26.7.24

Juan Martín “El Empecinado” (Calle de)

Juan Martín El Empecinado, réplica de un retrato de Goya por Salvador Martínez Cubells
(Museo del Prado, en depósito en la Real Academia de la Historia, Madrid)

Entre las calles de Méndez Álvaro y de Ramírez de Prado. Distrito 2 (Arganzuela). Barrios de las Delicias y de Palos de la Frontera. 

No hemos de alejarnos mucho de la calle que acabamos de visitar para encontrarnos con esta, que ha tenido una historia un tanto “accidentada”. Primero por el nombre. El 21 de julio de 1880 la bautizó el Ayuntamiento (como a tantas otras de los diversos sectores del Ensanche), pero entonces la llamó del Empecinado, así, a secas. Esto fue así hasta el 30 de noviembre de 1973, cuando el consistorio añadió el nombre del personaje al apodo con el que es universalmente conocido. 

Otras vicisitudes que ha sufrido esta vía tienen que ver con su trazado. El plan inicial del Ensanche la hacía mucho más larga, la llevaba hasta el paseo de Ronda, cruzando por medio de la Estación de Delicias y taponado su comienzo por el cementerio de San Nicolás y San Sebastián. Curiosamente, al desaparecer ese camposanto, fue esa parte la única que existió de la calle hasta que, en los años 90 del siglo XX, se emprendió la enorme reforma que trocó en residencial esta zona fabril y la calle adquirió su configuración actual. 

Que tal vez hace así mayor justicia a quien homenajea. Juan Martín Díez nació en Castrillo de Duero el 2 de septiembre de 1775. Aunque tuvo vocación militar y participó en la campaña del Rosellón, al estallar la guerra de la Independencia era un simple agricultor. En principio se alistó en el ejército regular, pero pronto se convirtió en jefe de una partida de guerrilleros que hizo la vida imposible al ejército napoleónico por todo el valle del Duero. Al acabar la guerra fue ascendido a mariscal de campo y estuvo al mando de diferentes unidades militares; tras el pronunciamiento de Riego tomó partido por el liberalismo, algo que no le perdonó Fernando VII. Tras la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis marchó al destierro en Portugal. El rey felón le prometió que podría volver sin temor a ser castigado, promesa que no cumplió, pues al poco fue preso y finalmente ejecutado en Roa el 19 de agosto de 1825. El apodo de empecinados era el que se daba a los paisanos de su pueblo; convertido en todo un símbolo de la lucha contra los franceses, una Real Orden le dio permiso para utilizarlo en documentos oficiales en 1814.

19.7.24

Juan de Mariana (Calle de)


Entre la calle de Ramírez de Prado y la plaza del Amanecer en Méndez Álvaro. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio de las Delicias. 

Aunque en principio estaba previsto que fuese más larga (abarcaba la actual calle de Villa del Prado), durante mucho tiempo esta vía no fue sino un minúsculo callejón sin salida. Con los grandes cambios que sufrió esta zona se le hizo dar un giro vertiginoso y, con una anchura desmesurada, se abrió a través de los terrenos de antiguas fábricas hasta su conclusión actual. Por cierto, la calle de Atienza fue callejón, con el mismo nombre que esta, hasta el 30 de diciembre de 1944. 

¿Y qué nombre es ese, que aquí aparece desde el 21 de julio de 1880? El de Juan de Mariana, teólogo jesuita nacido en Talavera de la Reina el 25 de septiembre de 1536. A pesar de haber nacido fruto de una relación extramatrimonial, lo cual podría haber sido un grave lastre en su época, estudió en la Universidad de Alcalá de Henares a la vez que profesaba como novicio en la Compañía de Jesús. Tras estancias en Italia y Francia, se estableció en Toledo, de donde casi no salió hasta su muerte, el 17 de febrero de 1624. De sus numerosas obras, quizá la más influyente fue su Historia general de España, primero aparecida en latín y luego en castellano (1601), considerada la obra canónica en este campo hasta la aparición, en el siglo XIX, de la igualmente titulada y debida a Modesto Lafuente. También escribió numerosas obras de carácter teológico, filosófico e incluso político, muy avanzadas para su época: hay quien piensa, que el nombre de la figura de Marianne, representación de la República Francesa, deriva de su apellido.

12.7.24

Juan de Jáuregui (Calle de)

Supuestro retrato de Cervantes, por Juan de Jáuregui
(Real Academia Española, Madrid)

Entre las calles de Juan de Urbieta y de Antonio Díaz-Cañabate. Distrito 3 (Retiro). Barrio del Niño Jesús. 

Volvemos a la Colonia Retiro, a sus bellas viviendas unifamiliares para pasear por la calle que desde el 29 de abril de 1932 está dedicada al poeta, erudito y pintor sevillano Juan de Jáuregui, nacido el 24 de noviembre de 1583 y fallecido en Madrid el 11 de enero de 1641. Su fama se debe sobre todo a un supuesto retrato de Miguel de Cervantes que pintó en 1600, como se indica en el propio cuadro, que fue descubierto en 1910. El propio Cervantes ya había hablado en el prólogo de sus Novelas ejemplares del retrato del “famoso don Juan de Jáuregui”, debajo del cual gustaría de poner la célebre descripción de sí mismo que sigue poco después: “Este que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada…” Sea como fuere, igual que salieron defensores de su autenticidad, lo hicieron de lo contrario, así que no podemos asegurar al cien por cien que esa celebérrima imagen sea la del autor del Quijote.

5.7.24

Juan de la Hoz (Calle de)

El villano del Danubio, y el buen juez no tiene patria, de Juan de la Hoz y Mota
Digital Library Memory of Madrid, Spain - CC BY-NC.

Entre las calles de Ardemans y de Cartagena. Distrito 4 (Salamanca). Barrio de la Guindalera. 

En un principio estaba previsto que nuestra calle empezase en la de Francisco Silvela y así figura en algunos planos de los primeros años del siglo XX. Sin embargo, ese tramo inicial nunca llegó a estar afianzado y ya en el plano parcelario de 1929 aparece truncada de una forma muy parecida a la que podemos contemplarla hoy en día.

También ha tenido una historia un tanto agitada en lo que se refiere a sus denominaciones. Con fecha 1 de enero de 1887 era conocida como calle de Caballero, quién sabe si el apellido del dueño de alguna de las fincas donde luego se asentó el barrio de La Guindalera. El 2 de marzo de ese mismo año recibió el nombre con que hoy sigue, pero ahí no paró la cosa. El 8 de noviembre de 1912 decidió el Ayuntamiento que recordase al obispo Sancha, esto es, al sacerdote burgalés Ciriaco Sancha y Hervás (1833-1909), quien fue segundo titular de la diócesis de Madrid-Alcalá. En algunos planos, como los de Facundo Cañada y Núñez Granés no se rotula como Obispo Sancha, sino Cardenal Sancha. En cualquier caso, es llamativo que esto ocurriese mucho antes del cambio oficial de denominación, ya que ambos planos datan, respectivamente, de 1900 y de 1910. 

