17.10.25

Luis Paret (Calle de)

Autorretrato de Luis Paret (c. 1779)
(Colección particular, Madrid)

Entre las calles de Juan de Vera y de Alejandro Ferrant. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio de las Delicias.

Muy breve calle; desde su creación estuvo dedicada al dictador Alfredo Stroessner, que tiranizó Paraguay entre 1954 y 1989. El 29 de junio de 1984 se subsanó esto dándole el nombre de un gran pintor. Luis Paret y Alcázar nació en Madrid el 11 de febrero de 1746 y falleció también en nuestra villa el 14 de febrero de 1799. Su obra, influida por el rococó francés, es considerada como la más importante de España en esta época después de su estricto contemporáneo Goya. Su trabajo se inició en Madrid; fue desterrado a Puerto Rico, donde fundó una escuela. Al volver a España, vivió en Bilbao, y allí pintó una serie de retratos por encargo de Carlos III. Volvió a Madrid, donde llegó a ser vicesecretario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Entre sus obras destacan Las parejas reales (1771), La comida de Carlos III y La jura del príncipe de Asturias (1791), todas en el Prado. También ilustró libros e hizo diseños arquitectónicos y traducciones.

Carlos III comiendo ante su corte (c. 1775)
(Museo del Prado, Madrid)


10.10.25

Luis Missón (Calle de)

 

Portada de Una mesonera y un arriero, la primera tonadilla
(Real Conservatorio Superior de Música de Madrid)

Comienza en el paseo de la Dirección y termina en un fondo de saco. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de Berruguete. 

Poca información nos dan nuestros cronistas de cabecera sobre esta calle; primeramente se denominó de San Eduardo y el 2 de marzo de 1887 recibió el nombre por el que hoy es conocida. Répide se limita a decir que “es de designación particular”, sin decir una palabra sobre la persona a la que está dedicada, aunque en su época, al parecer, seguía conociéndose con su antiguo nombre de San Eduardo. En una nota al pie, el compilador de su obra, Federico Romero, sugiere que quitemos una “s” al apellido y entonces tendríamos a Luis de Misón, músico nacido en Mataró el 26 de agosto de 1727. Era hijo de un intérprete de oboe francés y él mismo tocó el oboe y la flauta en la Capilla Real de Madrid. Algunos lo consideran el creador de la tonadilla, pues suya es la primera obra conservada en este género, Una mesonera y un arriero (1757). Además de esta, se le deben muchas más y otras obras de teatro musical, además de algunas piezas de cámara. Murió en Madrid el 13 de febrero de 1766.

3.10.25

Luis de Góngora (Calle de)

Góngora, por Velázquez
(Museo de Bellas Artes de Boston)

Entre las calles de Gravina y de San Lucas. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Justicia. 

Calle de nombre ancestral, así se denominó desde que este barrio fue creciendo, a comienzos del siglo XIX. En realidad no siempre se conoció de esta manera. Primero fue solo de Góngora, hasta que el 13 de diciembre de 1961 el Ayuntamiento decidió añadir el nombre de pila del gran poeta que recuerda y del que se hablará de inmediato. (Alguna placa, hoy tapada, suprimía el “de” y decía Calle de Luis Góngora).

La iglesia del convento de las Góngoras
(Foto CC BY-SA Barcex)

Porque antes hay que mencionar al menos un par de edificios interesantes que abren sus puertas a esta vía. Uno es el convento de Mercedarias Descalzas al que, precisamente por estar aquí, siempre se conoció como las Góngoras. Fue levantado entre 1663 y 1664 según un proyecto de Fray Manuel de San Juan; poco después, en 1670-75 se amplió siguiendo los planos trazados por Manuel de Olmo. Su austera fachada no da una idea de la riqueza de la decoración de su interior. Probablemente fue restaurado en 1775 por José de Ballina y por Francisco Sabatini.

El palacio del marqués de Viluma
(Foto CC BY-SA Isabel Costa - Museo de Historia de Madrid)

No muy lejos está el menos conocido palacio del marqués de Viluma, que muestra su jardín y por eso llama la atención en una zona de construcciones tan densas como esta. Lo proyectó Jerónimo de la Gándara; se levantó en 1857 y sufrió una gran reforma en 1934, esta firmada por Joaquín Saldaña. 

Imagen del homenaje a Góngora en su tercer centenario que dio origen a la Generación del 27

Luis de Góngora y Argote es uno de los principales poetas de nuestros siglos de oro y el principal representante del culteranismo en la poesía española. Nacido en Córdoba el 11 de julio de 1561, estudió en Salamanca y se ordenó sacerdote. Gracias a la protección de, entre otros, el duque de Lerma, llegó a ser capellán de honor del rey Felipe III. Su célebre enemistad con Francisco de Quevedo data de 1603, cuando lo acusó de imitarlo bajo seudónimo. Pero la creación de dos bandos casi irreconciliables surgió a raíz de la publicación de sus Soledades, obra oscura y complicada que produjo tanta adhesión como rechazo. Compuso numerosas poesías y, además de la pieza citada, es conocida su Fábula de Polifemo y Galatea (1612). Arruinado y enfermo, volvió a su ciudad natal, donde murió poco después, el 23 de mayo de 1627. Su obra fue orillada durante mucho tiempo y fue precisamente un intento de revalorizarla en el tercer centenario de su muerte lo que dio origen a la llamada “generación del 27”.

