

 

Foto CC BY-SA Luis García, Zaqarbal

Entre las plazas de San Martín y de Santa Catalina de los Donados. Distrito 1 (Centro). Barrio de Sol.

Nuestros cronistas habituales nos ofrecen dos explicaciones del nombre de esta calle, antes conocida como de Santa Catalina. Por un lado, nos hablan de que aquí tuvo su casa una dama llamada Flora de Nieremberg, tía de Juan Eusebio Nieremberg, humanista y sacerdote jesuita del siglo XVII. Al parecer, el futuro polígrafo nació en esta casa después de que su madre, Regina Ottin, pidiera a un Cristo que se veneraba en el monasterio de San Martín la venida de un hijo y la imagen hablase concediendo el deseo, por lo que desde entonces se conoció como “Cristo de los Milagros”.

Otra versión indica que la causante fue una estatua de Flora, la diosa romana de la primavera, que había en una casa de estos andurriales. Tal vivienda era conocida como “casa de los muertos”, no se sabe muy bien si porque “Muerto” era el apellido de dos hermanos que vivían en ella o porque ambos pasaron a mejor vida el mismo día. 

En el número 3 está la cancillería de la Venerable Orden de Malta.

15.1.21

Flor Alta y Flor Baja

 

El palacio de Altamira, en la calle de la Flor Alta
(Foto CC BY-SA Luis García)

Va la calle de la Flor Alta de la de Libreros a la de San Bernardo. La de la Flor Baja va de la calle de Isabel la Católica a la de Leganitos. En ambos casos el distrito es el 1 (Centro) y los barrios son el de Palacio (Flor Alta) y Universidad (Flor Baja). 

Aunque siempre se ha tratado de dos calles diferentes (y su ubicación actual en el plano de Madrid no deja lugar alguno a la duda) las reunimos en un solo artículo porque desde el principio su trazado tenía continuidad y el límite entre Alta y Baja era únicamente su cruce con la calle Ancha de San Bernardo. Luego vino el proyecto de la Gran Vía, que hizo desaparecer muchas de las casas que por aquí había y también la continuidad recién mencionada, rota por la nueva gran avenida y una manzana entera que allí se levantó. 

Para el nombre las dos calles sirve la misma explicación. Ya sabemos que por aquí andaba la magnífica quinta de don García Barrionuevo de Peralta y en concreto en la zona donde hoy se abren estas vías tenía un jardín que debía de estar situado a diferentes alturas. De ahí lo de flor alta y flor baja que, desaparecidas finca y huerta, quedó cuando se abrieron las calles. Por cierto, en el plano de Texeira la única que tiene apellido es la de la Flor Alta (que además abarca el último tramo de la calle de los Libreros, llamada entonces de Ceres). 

Répide habla de varios edificios dignos de mención de la calle de la Flor Baja, pero todos perecieron víctimas del progreso, esto es, de la apertura de la Gran Vía. Sí que permanece aún en pie el que podía haber sido uno de los palacios más suntuosos de Madrid, el de Altamira. Sito en la calle de la Flor Alta, hoy está ocupado por una entidad privada de enseñanza superior. Fue un proyecto de Ventura Rodríguez que tenía previsto abarcar un solar enorme, toda la manzana en la que se ubica. Comenzadas las obras en 1773, finalizaron al año siguiente con solo una pequeña fracción de lo ideado por el genial arquitecto de Ciempozuelos. Pudo ser la falta de fondos –o la envidia del rey Carlos IV, que veía que aquella casa acaso daría algo de sombra a la suya– lo que impidiera su completa realización. En 1887 Mariano Belmás hizo un arreglo para completar lo que había quedado inconcluso. El edificio, una joya neoclásica, es monumento nacional desde 1977. 

En el número 7 de la calle de la Flor Baja una placa recuerda que allí vivieron las grandes actrices María Fernanda Ladrón de Guevara y Amparo Rivelles, su hija.

8.1.21

Filipinas (Avenida de)

 

(Foto: Zarateman)

Entre la plaza de Juan de Zorrilla y la calle de Guzmán el Bueno. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Vallehermoso. 

No estaba prevista nuestra calle en el plan de Ensanche de Castro. Mucho tardó en abrirse, pues, siguiendo como trazado la prolongación de la tapia sur del Tercer Depósito del Canal, cruzando limpiamente la cuadrícula. Esta era una dirección diagonal con respecto al trazado de D. Carlos María y, precisamente, esa fue la primera denominación de la vía, Diagonal, otorgada por el Ayuntamiento el 1 de enero de 1932. El 20 de febrero de 1948 cambió su nombre por el de Islas Filipinas, al que se retiró lo de Islas el 30 de junio de 1970. Es probable que eso se hiciera para subsanar una carencia, la de una calle que recordase la antigua colonia española y hoy república del Sudeste Asiático. Sabido es que el Ayuntamiento, después del Desastre de 1898 sustituyó muchos nombres de calles dedicadas a lo que entonces perdimos por los de héroes de aquellas trágicas e inútiles guerras. Tal ocurrió con la antigua calle llamada de Filipinas, que hoy recuerda a Vara de Rey, el héroe de la batalla del Caney (Cuba). Pero ya hablaremos de esto cuando lleguemos por allí.