Sea como fuere, el 11 de marzo de 1914 la calle volvió a estar dedicada al escritor madrileño Juan Claudio de la Hoz y Mota, nacido el 16 de enero de 1622. Madrileño, pero de familia burgalesa y casi venido al mundo por accidente en nuestra villa (su padre estaba asistiendo a unas cortes que en ese momento se celebraban en la capital). Pronto regresó a Burgos y allí sucedió a su padre como regidor. Su vocación literaria fue tardía y, curiosamente, al final de su vida la combinó con la de censor, precisamente de obras teatrales. Se le atribuyen diversas obras, aunque es difícil cerciorarse de que realmente las escribiese él. Según algunos documentos, murió a finales de 1714; una vida tan larga ha hecho sospechar a diversos estudiosos si en realidad no se tratará de dos personas llamadas de la misma forma, con oficios diferentes, pero ambos con inquietudes literarias. 

Aún conserva esta calle algunos edificios de los primeros tiempos del barrio, como los que están en los números 19, 23, 25 y 26 (este hace esquina con la calle de la Granjilla).

28.6.24

Juan de Herrera (Calle de)


Entre la calle de Calderón de la Barca y la plaza de San Nicolás. Distrito 1 (Centro). Barrio del Palacio.

Por aquí anduvo el monasterio de las monjas de Constantinopla, uno de los que sufrió los rigores de la desamortización de 1836. Una vez despejado su solar, se abrieron en él un par de calles, entre ellas la que nos ocupa, así denominada por el Ayuntamiento el 31 de marzo de 1848 al saberse que en el convento desaparecido estuvo enterrado el personaje que recuerda (o tal vez lo fue en la cercana y, por suerte aún existente iglesia de San Nicolás de los Servitas, pero, como nos indica Répide, cuando en 1869 se buscaron sus restos para enterrarlos en un futuro Panteón Nacional se constató que se habían perdido). 

Juan de Herrera nació en el barrio de Movellán de la localidad cántabra de Roiz en 1530, en el seno de una familia hidalga. Entró al servicio del futuro Felipe II en 1547 y con él recorrió diversas regiones de Europa antes de regresar a España y convertirse en soldado. Cuando Felipe ascendió al trono, y bajo su patrocinio, se dedicó plenamente a la arquitectura. En 1562 empezó a trabajar en las obras de El Escorial, a las órdenes de Juan Bautista de Toledo y a la muerte de este asumió su dirección. De ahí que se haya llamado muchas veces y erróneamente estilo “herreriano” al de esa magna edificación; mucho más propio es el “escurialense” empleado hoy en día. Aparte de la finalización de esta obra, que tuvo lugar en 1584, se deben a Herrera el Palacio Real de Aranjuez o el Puente de Segovia, en nuestra villa. Aquí murió el 15 de enero de 1597. Añadamos que, aparte de esta, hay otra vía con su nombre en la Ciudad Universitaria.

21.6.24

Juan de la Encina (Calle de)

Busto de Juan del Enzina en León
(Foto CC BY-SA HCPUNXKID)

Empieza como un fondo de saco y acaba en la calle de Francos Rodríguez. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de Bellas Vistas.

A pesar de lo dicho en la entradilla, lo previsto en principio era que nuestra calle comenzase en la de Jerónima Llorente y así está reflejado, por ejemplo, en los planos parcelarios del Ayuntamiento al menos hasta 1960. Sin embargo, varios bloques de pisos impiden que ese primer tramo, que aún conserva el ancestral adoquinado, esté completo. 

En un principio esta era la calle del Rincón, hasta que el 3 de marzo de 1887 decidió el Ayuntamiento dedicársela a un gran poeta y músico castellano de finales del siglo XV y comienzos del XVI. Doy este circunloquio sin nombrarlo porque hay varias cuestiones; la primera es que en todo caso sería Juan del Encina, la segunda que hoy en día se lee más veces como Juan del Enzina y la tercera que ni siquiera se trata de su nombre de nacimiento, que era Juan de Fermoselle. Se sabe que nació el 12 de julio de 1468, pero no dónde. Dado su apellido (o apellidos) hay quien sugiere la localidad zamorana de Fermoselle o algunas de Salamanca que incluyen Encina en su denominación. Estudió leyes en Salamanca (ciudad que asimismo podría haberlo visto nacer) y cuando en 1492 entró al servicio del duque de Alba fue cuando su actividad literaria fue más intensa. Luego, en 1498, marchó a Roma, donde vivó bastante tiempo antes de emprender un viaje a Tierra Santa (1519-21), donde se ordenó sacerdote. De entre sus obras destacan las Églogas, primer ejemplo de verso dramático en castellano, por lo cual es considerado por muchos el padre del teatro español. También escribió poesía popular, muchas veces acompañada por música compuesta por él mismo. Su última obra fue la descripción de su peregrinación a Tierra Santa. Murió en León en 1529.

14.6.24

Juan Duque (Calle de)

La zona donde está nuestra calle, en el plano de Lotter (principios del siglo XVIII)
(Colección del autor)

Entre la calle de Segovia y el paseo de los Melancólicos. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio Imperial. 

No se ha de buscar ninguna historia ni se ha de escribir ninguna biografía al referirnos a esta calle, trazada en el paraje conocido antaño como La Vega y donde estuvo luego la Granja del Atanor. Juan Duque era lisa y llanamente el propietario de las tierras en las que se abrió la vía y desde el 20 de marzo de 1882 lleva su nombre.

7.6.24

Juan de Dios (Calle de)

La iglesia de San Marcos
(Foto del autor)

Entre la calle de San Bernardino y la travesía del Conde-Duque. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Universidad. 

Estamos en una de las calles de nombre ancestral de nuestra villa, cuyo origen está en una tradición. Nos cuentan Peñasco y Cambronero que Juan de Dios era el dueño de las tierras que en su momento estaban en el lugar de esta vía. Cómo sería por aquellos entonces el arroyo de Leganitos que en una de sus crecidas arrasó todo, lo dejó en la miseria y tuvo, por tanto, que ir a pedir limosna en las puertas del cercano oratorio de San Leonardo, sito donde hoy está la magnífica iglesia de San Marcos. Répide nos da más datos; añade que Juan de Dios, tras el desastre, vivía en una cueva que estaba en sus antiguas tierras, en un pago conocido como el Erial del Ciego, donde solían reunirse gentes poco recomendables.