26.9.25

Luis Camoens (Calle de)

(Retrato por Fernão Gomes, c. 1573-75; el original ha desaparecido, 
esta es una copia "fidelísima" realizada por Luís José Pereira de Resende a comienzos del siglo XIX)

Entre las calles de Julián Gayarre y de Juan Valera. Distrito 3 (Retiro). Barrio de los Jerónimos. 

El primer nombre que tuvo esta calle fue el de Camoens y Valero, sin que haya podido quien esto escribe encontrar el motivo del tal denominación, en especial de ese “Valero”. Así fue hasta que el 25 de noviembre de 1958 el Ayuntamiento decidió que esta vía, tranquila, recoleta (a pesar de que hay un Instituto de Secundaria en sus aceras), típica del barrio en el que se encuentra, al sur del parque del Retiro, recibiese su nomenclatura actual. Recuerda desde entonces al gran poeta portugués Luís Vaz de Camões, que nació probablemente en Lisboa hacia 1524. Lo poco que se sabe de su vida es de carácter más bien aventurero: lo desterraron a Ceuta en 1546; allí guerreó contra los moros y perdió un ojo. Tras volver a su país, se embarcó hacia la India y luego residió en Macao, donde escribió la obra por la que es sobre todo recordado, Os lusíadas, una epopeya poética en la que narra el viaje que, a finales del siglo XV, hizo Vasco da Gama a la India. Estuvo encarcelado en otra posesión portuguesa de Asia, Goa, y en 1570 volvió a Portugal. Además de esta obra célebre, fue autor de numerosas poesías y algunas piezas teatrales. Murió en Lisboa, víctima de la peste, el 10 de junio de 1580.

19.9.25

Luis Cabrera (Calle de)


Entre las calles de Francisco Giralte y de Santa Hortensia. Distrito 5 (Chamartín). Barrio de la Prosperidad. 

El primer nombre que tuvo esta calle fue el de Mayorga, que el Ayuntamiento decidió cambiar el 2 de marzo de 1887 por el de Luis Cabrera de Córdoba, un escritor e historiador que nació en Madrid en 1559. Fue secretario de Margarita de Austria y también estuvo al servicio del duque de Osuna cuando este fue virrey de Nápoles. En 1588 volvió a Madrid y entró al servicio de Felipe II. Aunque en 1601, después de una pelea en el viejo Alcázar de nuestra villa, fue condenado al destierro, se le indultó y siguió al servicio de la casa real. Fue poeta, influido por Luis de Góngora, pero es más recordado como historiador; su obra más importante es la Historia de Felipe II, cuya primera parte apareció en 1619 y no pudo publicarse completa hasta 1877. Cervantes lo alabó en su Viaje del Parnaso de esta guisa: 

                        No lo harás con éste de ese modo, 
                        que es el gran Luis Cabrera, que pequeño 
                        todo lo alcanza, pues lo sabe todo. 
                        Es de la Historia conocido dueño, 
                        y en discursos discretos tan discreto,
                        que Tácito verás, si te le enseño. 

Murió en Madrid, en su casa de la calle de Preciados, el 9 de abril de 1623.

12.9.25

Luis I (Calle de)

Luis de Borbón, príncipe de Asturias, por Jean Ranc (1723)
(Museo del Prado, en depósito en la embajada de España en Londres)

Entre la calle de González Dávila y el camino del Pozo del Tío Raimundo. Distrito 18 (Villa de Vallecas). Barrio del Casco Histórico de Vallecas. 

Nos salimos de la zona habitual para hablar de esta calle, que no es sino una curiosidad. En un momento determinado el Ayuntamiento de Madrid se debió de dar cuenta de que había algunos monarcas que habían reinado en España y que aún no tenían dedicada una calle. De ahí que el 21 de marzo de 1986 cambiasen el prosaico nombre de calle G que ostentaba esta vía por el que tiene actualmente, el del infortunado Luis I, hijo de Felipe V, quien abdicó en él el 10 de enero de 1724. Luis tenía entonces 16 años, pues había nacido en Madrid el 25 de agosto de 1707. Su reinado, el más breve de la historia de España, duró poco más de ocho meses, pues falleció, también en Madrid, el 31 de agosto de ese mismo año de 1724, aquejado de la entonces mortal viruela.

5.9.25

Lucio del Valle (Calle de)

Lucio del Valle, c. 1860
(Archivo Lucio del Valle, Madrid)

Entre la calle de Boix y Morer y la avenida de Filipinas. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Vallehermoso.

