26.7.24

Juan Martín “El Empecinado” (Calle de)

Juan Martín El Empecinado, réplica de un retrato de Goya por Salvador Martínez Cubells
(Museo del Prado, en depósito en la Real Academia de la Historia, Madrid)

Entre las calles de Méndez Álvaro y de Ramírez de Prado. Distrito 2 (Arganzuela). Barrios de las Delicias y de Palos de la Frontera. 

No hemos de alejarnos mucho de la calle que acabamos de visitar para encontrarnos con esta, que ha tenido una historia un tanto “accidentada”. Primero por el nombre. El 21 de julio de 1880 la bautizó el Ayuntamiento (como a tantas otras de los diversos sectores del Ensanche), pero entonces la llamó del Empecinado, así, a secas. Esto fue así hasta el 30 de noviembre de 1973, cuando el consistorio añadió el nombre del personaje al apodo con el que es universalmente conocido. 

Otras vicisitudes que ha sufrido esta vía tienen que ver con su trazado. El plan inicial del Ensanche la hacía mucho más larga, la llevaba hasta el paseo de Ronda, cruzando por medio de la Estación de Delicias y taponado su comienzo por el cementerio de San Nicolás y San Sebastián. Curiosamente, al desaparecer ese camposanto, fue esa parte la única que existió de la calle hasta que, en los años 90 del siglo XX, se emprendió la enorme reforma que trocó en residencial esta zona fabril y la calle adquirió su configuración actual. 

Que tal vez hace así mayor justicia a quien homenajea. Juan Martín Díez nació en Castrillo de Duero el 2 de septiembre de 1775. Aunque tuvo vocación militar y participó en la campaña del Rosellón, al estallar la guerra de la Independencia era un simple agricultor. En principio se alistó en el ejército regular, pero pronto se convirtió en jefe de una partida de guerrilleros que hizo la vida imposible al ejército napoleónico por todo el valle del Duero. Al acabar la guerra fue ascendido a mariscal de campo y estuvo al mando de diferentes unidades militares; tras el pronunciamiento de Riego tomó partido por el liberalismo, algo que no le perdonó Fernando VII. Tras la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis marchó al destierro en Portugal. El rey felón le prometió que podría volver sin temor a ser castigado, promesa que no cumplió, pues al poco fue preso y finalmente ejecutado en Roa el 19 de agosto de 1825. El apodo de empecinados era el que se daba a los paisanos de su pueblo; convertido en todo un símbolo de la lucha contra los franceses, una Real Orden le dio permiso para utilizarlo en documentos oficiales en 1814.

19.7.24

Juan de Mariana (Calle de)


Entre la calle de Ramírez de Prado y la plaza del Amanecer en Méndez Álvaro. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio de las Delicias. 

Aunque en principio estaba previsto que fuese más larga (abarcaba la actual calle de Villa del Prado), durante mucho tiempo esta vía no fue sino un minúsculo callejón sin salida. Con los grandes cambios que sufrió esta zona se le hizo dar un giro vertiginoso y, con una anchura desmesurada, se abrió a través de los terrenos de antiguas fábricas hasta su conclusión actual. Por cierto, la calle de Atienza fue callejón, con el mismo nombre que esta, hasta el 30 de diciembre de 1944. 

¿Y qué nombre es ese, que aquí aparece desde el 21 de julio de 1880? El de Juan de Mariana, teólogo jesuita nacido en Talavera de la Reina el 25 de septiembre de 1536. A pesar de haber nacido fruto de una relación extramatrimonial, lo cual podría haber sido un grave lastre en su época, estudió en la Universidad de Alcalá de Henares a la vez que profesaba como novicio en la Compañía de Jesús. Tras estancias en Italia y Francia, se estableció en Toledo, de donde casi no salió hasta su muerte, el 17 de febrero de 1624. De sus numerosas obras, quizá la más influyente fue su Historia general de España, primero aparecida en latín y luego en castellano (1601), considerada la obra canónica en este campo hasta la aparición, en el siglo XIX, de la igualmente titulada y debida a Modesto Lafuente. También escribió numerosas obras de carácter teológico, filosófico e incluso político, muy avanzadas para su época: hay quien piensa, que el nombre de la figura de Marianne, representación de la República Francesa, deriva de su apellido.