31.5.24

Juan de la Cierva (Calle de)

Un autogiro Cierva C-6, en el Museo del Aire de Madrid
(Foto: Diego Dabrio)

Entre las calles de Serrano y de Joaquín Costa. Distrito 5 (Chamartín). Barrio de El Viso. 

Aunque hay algunos edificios de viviendas en esta calle, acordes a lo señorial del entorno, sobre todo encontramos en sus orillas otro tipo de construcciones, como el Instituto de Química Orgánica General del CSIC o el Hospital de San Francisco de Asís, cuya entrada de urgencias da aquí. 

En principio esta calle estuvo dedicada al arquitecto Gustavo Fernández Valbuena (1888-1931), cuyo nombre tuvo desde el 1 de enero de 1940. El 26 de diciembre de 1956 ocurrió algo curioso: hubo un intercambio de denominaciones. Gustavo Fernández Valbuena también tiene hoy una calle, que comienza en la de San Nazario y concluye en la avenida de Alfonso XIII y antes se llamaba, precisamente, de Juan de la Cierva. Pues bien, en ese día de San Esteban de 1956 se intercambiaron las placas y la de don Gustavo paso a ser la de don Juan y la de don Juan la de don Gustavo. 

Dicho esto, que tiene lo suyo de galimatías, procede comentar algo del homenajeado, un gran inventor y aviador murciano. Juan de la Cierva y Codorniu nació en la capital de la huerta el 21 de septiembre de 1895. Aunque participó en política, como su padre (que fue varias veces ministro), se dedicó sobre todo a la aeronáutica, aunque su formación fue de ingeniero de Caminos. Desde muy joven experimentó con aparatos voladores y, después de varias pruebas infructuosas, consiguió que funcionase su autogiro, precursor del helicóptero, en Getafe, a comienzos del año 1923. Murió en Croydon, en el Reino Unido, paradójicamente en un accidente de aviación, el 9 de diciembre de 1936.

24.5.24

Juan Bravo (Calle de)

La batalla de Villalar, por Manuel Picolo (1887)
(Palacio del Marqués de Salamanca, Madrid)

Entre las calles de Serrano y de Francisco Silvela. Distrito 4 (Salamanca). Barrios de Lista y Castellana.

Estamos en una de las calles anchas de esta zona del Ensanche, la única de por aquí que conserva el bulevar central. Como cabe imaginar, en sus orillas hay edificios de lo más suntuoso, pero hay uno que destaca sobre todos los demás. Se trata de la actual embajada de Italia, sita en el número 16, que ocupa toda la manzana. Es un palacete construido entre 1914 y 1917, según proyecto de Joaquín Rojí, como residencia de los marqueses de Amboage. En 1939 se trasladó aquí la sede diplomática del país transalpino desde su ubicación anterior, el Palacio de Abrantes, en la calle Mayor. 

La actual sede de la Embajada de Italia
(Foto CC BY-SA Luis García, Zaqarbal)

Citaré asimismo una curiosidad que se puede encontrar a la altura del número 40, en la explanada con forma de cuarto de círculo que hay frente a la parroquia del Pilar. Se trata de la reproducción de un “peirón” o cruz de término que contiene precisamente una imagen de la Virgen del Pilar. 

Desde el 28 de abril de 1871 lleva esta calle el nombre de uno de los tres comuneros (las de sus dos compañeros no andan muy lejos). Juan Bravo, que era regidor de Segovia cuando en 1520 estalló la guerra de las Comunidades, nació en Atienza (hoy en la provincia de Guadalajara) hacia 1485. Una vez puesta en marcha la sublevación, se apoderó de Segovia, aunque las tropas leales a Carlos I se hicieron fuertes en su Alcázar y allí permanecieron hasta el final de la contienda. Bravo tomó algunas localidades por aquella zona y fue de los que habló con la reina Juana en Tordesillas para intentar que los apoyase, pero en vano. Fue derrotado junto a Padilla y Maldonado en la batalla de Villalar, el 23 de abril de 1521, y murió decapitado al día siguiente.

17.5.24

Juan Bautista de Toledo (Calle de)

Patio del Monasterio de El Escorial, obra cumbre de Juan Bautista de Toledo
(Foto del autor)

Entre las calles de López de Hoyos y de Clara del Rey. Distrito 5 (Chamartín). Barrio de la Prosperidad.

Aún se puede ver una antigua casa de estilo neomudéjar al comienzo de esta calle, que en principio se conoció como de Gutiérrez. Y justo enfrente, haciendo, como ella, esquina con la de López de Hoyos otra que en su momento debió de tener alguna pretensión y a la que hoy en día le ha salido una extraña excrecencia que no me atrevo a calificar.

Las dos casas que hay al comienzo de nuestra calle, desde la plaza de la Prosperidad
(Foto del autor)

El 2 de marzo de 1887 el Ayuntamiento le cambió el nombre y le puso el actual, el de un arquitecto de origen dudoso, quizá nacido en Toledo, quizá en Madrid, quizá en Italia, acaso hijo de judíos conversos… Ni siquiera se sabe a ciencia cierta la fecha de su nacimiento, que se sitúa hacia 1515. Antes de venir a Madrid en 1559, llamado por Felipe II, trabajó bastante en Italia, entre otros con Miguel Ángel en las obras de la basílica de San Pedro de Roma. Aquí es conocido y recordado sobre todo por ser quien diseñó el monasterio de El Escorial. Murió en Madrid el 10 de mayo de 1567 sin ver acabada su obra; fue Juan de Herrera quien lo sustituyó y se llevó casi todo el mérito, de modo que el estilo inaugurado en aquella maravilla arquitectónica se llamó “herreriano” (lo mismo ocurrió con el Palacio Real de Aranjuez, diseñado por Juan Bautista de Toledo y rematado por Herrera).

10.5.24

Juan Bautista Sachetti (Calle de)

Jardines de La Granja (primer lugar de trabajo en España de Sachetti)
(Foto del autor)

Comienza en el paseo de la Infanta Isabel y acaba en un fondo de saco. Distrito 3 (Retiro). Barrio de los Jerónimos. 