Unas cuantas páginas atrás, al hablar de la calle de Lozoya, se hacía mención de esta, ya que era paralela a la que en un tiempo se llamó así y hoy ya no existe. Eran muy lógicas esta denominación y esta cercanía dado el lugar donde se encuentran nuestra calle y la desaparecida, las inmediaciones del depósito del Canal de Isabel II (antes llamado Canal del Lozoya). ¿Por qué es muy lógica? Lucio del Valle y Arana, nacido en nuestra villa el 2 de marzo de 1815, fue un ingeniero de caminos al que se deben numerosas obras públicas de envergadura, entre ellas, precisamente, el proyecto de traída de aguas a Madrid, que dirigió entre 1855 y 1858 y le valió la concesión de la Gran Cruz de la Orden de Carlos III. En la capital también se ocupó de la gran reforma que sufrió la Puerta del Sol. Cuando falleció, también en Madrid, el 17 de julio de 1874, era director de la Escuela de Ingenieros de Caminos. Esta calle lleva su nombre desde el 21 de julio de 1880.

29.8.25

Luciente (Calle de)

(Foto CC BY-SA Oilisab)

Entre las calles del Humilladero y de las Tabernillas. Distrito 1 (Centro). Barrio de Palacio. 

En el plano de Texeira esta calle se llama de Occidente, y también en el de Lotter. Pero como sospecho que este último se basó muy mucho en el mapa del portugués, esto no impide que, como indican Peñasco y Cambronero, sea ésta una de las varias equivocaciones del plano de D. Pedro, explicable por la cercanía de la calle de Oriente. Espinosa soluciona el problema llamándola de la Flor en su plano, y todos los cronistas dando un motivo para el nombre verdadero. Y es que allí vivió un tal Alfonso Luciente, hermano de la V.O.T. de San Francisco y propietario de todos los terrenos circundantes, a los que sacó un partido económico que dedicó a limosnas para su Orden y la parroquia de San Andrés. Cuenta además Répide que el señor Luciente logró que el Concejo desmontase, en bien del orden y la salud públicos, las primitivas chozas donde se vendía el vino de Parla, y fueron el origen de las tabernillas que dieron nombre a la cercana calle.

22.8.25

Luchana (Calle de)


Entre la glorieta de Bilbao y la plaza de Chamberí. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Trafalgar. 

Se formó esta vía en 1837 como un paseo que enlazaba la puerta de Bilbao con el paseo del Cisne, en la barriada de Chamberí. Era esta barriada el arrabal más aparente de los que había fuera de la cerca, y por eso no es extraño que antes del derribo de la tapia ya se intentase su urbanización y regularización. El nombre de Luchana (primero fue paseo, el 1 de enero de 1840, y pasó a ser calle el 6 de febrero de 1860) le vino por una batalla de la primera guerra carlista que se había producido poco antes. El 24 de diciembre de 1836 las tropas isabelinas al mando del general Espartero tomaron el puente de Luchana, cercano a Bilbao. Esto hizo que se levantase el cerco al que estaba sometida la villa vizcaína por parte del ejército del pretendiente Carlos María Isidro. Este mismo hecho fue el que dio nombre a la puerta y luego a la glorieta de Bilbao. 

El monumento a los saineteros madrileños
(Foto CC BY-SA Zarateman)

La confluencia de nuestra calle con las de Francisco Rojas y Manuel Cortina constituye una minúscula placita ajardinada en la que se halla el mal llamado monumento de Los Chisperos, que en realidad está dedicado a los saineteros madrileños. Es una obra en la que se recuerda a Ramón de la Cruz, Ventura de la Vega, Francisco Asenjo Barbieri y Federico Chueca; su diseño se debe a Lorenzo Collaut-Valera. La inauguración se llevó a cabo el año 1913, y la encargada fue la infanta Isabel, quizá el miembro más sainetesco -en el buen sentido de la palabra- de la familia real. La primera ubicación del monumento fue la Glorieta de San Vicente, vacía desde el derribo de la puerta del mismo nombre en 1890 y posteriormente se colocó en el paseo de los Pinos, junto a la glorieta de la Pirámides. Desde allí se trajo a este jardincillo de la calle Luchana.

15.8.25

Lozoya (Calle del)

La Fuente del Lozoya, ubicada a un tiro de piedra de nuestra calle

Empieza en la calle de Bravo Murillo y acaba en un fondo de saco. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de los Arapiles. 

No es esta la calle del Lozoya que conocieron nuestros cronistas de cabecera. Aquella, que aparece trazada en los planos de Facundo Cañada (1900) y Núñez Granés (1910) es paralela a la de Lucio del Valle y de ella apenas queda rastro hoy en día. La nuestra, situada un poco más al sur que la otra, fue nombrada callejón de Lozoya el 1 de enero de 1931 y fue ascendida a calle el 17 de marzo de 1951. Lleva el nombre del río cuyas aguas llegaron a Madrid tras una magna obra de ingeniería el 24 de junio de 1858, en una fuente que se instaló al final de la calle de San Bernardo y fue uno de los acontecimientos más importantes de nuestra villa en el siglo XIX.