12.7.24

Juan de Jáuregui (Calle de)

Supuestro retrato de Cervantes, por Juan de Jáuregui
(Real Academia Española, Madrid)

Entre las calles de Juan de Urbieta y de Antonio Díaz-Cañabate. Distrito 3 (Retiro). Barrio del Niño Jesús. 

Volvemos a la Colonia Retiro, a sus bellas viviendas unifamiliares para pasear por la calle que desde el 29 de abril de 1932 está dedicada al poeta, erudito y pintor sevillano Juan de Jáuregui, nacido el 24 de noviembre de 1583 y fallecido en Madrid el 11 de enero de 1641. Su fama se debe sobre todo a un supuesto retrato de Miguel de Cervantes que pintó en 1600, como se indica en el propio cuadro, que fue descubierto en 1910. El propio Cervantes ya había hablado en el prólogo de sus Novelas ejemplares del retrato del “famoso don Juan de Jáuregui”, debajo del cual gustaría de poner la célebre descripción de sí mismo que sigue poco después: “Este que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada…” Sea como fuere, igual que salieron defensores de su autenticidad, lo hicieron de lo contrario, así que no podemos asegurar al cien por cien que esa celebérrima imagen sea la del autor del Quijote.

5.7.24

Juan de la Hoz (Calle de)

El villano del Danubio, y el buen juez no tiene patria, de Juan de la Hoz y Mota
Digital Library Memory of Madrid, Spain - CC BY-NC.

Entre las calles de Ardemans y de Cartagena. Distrito 4 (Salamanca). Barrio de la Guindalera. 

En un principio estaba previsto que nuestra calle empezase en la de Francisco Silvela y así figura en algunos planos de los primeros años del siglo XX. Sin embargo, ese tramo inicial nunca llegó a estar afianzado y ya en el plano parcelario de 1929 aparece truncada de una forma muy parecida a la que podemos contemplarla hoy en día.

También ha tenido una historia un tanto agitada en lo que se refiere a sus denominaciones. Con fecha 1 de enero de 1887 era conocida como calle de Caballero, quién sabe si el apellido del dueño de alguna de las fincas donde luego se asentó el barrio de La Guindalera. El 2 de marzo de ese mismo año recibió el nombre con que hoy sigue, pero ahí no paró la cosa. El 8 de noviembre de 1912 decidió el Ayuntamiento que recordase al obispo Sancha, esto es, al sacerdote burgalés Ciriaco Sancha y Hervás (1833-1909), quien fue segundo titular de la diócesis de Madrid-Alcalá. En algunos planos, como los de Facundo Cañada y Núñez Granés no se rotula como Obispo Sancha, sino Cardenal Sancha. En cualquier caso, es llamativo que esto ocurriese mucho antes del cambio oficial de denominación, ya que ambos planos datan, respectivamente, de 1900 y de 1910. 

Sea como fuere, el 11 de marzo de 1914 la calle volvió a estar dedicada al escritor madrileño Juan Claudio de la Hoz y Mota, nacido el 16 de enero de 1622. Madrileño, pero de familia burgalesa y casi venido al mundo por accidente en nuestra villa (su padre estaba asistiendo a unas cortes que en ese momento se celebraban en la capital). Pronto regresó a Burgos y allí sucedió a su padre como regidor. Su vocación literaria fue tardía y, curiosamente, al final de su vida la combinó con la de censor, precisamente de obras teatrales. Se le atribuyen diversas obras, aunque es difícil cerciorarse de que realmente las escribiese él. Según algunos documentos, murió a finales de 1714; una vida tan larga ha hecho sospechar a diversos estudiosos si en realidad no se tratará de dos personas llamadas de la misma forma, con oficios diferentes, pero ambos con inquietudes literarias. 

Aún conserva esta calle algunos edificios de los primeros tiempos del barrio, como los que están en los números 19, 23, 25 y 26 (este hace esquina con la calle de la Granjilla).