No fue muy generoso el Ayuntamiento de Madrid al dedicarle este estrecho callejón sin salida (antes se había conocido como callejón del Paseo de Atocha) el 25 de febrero de 1955 al arquitecto Juan Bautista Sachetti. Nacido en Turín el 17 de marzo de 1690, vino a España en 1736 en principio para participar en las obras del Palacio de La Granja. Sin embargo, a comienzos de ese mismo año había muerto Filippo Juvarra, a quien se había encargado el proyecto del nuevo Palacio Real tras la destrucción del viejo alcázar en un incendio en 1733. Quien lo sustituyó fue Sachetti, el cual en principio hubo de ocuparse de la demolición de lo que quedaba de la antigua residencia real, antes de que en 1738 se pusiera la primera piedra de la nueva. También esbozó diversos proyectos para nuestra villa, como maestro mayor de obras de ella que fue, unos proyectos que nunca llegaron a realizarse, al menos en su época: una catedral en La Almudena o un viaducto en la calle de Bailén. Fue también director de arquitectura de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. En 1760 fue cesado como director de las obras del Palacio y también en su cargo madrileño. Cuatro años después, el 3 de diciembre de 1764, murió en Madrid.

3.5.24

Juan de Austria (Calle de)

 

Retrato de don Juan de Austria, por Sánchez Coello (1567)
Monasterio de las Descalzas Reales, Madrid.

Entre las calles de Luchana y de Eloy Gonzalo. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Trafalgar. 

En la actualidad no podríamos decir de esta calle lo que afirma Répide, que aún podía ver a su entrada “alguna construcción del primitivo Chamberí”, aunque sí que se puede mencionar la casa que hace esquina con la calle de Santa Feliciana, que es obra de Repullés y Vargas y data de 1880, pero como su entrada está por la otra calle allí se hablará algo más de ella. 

Y Répide menciona el “antiguo Chamberí” porque esta vía existe oficialmente desde el 1 de enero de 1863, es decir, antes del derribo de la cerca de Felipe IV, si bien en principio de llamó de Don Juan de Austria. El 6 de febrero de 1880 le retiró el tratamiento el Concejo al personaje que recuerda y desde entonces se llama como hoy la conocemos. 

Y este personaje es uno de los importantes de la historia de España, si bien su origen es dudoso. No solo porque fuese hijo ilegítimo de Carlos I, sino porque no se sabe con certeza la fecha de su nacimiento, acaecido en Ratisbona en 1545 o 1547. Fue su madre Barbara Blomberg, hija de unos burgueses de aquella ciudad, de quien se prendó el emperador tanto como para hacerla su amante. 

Conocido primero como Jerónimo (el nombre del marido de Barbara, que se casó con ellas a sabiendas de lo que pasaba y logró gracias a ello ciertas prebendas), el niño fue educado en España. Reconocido en 1554 por Felipe II su parentesco con Carlos I, fue entonces cuando adoptó el nombre por el que es universalmente conocido. Estudió en la Universidad de Alcalá y aunque fue destinado en principio a seguir la carrera eclesiástica prefirió seguir la de las armas. Sirviendo a su hermanastro, encabezó sus tropas en la rebelión de las Alpujarras y, por lo que es más conocido, en la batalla de Lepanto, “la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros”, en palabras de otro célebre participante en ella, Miguel de Cervantes. 

Después de esta hazaña, que lo hizo célebre en toda Europa, participó en otras acciones militares en el norte de África, en Italia y en Flandes, territorio del que fue gobernador. Allí murió, de fiebres tifoideas, durante el sitio de Namur, el 1 de octubre de 1578.

26.4.24

Juan Antonio Vallejo-Nájera Botas (Paseo de)


Entre la glorieta de Santa María de la Cabeza y la plaza de Francisco Morano. Distrito 2 (Arganzuela). Barrios Imperial y de las Acacias. 

El nombre de la calle que nos ocupa ha sido un tanto problemático. En su momento, muchos opinaron (entre ellos, Isabel Gea, una de nuestras fuentes de cabecera) que estaba dedicada a Juan Antonio Vallejo-Nájera, psiquiatra y humanista prematuramente fallecido el mismo año en que se dio denominación oficial a la vía. Sin embargo, cuando en fechas recientes se revisó el callejero de Madrid en busca de nombres relacionados con el régimen franquista para que se cumpla la Ley de Memoria Histórica, se descubrió que en realidad a quien recordaba desde el 31 de mayo de 1990 (con la denominación de paseo del Doctor Vallejo-Nájera) era a su padre, Antonio Vallejo-Nájera (1889-1960), psiquiatra también, con unas ideas bastante peculiares e infectas sobre la inferioridad mental de las mujeres y sobre quienes tenían ciertas ideologías –opuestas a la suya, claro está. Los expertos, pues, recomendaron que del padre pasase al hijo y así se hizo el 4 de mayo de 2017, cuando recibió el nombre actual, el de un gran médico nacido en Oviedo el 14 de noviembre de 1926, novelista (ganador del premio Planeta en 1985 con Yo, el rey), divulgador y ampliamente reconocido y recordado por la entereza con la que afrontó la mortal enfermedad que padeció y acabó con su vida en nuestra villa el 13 de marzo de 1990. 

La antigua estación de La Alhóndiga, en la esquina de nuestra calle con el paseo de la Esperanza

Olvidemos la polémica y centrémonos en el origen de esta calle, que es el eje del llamado “Pasillo Verde Ferroviario”, una zona urbanizada que se creó sobre el antiguo Ferrocarril de Cintura, ahora subterráneo. Unía y une dicho ferrocarril las estaciones de Príncipe Pío y Delicias. En su día había a sus orillas dos importantes estaciones de mercancías, la Imperial y la de las Peñuelas. Quienes tengan mi edad sin duda habrán podido ver aún los vagones estacionados cuando cruzaban el Puente de Praga en coche camino del centro de Madrid, así como la calle del Ferrocarril con el enorme zanjón por el que se observaba la circulación de los trenes. Subterránea hoy en día la línea, dejó de partir en dos el barrio de las Peñuelas y también de transportar mercancías, pues en la actualidad la recorren trenes de cercanías de varias líneas.

19.4.24

Juan Álvarez Mendizábal (Calle de)


Entre la plaza de España y la calle de Romero Robledo. Distrito 9 (Moncloa). Barrio de Argüelles.

Estamos ante una de las calles “largas” de la red que forma este barrio de Argüelles. Fue una de las zonas más castigadas durante la última guerra civil, de ahí que la mayor parte de sus edificios sean construcciones modernas. Sin embargo, justo al final de nuestra calle, haciendo esquina con la de Romero Robledo, se halla la que la Guía del COAM califica como “una de las más bellas fachadas de ladrillo de Madrid”. Se trata de un edificio levantado entre 1916 y 1917 como un hotelito de dos plantas que luego se amplió a tres. No da la mencionada Guía el nombre de su arquitecto; sí que el maestro de obras fue Ricardo Cuadrillero. (Podéis ver una foto en este enlace).