1.8.25

Loreto y Chicote (Calle de)

Loreto Prado y Enrique Chicote interpretando Gente Menuda, de Arniches (1911)
Foto: Alfonso

Entre la calle de la Ballesta y la Corredera Baja de San Pablo. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Universidad. 

En el plano de Texeira el nombre con que figura esta calle es el de San José, y se debía a un cuadro con el motivo del sueño de San José que el capitán Juan de Toledo pintó en su casa, la más antigua de la vía. El cuadro posteriormente pasó al convento de mercedarias descalzas de la Concepción, popularmente conocido como de Don Juan de Alarcón o de las Alarconas. En 1835, para evitar duplicidad con la otra calle de San José, existente en el barrio de los Literatos, pasó a ser la travesía de la Ballesta, por su cercanía a la calle del mismo nombre (durante un año, entre el 12 de diciembre de 1854 y el 16 de diciembre de 1855 se llamó del General O’Donnell, seguro que a causa de los vaivenes políticos de tan tormentosa época). Y el 20 de abril de 1934 el Ayuntamiento quiso dedicarla a dos populares cómicos que llenaron gran parte de la vida teatral madrileña durante la primera mitad del siglo XX. Loreto Prado (1863-1943) y Enrique Chicote (1870-1958), ambos nacidos y fallecidos en nuestra villa, fueron los reyes del Teatro de la Comedia; actuaron juntos más de cincuenta años, y su nombre ha de ir ineludiblemente ligado a autores teatrales tan populares como Carlos Arniches o Serafín y Joaquín Álvarez Quintero.

18.7.25

Lorenzana (Calle de)

(Litografía de José Cebrian. Biblioteca Nacional, Madrid)

Entre la calle de Francos Rodríguez y el paseo de la Dirección. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de Berruguete. 

No nos hemos de desplazar mucho para llegar a esta calle, cuyo primer nombre fue del Puerto y que desde el 2 de marzo de 1887 está dedicada al político y periodista Juan Álvarez de Lorenzana, quien nació en Oviedo el 29 de agosto de 1818. Entró en política a partir de 1856, de la mano de O’Donnell, y fue varias veces diputado. Contribuyó con varios de sus artículos a la llegada de la Revolución Gloriosa; tras su triunfo, fue ministro de Estado (1868-69). Diputado y senador durante el Sexenio, en 1874 pasó a ser embajador de España ante la Santa Sede. Tras la Restauración, fue consejero de Estado y senador vitalicio, pero se apartó del primer plano de la política. Murió en nuestra villa el 15 de julio de 1883.

11.7.25

Lorenza Correa (Calle de)

(Grabado de Luigi Rados, c. 1813-18)

Entre la glorieta de Miguel Rubiales y la calle de Jerónima Llorente. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de Bellas Vistas. 

Hasta el distrito de Tetuán nos desplazamos para visitar esta calle, dedicada a una gran cantante española. Lorenza Núñez Morales nació en Málaga en 1773, hija de actores. Muy pronto empezó a cantar tonadilla y ópera italiana; su primera actuación documentada fue en Madrid en 1792. Adoptó como nombre artístico el de Lorenza Correa, tomando el apellido del actor José Correa, su padrino. No solo actuó en España, también en Italia, donde obtuvo bastantes éxitos, y Francia, donde la cosa no fue tan bien. Es especialmente recordada por protagonizar el estreno madrileño de Il barbiere di Siviglia de Rossini, que tuvo lugar en el Teatro del Príncipe el 25 de agosto de 1821. La última noticia que se tiene de ella data de 1831, cuando solicitó una pensión de jubilación a Fernando VII. 

Añadamos que el primer nombre que tuvo esta calle fue el de Arancio, palabra que significa “naranjo” en italiano. Desde el 2 de marzo de 1887 lleva el actual.

4.7.25

López Silva (Calle de)

José López Silva (c. 1925)

Entre las calles de Toledo y de Santa Ana. Distrito 1 (Centro). Barrio de Embajadores. 

Antes de recibir la denominación actual esta calle fue conocida como de las Velas o Red de las Velas, ya que se dice que hubo antaño aquí un lugar en el que se vendían, tras unas rejas, velas de sebo, que como indican Peñasco y Cambronero, eran las “únicas que usaban antiguamente las clases media y pobre”. 

El 9 de julio de 1930 se dedicó al poeta y sainetero José López Silva, madrileño nacido el 4 de abril de 1861 y fallecido en Buenos Aires el 25 de marzo de 1925. De él se debe decir que fue quien suministró, en colaboración con Carlos Fernández Shaw, el libreto de la inmortal zarzuela La Revoltosa a Ruperto Chapí.

