26.3.21

Francisco Piquer (Calle de)

Estatua del padre Piquer, sita frente a la que fue sede
de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid,
en la plaza de las Descalzas
(Obra de José Alcoverro; foto CC BY-SA Luis García)

Entre las calles de San Martín y de las Hileras. Distrito 1 (Centro). Barrio de Sol. 

Es la nuestra una calle que se abrió en los terrenos que en su día ocupó el convento de San Martín y por la que no se puede pasar, pues está siempre cerrada por unas verjas, algo que ya constató Répide cuando habló de ella. Constituye la espalda del antiguo edificio de la Caja de Ahorros de Madrid y tiene su lógica, pues está dedicada desde el 28 de abril de 1874 (primero como calle de Don Francisco Piquer y desde el 1 de enero de 1916 con la denominación actual) a alguien que tiene mucho que ver con ella. Francisco Piquer y Rudilla nació en la localidad turolense de Valbona, donde fue bautizado el 5 de octubre de 1666. Destinado a la iglesia, hacia 1693 llegó a Madrid, donde ingresó en el convento de las Descalzas como capellán cantor. En 1702 estableció el Monte de Piedad de Madrid (“Nuestra Señora del Santo Monte de Piedad de las Ánimas”), que fue el modelo de los que se fueron creando en el resto de España y que luego darían origen a las Cajas de Ahorros. De ahí lo apropiado de la ubicación de su calle. Murió en nuestra villa el 13 de septiembre de 1739.

19.3.21

Francisco Morano (Plaza de)

 

Francisco Morano, listo para representar Don Gil de las Calzas Verdes
(Foto: Franzen, c. 1903)

Entre la calle del Doctor Vallejo Nájera y los paseos de los Pontones e Imperial. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio Imperial. 

Cuando estos barrios de la zona sur de Madrid se fueron poblando de viviendas y de fábricas, en el cruce de los barrocos paseos Imperial y de los Pontones se abrió una plaza que fue dedicada el 1 de septiembre de 1932 a Ramón y Cajal. Cuando bien entrado el siglo XX se creó la moderna avenida que lleva hoy su nombre se cambió el de esta plaza, para evitar duplicidades. Aquí el conde de Mayalde hizo de marqués viudo de Pontejos. Desde el 13 de febrero de 1963 recuerda a Francisco Morano y Moreno, Paco Morano, actor nacido en nuestra villa el 13 de noviembre de 1876. Inició su carrera teatral como traspunte, es decir, se encargaba de decir a los actores cuándo tenían que salir a escena. Se presentó, con un papel secundario, en Un drama nuevo, de Tamayo y Baus, en San Juan de Puerto Rico. Volvió a la Península en 1893, se estableció en Barcelona como miembro de la compañía de María Tubau y pronto consiguió hacerse un hueco como actor principal y de amplio repertorio, especialmente el moderno. Falleció en la Ciudad Condal el 29 de marzo de 1933.

12.3.21

Francisco Lozano (Calle de)

(Este señor no es Francisco Lozano, del que se sabe muy poco, 
sino Gonzalo Jiménez de Quesada, a cuyas órdenes sirvió)

Entre las calles de Martín de los Heros y Ferraz. Distrito 9 (Moncloa). Barrio de Argüelles. 

Calle de apertura reciente (para lo que es habitual en estas páginas), llamada así desde el 5 de febrero de 1932 en recuerdo de Francisco Lozano Bravo, nacido en Salamanca en 1531, que acompañó a Gonzalo Jiménez de Quesada y Sebastián de Belalcázar en la conquista de Nueva Granada, territorio en el que se estableció y murió hacia 1567.

5.3.21

Francisca Moreno (Calle de)

 

Diseño de un decorado para el estreno de L'Italiana in Algeri en el Teatro de San Benedetto (Venecia, 1826)
(Obra de Francesco Bagnara. Museo Correr, Venecia)

Entre las calles de Alcalá y de Goya. Distrito 4 (Salamanca). Barrio de Goya. 

Breve callecita, tan escondida que pocos sabrán de su existencia, aunque ya en 1885 figuraba en el nomenclátor municipal como calle Particular. El 2 de marzo de 1887 decidió el Ayuntamiento que pasase a recordar a Francisca Moreno. Esta cantante madrileña nació el 20 de abril de 1790; su padre, Francisco José Moreno era también músico y su hermana Benita se dedicó asimismo al canto lírico. Fue en Italia, adonde se trasladó con once años, donde aprendió el oficio. De extensa voz y agradable presencia, ella y Benita dieron a conocer en los coliseos de Barcelona y Madrid las óperas de Rossini. Precisamente su carrera halló su punto culminante la velada del 29 de septiembre de 1816, cuando junto con su hermana cantó L’Italiana in Algeri, del gran músico de Pesaro, en el teatro del Príncipe de Madrid para celebrar la boda de Fernando VII con Isabel de Braganza.