Fue al poco de segregarse estos terrenos de la posesión de la Montaña del Príncipe Pío, el 19 de octubre de 1865, cuando el Ayuntamiento decidió dar el nombre de Mendizábal a esta calle. Dadas las características del personaje al que recuerda (del que en seguida se hablará), no es de extrañar que el consistorio franquista lo desterrara de aquí el 13 de diciembre de 1940 para dársela a uno de los suyos, el político tradicionalista Víctor Pradera (1872 o 1873-1936), fusilado por el bando republicano. El 25 de enero de 1980 volvió aquí Mendizábal, pero esta vez con su nombre y dos apellidos. 

Juan de Dios Álvarez Méndez nació en Cádiz el 25 de febrero de 1790. Era de origen humilde; el cambio de su segundo apellido por el más sonoro “Mendizábal” ocurrió hacia 1811 o 1812, según algunos para ocultar el origen judío de su familia. Participó en la guerra de la Independencia y, acabada esta, se convirtió en un conspirador liberal que tuvo un papel importante en el triunfo del pronunciamiento de Riego en 1820. Tras la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis se exilió, primero a Londres y luego a París, donde no dejó de conspirar contra Fernando VII. También lo hizo para ayudar a la caída del absolutista Miguel I de Portugal en favor de la reina María da Glória. Volvió a España en 1835 y se convirtió en ministro de Hacienda; poco después accedió a la presidencia del Gobierno. Para afrontar la guerra carlista no solo llevó a cabo una quinta en la que reclutó a casi cien mil hombres, también suprimió las órdenes religiosas y puso en venta sus bienes, la célebre “desamortización de Mendizábal”, una revolución económica que, en palabras de Répide, “a fin de cuentas, no consiguió sino crear nuevas fortunas y otros privilegios y, en cambio, perjudicó al arte, ocasionando el abandono y ruina de bellísimos templos, monasterios y palacios de abolengo”. En 1837 abandonó el gobierno y su influencia empezó a disminuir, aunque aún sería de nuevo ministro de Hacienda en 1843 (ese mismo año fue alcalde de nuestra villa durante unos meses). Tras la caída de Espartero tuvo que exiliarse de nuevo y sus florecientes negocios cayeron en la bancarrota. Regresó a España en 1846 y aunque fue diputado hasta 1850 su tiempo político ya había pasado. Murió en Madrid el 3 de noviembre de 1853, pobre y lleno de deudas. 

Por cierto, Répide nos dice que la actual calle de Doña Urraca, en el distrito de La Latina (en lo que entonces se conocía como barrio de Colmenares), llevó en su día el nombre de Mendizábal por la proximidad de una quinta que este personaje tenía por aquellos andurriales. Quien esto escribe no ha podido comprobar tal cosa ni en las bases de datos del Ayuntamiento ni en los diferentes planos históricos de nuestra villa que ha podido consultar.

12.4.24

Juan XXIII (Paseo de)


Entre las avenidas del Valle y de Pablo Iglesias. Distritos 7 (Chamberí) y 9 (Moncloa). Barrios de Vallehermoso y de la Ciudad Universitaria. 

En plena guerra civil, el 27 de marzo de 1938, decidió el Ayuntamiento de Madrid poner nombre a esta prolongación de la calle de Isaac Peral. La denominación otorgada fue la de calle del Límite, probablemente por seguir la línea de las tapias de la Moncloa. Así fue hasta que el 26 de diciembre de 1966 se dedicó al papa Juan XXIII, nacido Angelo Giuseppe Roncalli en la localidad de Sotto il Monte, cerca de Bérgamo, el 25 de noviembre de 1881. Sacerdote desde 1904, nombrado cardenal en 1953, era patriarca de Venecia cuando el 28 de octubre de 1958 fue elegido papa en sustitución de Pío XII. De su breve pontificado cabe destacar la convocatoria del Concilio Vaticano II, que pretendió poner la iglesia católica en consonancia con los tiempos. Murió en la Ciudad del Vaticano el 3 de junio de 1963. Juan Pablo II lo beatificó en 2000 y Francisco lo canonizó el 27 de abril de 2014.

5.4.24

Jovellanos (Calle de)

El Teatro de la Zarzuela
(Foto CC BY-SA Luis García, Zaqarbal)

Entre las calles de Los Madrazo y de Zorrilla. Distrito 1 (Centro). Barrio de las Cortes. 

Lo más relevante de esta breve vía cercana al Congreso de los Diputados es que a ella abre sus puertas el Teatro de la Zarzuela. Fue iniciativa de un industrial llamado Francisco de las Rivas y Urbieta, quien puso el dinero, secundado por un grupo de músicos y escritores de la época como Barbieri, Gaztambide u Oudrid. El edificio se levantó según un proyecto de Jerónimo de la Gándara, modificado por José María Guallart, y se inauguró el 10 de octubre de 1856. Sufrió un grave incendio en 1909, del que solo sobrevivió la fachada. Su reconstrucción se encomendó a Cesáreo Iradier. A pesar de este percance, no dejó ni ha dejado de ser el principal tempo del género lírico español por excelencia, la zarzuela.

Jovellanos, por Goya (1798)
(Museo del Prado, Madrid)

El 31 de marzo de 1848 decidió el Ayuntamiento que esta calle llevase el nombre del ilustrado gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos, nacido el 5 de enero de 1744 en el seno de una familia noble. Estudió en su ciudad natal y en Oviedo antes de marchar a Ávila y a Burgo de Osma para licenciarse en Derecho Canónico. Luego estudió en Alcalá de Henares; empezó su carrera profesional como magistrado en Sevilla. En 1778 se trasladó a Madrid para entrar en la Sala de Alcaldes de Casa y Corte. Aquí estuvo hasta 1790, cuando hubo de marchar desterrado a su Asturias natal. Sin embargo, en 1797 Godoy lo llama para ser ministro de Gracia y Justicia, cargo que ocupó apenas nueve meses, antes de volver de nuevo a Asturias. En 1800 otra vez se cruzó con Godoy, aunque esta vez el valido de Carlos IV lo desterró a Mallorca y lo encarceló. Fue liberado tras el motín de Aranjuez, en la primavera de 1808, y aunque se le ofreció entrar en el gobierno del rey intruso José Bonaparte, él se unió a la Junta Central en Sevilla. Tras la entrada de los franceses en Andalucía, huyó a Cádiz y de allí intentó volver por barco a Asturias, aunque hubo de recalar antes en Galicia, donde permaneció algunos meses. De nuevo en Asturias, murió a causa de una pulmonía en Puerto de Vega el 27 de noviembre de 1811. 