 

27.6.25

López de Hoyos (Glorieta de)

Placa situada en el n.º 2 de la calle de la Villa
(Foto CC BY-SA Raimundo Pastor)

Entre las calles de López de Hoyos, de Edison, de Francisco Silvela, de Joaquín Costa y de Oquendo.

Hacia 1900, fecha del plano de Facundo Cañada, se ve que en el cruce del foso del Ensanche con la calle de López de Hoyos pasa por una especie de conducción superior la Acequia de riego del Este. Poco después se formó la glorieta que hoy conocemos, a la que se dio nombre, el de López de Hoyos, el 22 de septiembre de 1932. Tal vez porque este hecho tuvo lugar durante la Segunda República -ya que el personaje que recuerda no tiene, como hemos visto en el artículo anterior, connotación política alguna-, una vez terminada la guerra civil, el 27 de julio de 1941, se le cambió el nombre por el de Julio Ruiz de Alda (1897-1936), aviador célebre y uno de los fundadores de Falange Española. El 25 de enero de 1980 volvió a ser la Glorieta de López de Hoyos.

20.6.25

López de Hoyos (Calle de)

Dos edificios de la calle, frente a la plaza de la Prosperidad
(Foto del autor)

Entre el paseo de la Castellana y la plaza de los Santos de la Humosa. Distritos 4 (Salamanca), 5 (Chamartín), 15 (Ciudad Lineal) y 16 (Hortaleza). Barrios de la Castellana, El Viso, Prosperidad, Ciudad Jardín, Hispanoamérica, Colina, Canillas y Pinar del Rey. 

Es la nuestra una de las calles más largas de la villa, como lo atestigua la enumeración de distritos y barrios que recorre. Ello a pesar de un cruel tajo que sufrió y del que en seguida se hablará. Su germen fue el camino que iba de Madrid a Hortaleza, luego carretera de Hortaleza. Durante mucho tiempo gran parte de su trazado siguió siendo eso, la carretera de Hortaleza. Por ejemplo, en el plano de Nuñez Granés (1910) así es desde que deja atrás La Prosperidad. En este mismo plano su comienzo se rotula, seguramente por error, como calle de Salas, que en realidad está un poco más al norte. Lo que sí es cierto es que en tiempos comenzó en la calle del Pinar y no llegaba a tocar la Castellana. 

Como tantas otras calles que antes fueron carreteras, aún conserva alguna de esas casas de ladrillo visto que están en peligro de extinción (véanse los números 108 y 110, por ejemplo) e incluso alguna corrala, como la que hay en el número 139. 

Poco más atrás se ha dicho que la calle sufrió un “cruel tajo”, debido a la construcción de la M-30. En tiempos cruzaba el arroyo del Abroñigal, pero cuando este cedió su sitio a la vía de circunvalación parte de la calle de López de Hoyos desapareció. A la altura de la calle del Padre Claret termina su primer tramo y luego reaparece al otro lado de la autovía, como fondo de saco. En la acera de los impares, del número 171 se pasa al 245 y en la de los pares del 236 al 286. 

Ya el 2 de marzo de 1887 se la dedicó el Ayuntamiento a Juan López de Hoyos, maestro que fue de Miguel de Cervantes. Nació en nuestra villa hacia 1530 y tras ser ordenado sacerdote obtuvo una cátedra de gramática en el Estudio de la Villa en 1568. Se dedicó más a la enseñanza y a su oficio religioso (fue, entre otras cosas, párroco de la iglesia de San Andrés, donde está enterrado) que a la escritura. Se le puede considerar cronista de la villa, ya que sus principales obras conservadas son precisamente relaciones de sucesos célebres ocurridos en Madrid, como la muerte y las honras fúnebres del príncipe don Carlos (1568) o de la reina Isabel de Valois (1569) o el recibimiento a la reina Ana de Austria (1572). En Madrid murió el 28 de junio de 1583.

13.6.25

Lope de Vega (Calle de)

Lope de Vega, retrato atribuido a Eugenio Caxés
(Museo Lázaro Galdiano, Madrid)

Entre la calle del León y el paseo del Prado. Distrito 1 (Centro). Barrio de las Cortes. 

No podía tener un mejor emplazamiento nuestra calle, en pleno barrio de las Letras y dedicada a uno de nuestros literatos más importantes. Pero esto es relativamente reciente. El nombre tradicional de la vía fue el de Cantarranas y así aparece en el plano de Texeira. Señalan nuestros cronistas que esto se debía a los muchos batracios que vivían en unas charcas que había por esta zona antes de urbanizarse, unas charcas que pertenecían a las huertas de San Jerónimo, a decir de Répide. 

El convento de las Trinitarias Descalzas
(Foto CC BY-SA Luis García, Zaqarbal)

Aquí está el convento de las Trinitarias Descalzas de San Ildefonso, de tormentosa historia y que merece ser recordado porque alberga, aunque no se sabe dónde, los restos de Miguel de Cervantes. Lo fundó en 1612 doña Francisca Gaitán, en forma de pequeña iglesia donde fue enterrado el autor del Quijote. Poco después se decidió su ampliación, que no se pudo llevar a cabo a causa de la guerra de Portugal iniciada en 1640. A partir de 1668 se acometió, según un proyecto de Marcos López. Las obras se interrumpieron en 1688 por la muerte de su arquitecto; se reanudaron cinco años después y finalizaron en 1698. En 1868 fue amenazado de derribo, como otros muchos conventos de la villa. Lo salvó don Ramón de Mesonero Romanos, quien además de ello promovió la colocación del mural en recuerdo de Cervantes que hoy podemos ver, obra de Ponzano.

(Foto: J. L. de Diego)

Muchas personas célebres tuvieron relación con esta calle. En ella, por ejemplo, vivieron y murieron Agustín Argüelles o Martín de los Heros. En tiempos solo llegaba hasta la calle de Jesús y, a mediados del siglo XIX, se amplió su trazado hasta el paseo del Prado tras la desaparición del convento de los Trinitarios Descalzos; en esa zona vivió el gran actor Julián Romea. Y en el numero 35 una placa nos recuerda que allí nació el 3 de enero de 1905 Luisa Carnés, escritora y periodista de la Generación del 27. 

Desde el 1 de marzo de 1844 está dedicada a Lope Félix de Vega y Carpio, el “Fénix de los ingenios”, escritor nacido en nuestra villa el 25 de noviembre de 1562. De familia hidalga, llevó una vida de lo más agitado. Se casó varias veces, tuvo numerosas amantes, sufrió prisiones y destierros, se enroló en la Grande y Felicísima Armada, estuvo al servicio de numerosos nobles, alguno de los cuales llegó a ser amigo y compañero de correrías amorosas y al final acabó ordenándose sacerdote, lo cual no impidió que siguiera teniendo amantes e hijos. Cervantes, con ironía, alabó la “ocupación continua y virtuosa” del venerable sacerdote. 

Qué decir de su obra si no es que estableció las bases del teatro español en la edad dorada de nuestra literatura. Se le deben poemas sueltos, otros más largos de carácter épico, burlesco o religioso, novelas y, sobre todo, obras dramáticas. Según algunas fuentes llegó a escribir unas 1500 comedias y 400 autos sacramentales. De todas ellas se conservan poco más de 300 de atribución segura. Es difícil destacar alguna, pero, quizá por ser las más conocidas, haya que nombrar Peribáñez y el comendador de Ocaña, La dama boba, El perro del hortelano, Fuenteovejuna, El caballero de Olmedo o El mejor alcalde, el rey. Este “Monstruo de Naturaleza” falleció en la misma villa que lo vio nacer el 27 de agosto de 1635.

6.6.25

Lope de Rueda (Calle de)


Entre las calles de Alcalá y del Alcalde Sáinz de Baranda. Distritos 3 (Retiro) y 4 (Salamanca). Barrios de Ibiza y Goya. 

Calle típica del Ensanche del barrio de Salamanca, con sus edificios en ocasiones suntuosos y que, también típicamente, recibió como tantas otras de la zona su nombre el 21 de julio de 1880. El suyo fue el de Lope de Rueda, un dramaturgo que nació en Sevilla hacia 1505-10. Aunque en principio se dedicó a otras cosas (fue batihoja, es decir, se dedicó a laminar metales), se acabó uniendo a una compañía de teatro italiana. A mediados del siglo XVI ya estaba al frente de la suya propia, con la que recorrió España, aunque tenía su base en Valladolid. Su obra incluye comedias y coloquios pastoriles, aunque es más recordado por los “pasos”, esto es, piezas breves que se ofrecían en los entreactos de las más largas. ¡Cuántas veces se representó en mi colegio y en cuántos colegios no se habrá representado Las aceitunas! Lope de Rueda murió en Córdoba hacia 1565.

30.5.25

Lope de Haro (Calle de)

Escudo de la casa de Haro
(CC BY-SA SanchoPanzaXXI)

Entre las calles de Bravo Murillo y de Francos Rodríguez. Distrito 6 (Tetuán). Barrio de Berruguete. 

En la barriada que empezó a crecer a mediados del siglo XIX en los alrededores de la carretera de la Mala de Francia, esto es, la calle de Bravo Murillo, está nuestra vía, a la que se asignó primero, el 1 de enero de 1871, el nombre de Santa Teresa. Muy poco después, el 28 de abril de ese mismo año, fue dedicada a Lope Díaz de Haro, señor de Vizcaya y mayordomo mayor del rey Sancho IV, entre otros muchos cargos. Nacido hacia 1245, en principio estuvo enemistado con los reyes de Castilla y pasó al servicio de los de Navarra. Tras la reconciliación con Alfonso X el Sabio, apoyó a Sancho (que era su cuñado, ya que su esposa, María de Molina, era hermana de la mujer de Lope) en su disputa con su hermano Alfonso de la Cerda por la sucesión al trono de Castilla. Una vez muerto Alfonso X logró Sancho que lo nombrasen rey y desde entonces Lope de Haro fue asumiendo cada vez más poder, tanto que provocó los recelos de muchos nobles y del propio rey, quien lo mandó matar en Alfaro el 8 de junio de 1288.