Su obra escrita está en gran medida relacionada con sus actividades como político o académico. Quizá la más conocida sea el Informe sobre el expediente de la Ley Agraria (1794). También su Memoria en defensa de la Junta Central (1811). Además, se le debe alguna obra dramática como El delincuente honrado (1774) y poemas, con el pseudónimo Jovino. Fue miembro de las Reales Academias de la Historia y de San Fernando y supernumerario de la Española.

29.3.24

José Sánchez Pescador (Calle y Pasaje de)

El Tabernáculo de El Escorial, obra de Jacopo da Trezzo
a la que hizo algunos añadidos José Sánchez Pescador
(Foto CC BY-SA Lancastermerrin88)

Entre las calles de Cavanilles y de Valderribas. El pasaje comienza en la calle del mismo nombre y termina en la de Narciso Serra. 

Nuestra calle, que en tiempos debió de llamarse Particular (según Répide) ha tenido diversos vaivenes a lo largo de la historia, desde que el Ayuntamiento decidió denominarla así el 25 de marzo de 1924. El nombre del personaje ha bailado varias veces, tanto en la calle como en el pasaje (que, por su parte, primero se consideró callejón). Por poner solo dos ejemplos, en el plano parcelario del Ayuntamiento de 1929 la calle se llama de Sánchez Pescador, a secas, y el pobre callejón queda innombrado. En el mismo plano, pero en su edición de 1960, la calle se llama tal y como la conocemos hoy en día y es en el callejón donde se ha hurtado su nombre de pila al homenajeado. Que no es otro que un cincelador y platero madrileño nacido el 26 de noviembre de 1802. Estudió dibujo con Vicente López y antes de establecerse por su cuenta trabajó en las célebres platerías de Martínez. Aunque se especializó en la realización de medallas, quizá su obra más importante sea la decoración del ejemplar de la Constitución y otros obsequios que se hicieron al general Espartero. Asimismo son suyas son las figuras que se añadieron al tabernáculo de El Escorial, obra de Jacopo da Trezzo, es decir, nuestro ya conocido Jacometrezo, y también la corona que se regaló al pintor Antonio Gisbert por su célebre pintura La muerte de los comuneros. Falleció el 24 de marzo de 1863.

22.3.24

José Picón (Calle de)

José Picón, fotografía de Eusebio Juliá (c. 1860-70)
(Biblioteca Nacional, Madrid)

Entre las calles de Francisco Silvela y de Iriarte. Distrito 4 (Salamanca). Barrio de La Guindalera. 

La que fue conocida como calle de Jerónima y en ocasiones como calle de José Rincón en realidad está dedicada desde el 3 de marzo de 1887 al arquitecto y escritor José Picón García. Nacido en Madrid el 11 de abril de 1829, estudió arquitectura y llegó a ser profesor de la correspondiente escuela universitaria madrileña, pero también sintió veleidades literarias y al final acabó dedicándose al teatro. Quizá en lo que más destacó fue en su faceta de libretista de zarzuelas, donde descuella sobre todo su texto para Pan y toros, a la que puso música Barbieri. En sus últimos meses de vida tuvo una serie de problemas mentales que obligaron a su internamiento en Valladolid, ciudad en la que falleció el 4 de junio de 1873.

 

15.3.24

José Ortega y Gasset (Calle de)

El palacio de Saldaña, uno de los edificios más singulares de esta calle
(Foto CC BY-SA Luis García, Zaqarbal)

Entre el paseo de la Castellana y la calle de Francisco Silvela. Distrito 4 (Salamanca). Barrios de Lista y de la Castellana. 

Es nuestra calle uno de los ejes principales del barrio de Salamanca; si consideramos el centro de tan señorial barrio la plaza que lleva el nombre del marqués que lo promovió, esta se encuentra en el cruce de esta vía con la del Príncipe de Vergara. Ya Répide nos habla de ella como una de “las más hermosas del barrio moderno y aristocrático en que se halla”, si bien durante bastante tiempo su urbanización apenas pasó del cruce con la calle de Claudio Coello. Muchos de los edificios que la embellecían han dejado paso a construcciones más modernas, pero aún se pueden admirar algunos como el que actualmente es sede de la Banca March (del que se hablará en la calle de Núñez de Balboa, pues en ella tiene su entrada), el palacete de Basilio Avial, en la esquina con Velázquez (hoy sede del Consejo General de la ONCE) o el Palacio de Saldaña. Este último, que se ubica en la confluencia con la calle de Castelló, es una obra de Joaquín Saldaña López edificada entre 1903 y 1906 como casa para el marqués de Hinojosa de Álava. Más adelante fue sede del Tribunal Tutelar de Menores y en la actualidad está dedicado a la celebración de eventos.

El edificio Beatriz
(Foto CC BY-SA Zaqarbal)

Mucho más moderno es el conocido como “Edificio Beatriz”, que se halla en el número 26 de la calle, ocupando el solar del convento de la Concepción Jerónima en el que estuvieron los sepulcros de Beatriz Galindo (de ahí su nombre) y su esposo, Francisco Ramírez de Madrid. Hoy hay aquí oficinas y locales comerciales, en una obra del arquitecto Eleuterio Población que se levantó entre 1968 y 1976.




Durante más de ochenta años, entre el 28 de abril de 1871 y 1955, esta calle estuvo dedicada al sacerdote, científico y periodista Alberto Lista y Aragón, que nació en Sevilla el 15 de octubre de 1775 y falleció en esa misma ciudad el 5 de octubre de 1848. Sin embargo, nunca se perdió del todo su recuerdo, ya que la estación de metro a la que dio nombre esta vía nunca mudó el suyo y sigue llamándose Lista

José Ortega y Gasset (Aspen, EE. UU., 1948)

Fue el 28 de octubre del último año mencionado, 1955, cuando la calle se rebautizó como de José Ortega y Gasset, el gran filósofo español que vino al mundo en nuestra villa el 9 de mayo de 1883. Era hijo y abuelo de periodistas, lo cual lo marcó en su inclinación por la política y el periodismo. Doctor en Filosofía en 1904, escribió en revistas y periódicos como España o El Sol. Formó, junto a Gregorio Marañón y Ramón Pérez de Ayala, la “Agrupación al Servicio de la República”, por la cual fue elegido diputado en 1931. No tardó mucho en dejar su escaño, desencantado por el discurrir del nuevo régimen. Salió de España al poco de estallar la guerra civil y vivió en el exilio hasta 1945. A su regreso sus relaciones con el régimen franquista no fueron especialmente buenas: no se le permitió volver a su cátedra universitaria y se le dio mucho más valor como pensador y filósofo fuera de nuestro país. Entre sus obras más destacadas están Meditaciones del Quijote (1914), España invertebrada (1921) o La rebelión de las masas (1929). Murió en Madrid el 18 de octubre de 1955.