23.5.25

Londres (Calle de)

El Tower Bridge
(Foto del autor)

Entre las calles de Cartagena y de Julio Camba. Distrito 4 (Salamanca). Barrio de La Guindalera.

Cuando se fue formando la barriada del Madrid Moderno surgió nuestra calle, a la que el Ayuntamiento dio el nombre de Alberto Aguilera el 1 de enero de 1898. No pasó mucho tiempo hasta que hubo un cambio; en palabras de Répide, a “aquel buen alcalde de Madrid” le fue dedicada “una calle más digna de su fama” y el 15 de septiembre de 1905 se empezó a homenajear aquí a la capital del Reino Unido. Por cierto, allí hay también una Madrid Road, en el distrito de Barnes, que aunque forma parte del área metropolitana de la capital en realidad pertenece al municipio de Richmond upon Thames.

16.5.25

Lombía (Calle de)

Retrato de Juan Lombía, por Antonio María Esquivel (1837)
(Museo de Zaragoza)

Entre las calles de Alcalá y de Jorge Juan. Distrito 4 (Salamanca). Barrio de Goya. 

Nos vamos al Ensanche en la zona sur del barrio de Salamanca para encontrarnos con esta calle, que en su día flanqueaba la entrada principal de la desaparecida plaza de toros, donde hoy está el Palacio de los Deportes. Desde el 27 de enero de 1880 está dedicada, con mucha lógica, a un hombre de teatro español (lo de “con mucha lógica” viene a cuento porque su prolongación es la calle de Máiquez, otro gran nombre de los escenarios españoles). Juan Lombía nació en Zaragoza en 1806. Fue actor, autor teatral y empresario y ello a pesar de que su familia primero le hizo estudiar dibujo y luego aprender el oficio de ebanista, al que se dedicó durante un tiempo hasta que por fin, en 1829 empezó a dedicarse al teatro. Tras recorrer España en busca de faena se instaló en Madrid en 1835 y llegó a ser empresario del teatro de la Cruz, en directa competencia con el del Príncipe. Murió en nuestra villa en 1851.

9.5.25

Lisboa (Calle de)

La Torre de Belém, vigilando cómo desemboca el Tajo
(Foto CC BY Allie Caulfield)

Entre la calle de Ferraz y el paseo del Pintor Rosales. Distrito 9 (Moncloa-Aravaca). Barrio de Argüelles. 

Si bien está en un barrio muy señorial, con el parque del Oeste al lado, no es muy larga ni espectacular la calle que Madrid le ha dedicado a la bella capital del país vecino y no sé si hermano o primo, pero sin duda pariente nuestro. 

Sin embargo, no fue así todo el tiempo. Cuando el Ayuntamiento dio carta de naturaleza a esta vía, el nombre elegido fue el de calle de la China. Sucedía esto el 1 de enero de 1882. Muy poco tiempo después, el 20 de marzo de ese mismo año, hubo un cambio y pasó a llamarse de Ruiz Aguilera, homenajeando al médico y escritor salmantino Ventura Ruiz Aguilera, nacido el 2 de noviembre de 1820 y fallecido en Madrid el 1 de julio de 1881, quien, además de por sus escritos periodísticos y literarios, merecía ser recordado por haber dirigido el Museo Arqueológico Nacional. Fue el 19 de enero de 1906 cuando la calle recibió la denominación con la que hoy la conocemos.

25.4.25

Linneo (Calle de)

Retrato de Carl von Linné, por Alexander Roslin
(Galería Nacional de Retratos, Mariefred, Suecia)

Entre las calles de Segovia y de Ruy González de Clavijo. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio Imperial. 

Ya se comentó, en el artículo correspondiente a la calle de Alburquerque, que aquella fue la primera que denominó así en la villa. Sin embargo, el Ayuntamiento decidió trasladar aquí al científico sueco, a una calle cuyo anterior nombre era, desde el 1 de enero de 1882, del Españoleto. Poco después se produjo el cambio, el 20 de marzo de ese mismo año. 

Carl Nilsson Linnæus nació en Råshult, en el sur de Suecia, el 23 de mayo de 1707. Estudió en Upsala y se especializó en botánica; realizó numerosos viajes por el extranjero y también por su país, en este caso para clasificar plantas, animales y minerales. Precisamente por esto es por lo que es recordado, aunque tal vez mucha gente no lo sepa. La forma de expresar el nombre científico de animales y plantas fue idea suya: dos palabras en latín, una, en mayúscula, representando el género (Homo) y una segunda, en minúscula, para la especie (sapiens). En su época fue reconocido como un gran científico en toda Europa y fue admirado por personalidades como Rousseau o Goethe. Murió en Upsala el 10 de enero de 1778.