8.3.24

José María Roquero (Calle de)

Placa conmemorativa de José María Roquero, en la calle de Eloy Gonzalo
(Foto CC BY-SA Asqueladd)

Entre las calles de Canarias y de Bustamante. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio de Palos de la Frontera.

La antigua calle de las Delicias (caso raro, pues está a un tiro de piedra de la que hoy se sigue conociendo con ese nombre) pasó a ser la de José María Roquero el 26 de marzo de 1924. Se trata de un sacerdote, nacido en Guadalajara el 31 de agosto de 1879, que ejerció su labor pastoral en el barrio de Chamberí. Allí, su trabajo en favor de los pobres hizo que se colocase, en mayo de 1917, una placa en su honor –que aún se puede ver– en la casa donde vivió y murió, en el actual número 38 de la calle de Eloy Gonzalo. En el barrio fue conocido como el “apóstol social de Chamberí”. Roquero falleció prematuramente en Madrid el 18 de abril de 1912.

1.3.24

José Marañón (Calle de)

El Hospital de la Cruz Roja, obra de José Marañón
(Foto CC BY-SA Luis García, Zaqarbal)

Entre las calles de Manuel Silvela y de Santa Engracia. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Trafalgar. 

Desde el 3 de noviembre de 1923 está dedicada esta calle al arquitecto José Marañón y Gómez-Acebo, quien nació en Santander el 25 de enero de 1850. Estuvo muy activo en nuestra villa, donde diseñó numerosos edificios de viviendas en las mejores zonas, aunque el que quizá sea más conocido es el Hospital de la Cruz Roja, sito en la avenida de la Reina Victoria. Fue el primer edificio que se construyó por allí cuando esos parajes aún eran el Paseo de Ronda. Murió en Madrid el 18 de julio de 1900, sin que se hubiesen concluido las obras del hospital, que terminó su discípulo Daniel Zavala. Era tío del doctor Marañón.

23.2.24

José Inzenga (Calle de)


Entre las calles de Antonio López y de Antonio Vicent. Distrito 11 (Carabanchel). Barrio de Comillas.

El nombre popular de nuestra calle era el del Carmen, hasta que el 26 de marzo de 1926 decidió el Consistorio ponerle el de José Inzenga, un compositor, musicólogo y profesor nacido en nuestra villa el 3 de junio de 1828. Hijo de músico (su padre, Ángel Inzenga, trabajaba para la Real Capilla), primero estudió en el Conservatorio de Madrid y con catorce años marchó a París gracias a la influencia de aristócratas como el duque de Osuna o el conde de Toreno. Vuelto a España tras la Revolución de 1848, se dedicó a la composición de zarzuelas, a la docencia (sustituyendo a su padre en la Escuela Nacional de Música de Madrid) y también a la crítica musical (fue uno de los fundadores de la Gaceta musical de Madrid) y al estudio del folclore. También fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Murió en Madrid el 28 de junio de 1891.

16.2.24

José Gutiérrez Abascal (Calle de)


Entre la calle de Pedro de Valdivia y el paseo de la Castellana. Distrito 5 (Chamartín). Barrio de El Viso. 

Nuestra calle, que hoy en día es, sobre todo, el frente del edificio que alberga la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad Politécnica de Madrid y el Museo Nacional de Ciencias Naturales –edificio del que ya se habló en el artículo correspondiente al paseo de la Castellana–, se llamó en principio calle de los Altos del Hipódromo. Esto fue así desde el 26 de marzo de 1907. Exactamente diecinueve años después, el 26 de marzo de 1926, recibió su nombre actual, que es el de un político y periodista nacido en Madrid en 1852 y que en su día fue más conocido por el seudónimo de Kasabal. Escribió en numerosos periódicos, en los que destacó sobre todo en la crónica social. Fue asimismo director de El Heraldo de Madrid tras su fundación en 1890. En política, fue diputado en varias ocasiones y por diferentes distritos entre 1889 y 1903. Murió en su villa natal el 25 de marzo de 1907.

9.2.24

José Calvo (Calle de)

Busto por Luis Gilabert (1887)

Empieza en la calle de Francos Rodríguez y acaba en un fondo de saco. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de Berruguete. 

Desde el 1 de enero de 1887 existe oficialmente esta calle, cuyo primer nombre fue de la Providencia. Muy poco después, el 2 de marzo de ese mismo año, se dedicó a José Ramón Calvo, un actor nacido en Murcia el 10 de mayo de 1805 y que fue cabeza de una dinastía de actores que incluyó, entre otros a Rafael Calvo y Ricardo Calvo. Vivió esa especie de edad dorada de la escena española que compartió, entre otros, con Julián Romea, Isidoro Máiquez, Bárbara Lamadrid o Matilde Díez. Murió en Madrid el 17 de enero de 1873.

 

2.2.24

José Anselmo Clavé (Calle de)

(Foto CC BY-SA Luis García, Zaqarbal)

Entre el paseo de la Reina Cristina y la calle de Agustín Querol. Distrito 3 (Retiro). Barrio de Los Jerónimos. 

Más que calle, se trata de una empinada cuesta por medio de la que una estrecha escalera nos lleva hasta el edificio de la Escuela de Ingenieros de Caminos de la Universidad Politécnica, ya en las faldas del cerrillo de San Blas. No parece la más adecuada para la personalidad a la que recuerda desde el 31 de octubre de 1925. Josep Anselm Clavé i Camps nació en Barcelona el 21 de abril de 1824. Fue músico autodidacto, poeta, periodista y político, pionero de la música coral en España. En 1850 fundó la coral La Fraternidad, con la que pretendió acercar la música a las clases populares, en consonancia con sus convicciones. Desde muy joven participó en política siendo fiel a sus ideas izquierdistas y republicanas, lo que le valió encarcelamientos y destierros, aunque tras el triunfo de la Revolución Gloriosa en 1868 ocupó cargos como el de gobernador civil de Castellón o presidente de la Diputación de Barcelona. Liquidada la Primera República por el golpe de Pavía en enero de 1874, Clavé volvió a su ciudad natal, donde murió poco después, el 25 de febrero de 1874.

26.1.24

José Antonio de Armona (Calle de)


Entre la Ronda de Atocha y el paseo de Santa María de la Cabeza. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio de Palos de Moguer. 

Aunque oficialmente existe desde el 9 de agosto de 1918, le costó algo de trabajo formarse a nuestra calle. En el plano de Núñez Granés (1910) ya figura su trazado, aunque aún hay construcciones en el solar que tenía que atravesar. En el plano parcelario del Ayuntamiento correspondiente a 1929 su parte final (desde la calle de Sebastián Elcano) ya está como hoy en día, pero todavía tardaría en abrirse paso desde la Ronda de Atocha. 

José Antonio de Armona y Murga nació en Respaldiza (Álava) el 26 de abril de 1726. Dedicó toda su vida a la administración civil, empezando por el almojarifazgo de Huelva (es decir, de la recaudación de los derechos que se pagaban por las mercancías que entraban o salían por su puerto) y, tras ocupar otros puestos en la Península y también en Cuba (donde pasó doce años) fue nombrado corregidor de Madrid por Carlos III en 1777, cargo que ocupó hasta su muerte. En ese tiempo se dedicó a ordenar lo que hoy es conocido como el “Paisaje de la Luz” de nuestra villa, esto es, el Salón de Prado desde Cibeles hasta Atocha, con sus fuentes y estatuas y el Jardín Botánico. Reunió una gran biblioteca y dejó escritas varias obras que probablemente no pretendió publicar; entre ellas cabe destacar una Relación de corregidores de Madrid desde 1219, cuando consta que Rodrigo Rodríguez era “Justicia Mayor” de la villa. En realidad tiene un gran salto temporal hasta 1453, que es cuando empieza la lista exhaustiva, la cual comienza con Juan de Araco y acaba con el propio Armona, quien falleció en Madrid el 23 de mayo de 1792.

19.1.24

José Abascal (Calle de)


Entre la calle de Bravo Murillo y la plaza del Doctor Marañón. Distrito 7 (Chamberí). Barrios de Trafalgar, Almagro y Ríos Rosas. 

Nos hallamos en uno de los ejes principales del Ensanche en su zona norte; aunque en la época en la que escribieron nuestros cronistas de referencia aún estaba muy poco urbanizada con el tiempo sus aceras se fueron llenando de edificios, algunos de ellos dignos de mención. Un ejemplo es el que se encuentra en el número 30, ocupando casi una manzana entera. Se trata del convento de las Hijas de la Caridad, que en principio fue un asilo para convalecientes y, por tanto, muestra la disposición en pabellones paralelos tan típica de los establecimientos sanitarios de su época. Por cierto, fue edificado entre 1905 y 1906 según un proyecto de Rafael Martínez Zapatero. 

El antiguo asilo de convalecientes
(Foto CC BY-SA Luis García, Zaqarbal)

También merece un vistazo el edificio de corte racionalista –uno de los estilos arquitectónicos del siglo XX mejor representados en nuestra villa– que ocupa el número 53, construido en 1933-35 por el arquitecto Eduardo Figueroa Alonso-Martínez. 

Varios cambios en su denominación ha sufrido esta vía. El primer nombre que tuvo fue el de Buenos Aires, dado por el Ayuntamiento el 11 de octubre de 1875. Fue el 2 de febrero de 1890 cuando decidió dedicársela al personaje que hoy recuerda, pero solo aludiendo a su apellido, esto es, desde ese día se llamó calle de Abascal. Tras la guerra civil mudó de nuevo su nombre y empezó a recordar al general Sanjurjo, conspirador reincidente y cabeza visible del golpe contra el gobierno legítimo de la República del 17 de julio de 1936. Fue el 25 de enero de 1980 cuando volvió a la situación anterior, aunque esta vez añadiendo el nombre del homenajeado. 

José Abascal y Carredano nació en Pontones, Cantabria, el 1 de septiembre de 1829. Antes de entrar en política estudió medicina y, tras la muerte de su padre, regentó un negocio familiar de cantería. Su actividad se dio sobre todo tras la Revolución Gloriosa; fue diputado y senador y alcalde de Madrid en dos ocasiones (1881-83 y 1885-89). Murió en nuestra villa el 19 de febrero de 1890, pocos días después de que se bautizase con su nombre esta calle, a la que daba su casa aunque tuviese la entrada por el paseo de la Castellana.

12.1.24

Jorge Manrique (Calle de)

Retrato por Juan de Borgoña
(Casa de la Cultura, Toledo)

Entre el paseo de la Castellana y la calle de Serrano. Distrito 5 (Chamartín). Barrio de El Viso. 

Hasta bien avanzado el siglo XX no se urbanizó esta zona, hoy una de las más señoriales y exclusivas de la villa, con sus casas unifamiliares que muy pocos se pueden permitir. El Ayuntamiento dio carta de naturaleza a nuestra calle el 11 de julio de 1928, aunque en la versión del Plano Parcelario del año siguiente aún no aparece ni trazada. Su primer nombre fue el de Galván y Candela, el de un pintor madrileño de nombre José María, nacido el 1 de agosto de 1837 y fallecido también en Madrid el 11 de octubre de 1899. Quizá destacó más como grabador; el Museo del Prado conserva varias decenas de sus grabados, casi todos basados en obras de Goya. Sin embargo, no debió de parecer muy adecuado al Ayuntamiento seguir recordándolo, pues el 27 de junio de 1941 mudó el nombre de la calle por el actual. 

El poeta y hombre de armas castellano Jorge Manrique nació hacia 1440 tal vez en Paredes de Nava (Palencia) o tal vez en Segura de la Sierra (Jaén) en el seno de una familia noble. Aunque participó en diversas acciones guerreras es más conocido como poeta, a pesar de lo escaso de su producción que se conserva, unos 50 poemas. De ellos, el más célebre sin duda son las Coplas por la muerte de su padre, esas que empiezan así: 

Recuerde el alma dormida, 
avive el seso y despierte 
contemplando 
cómo se pasa la vida 
cómo se viene la muerte, 
tan callando… 

Y que incluyen este pasaje celebérrimo: 

Nuestras vidas son los ríos 
que van a dar a la mar 
que es el morir… 

Toda la gente de mi generación habrá, como mínimo, leído estos versos, obligatorios en nuestras clases de Literatura del BUP… Manrique murió en una fecha no determinada del año 1479, probablemente en primavera, a resultas de una herida que recibió junto al castillo de Garcimuñoz, en la actual provincia de Cuenca, durante la guerra civil entre los partidarios de Isabel la Católica y Juana la Beltraneja.