11.4.25

Limón (Calle del)

Foto CC BY-SA Asqueladd

Entre las calles de San Bernardino y de Montserrat. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Universidad.

Durante algún tiempo, nuestra calle fue conocida como del Limón Alta, para distinguirla de la del Limón Baja o del Limoncillo, la que hoy se denomina Travesía del Reloj, muy cerca de la plaza de España. El nombre proviene de los limoneros que había en una huerta propiedad de don Joaquín de Peralta, que por aquí estaba antes de que la ciudad devorase los campos que la rodeaban. Existió asimismo una plaza del Limón, ubicada, según Peñasco y Cambronero, entre las calles de Amaniel y del Conde-Duque. En el plano de Texeira se rotula como de San Bernardino y en el de Espinosa, como de San Juan la Nueva.

Un edificio digno de mención muestra una de sus fachadas a nuestra calle, aunque su entrada principal está en la de Amaniel. Se trata de la antigua fábrica de cervezas Mahou, levantada por Francisco Andrés Octavio entre 1892 y 1894 y ampliada y reformada en varias ocasiones por el propio Octavio y por José López Salaberry y Lorenzo Gallego (1899-1930). Tras dejar de funcionar como tal, a comienzos de los años 60 del siglo XX, la fábrica sufrió un abandono que finalizó cuando aquí se instaló, en 2010, el museo del diario ABC. Desde enero de 2023 comparte su espacio con el Centro Cultural Clara del Rey, del Ayuntamiento de Madrid.

4.4.25

Libreros (Calle de los)

(Foto CC BY-SA Osiliab)

Entre la Gran Vía y la calle de la Estrella. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Universidad. 

Pocas de las personas que compartieron aulas universitarias en Madrid con quien esto escribe (que estudió su carrera en la segunda mitad de la década de 1980) desconocerán esta calle, en la que se encuentran varias librerías especializadas en los textos que necesitábamos en nuestros estudios. Así fue desde antes de mis tiempos y también lo ha seguido siendo después. 

Si con este párrafo introductorio parece quedar claro el origen del nombre de la calle, solo nos estamos refiriendo a la última etapa de su historia, que es larga y con variada nomenclatura. 

En el plano de Texeira, nuestra calle se prolonga por donde hoy está la Gran Vía y, dando un giro hacia la derecha, va a terminar (o, mejor dicho, comenzar) en la de San Bernardo. El geógrafo portugués la indica como calle del Poça alta, prolongación de la desaparecida calle del Pozo. Si avanzamos un siglo y consultamos el plano de Espinosa, vemos que el tramo que va desde el cruce con la calle de la Flor Alta se denomina calle de la Justa. Recurrimos a Peñasco y Cambronero para buscar una explicación: cuando esto aún era el campo, hubo por aquí un célebre pozo cuya propietaria se llamaba Justa (Répide añade un apéndice un tanto fantástico: de tal pozo salieron dos basiliscos que mataron a una joven con solo mirarla…) De ahí los nombres, e incluso un tercero que sugieren don Hilario y don Carlos: calle del Pozo de la Justa. Ya que se ha mencionado a Répide, se puede recurrir de nuevo a él para indicar que aquí daban las tapias del cementerio de la Buena Dicha (la iglesia del mismo nombre abre su fachada a la calle de Silva y el número 12 de nuestra calle es una entrada trasera del templo), donde, entre otros patriotas de los que perecieron en el asalto al cuartel de Monteleón en 1808, estuvo enterrada Manuela Malasaña. 

El 23 de mayo de 1893 el Ayuntamiento decidió cambiarle el nombre y que se llamase de Ceres, la diosa romana de la agricultura. Traigo otra vez a Répide para reproducir aquí su jocoso comentario sobre el ambiente que tenía esta calle en su época (comienzos del siglo XX): “hubiera sido más propio el de Venus, cuyo culto es tan frecuente en los sórdidos meretricios de esta calle”. Y aún sigue, con respecto al nombre “verdadero” de la vía: “Lo que se ignora es la razón que tuvo un Ayuntamiento gentílico para darle el nombre de Ceres… como no sea por el cerdoso sacrificio con que era costumbre honrar a la madre de Proserpina”. 

Poco tuvo, sin embargo, que padecer tal denominación nuestro admirado don Pedro. El 15 de diciembre de 1926, nuevo cambio, y la calle de Ceres pasó a ser la de Constantino Rodríguez, caballero del que he sido incapaz de encontrar reseña alguna salvo su presencia transitoria en la nomenclatura de esta vía. De todos modos, tampoco duró mucho, pues el 20 de febrero de 1948 y a propuesta de Pío Baroja, pasó a llamarse tal y como hoy la conocemos. Uno de los rombos del Ayuntamiento recuerda a Felipa Polo, “La Felipa”, que aquí tuvo su librería entre 1944 y 2000, después de haber trabajado con la mítica doña Pepita, la pionera de las libreras de esta calle.