13.11.06

Agustín de Betancourt (Calle de)

Agustín de Betancourt y Molina (1758-1824)

Entre la plaza de San Juan de la Cruz y la calle de Raimundo Fernández Villaverde. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Ríos Rosas.

Esta calle es el único resto que queda del antiguo paseo del Hipódro­mo, que rodeaba el recinto deportivo. Hasta la primera mitad del siglo XIX no se había introducido en Madrid el deporte y la diversión de las carreras de caballos. Un primitivo hipódromo que hubo en la Casa de Campo desapa­reció en 1846 para ser trasladado al paseo del Huevo (hoy calle de Alma­gro), y en 1878 se inauguró el hipódromo de la Castellana, según diseño de Francisco Boquerín. Desde entonces se convirtió en uno de los centros de la vida elegante de la Corte, y era todo un espectáculo el ver pasar Castella­na arriba y Castellana abajo los lujosos coches que llevaban a los aristócratas y bur­gueses a las carreras de caballos, mientras el pueblo subía a los Altos del Hipódromo, donde hoy está el Museo de Ciencias Naturales, para poder ver desde lejos las carreras y sus espectadores. Pero como muy bien pronos­tica­ba Répide, no tardaría en desaparecer, pues era un tapón que impedía el desarrollo del paseo de la Castellana. Sin embargo no dejó paso a una gran plaza elíptica, como él creía, sino a la mole escurialense de los Nuevos Ministerios. En 1932 fue clausurado.

El lateral oeste del antiguo hipódromo, o mejor dicho la calle que lo bordeaba por ese lado está hoy dedicada al ingeniero Agustín de Betancourt (o Bethencourt) y Molina, que nació en la localidad tinerfeña de Puerto de la Cruz en 1758. Sus primeros esfuerzos se dedicaron al estudio del hilado y teñido de la seda. Fue becado para estudiar en Francia e Inglaterra, donde se especializó en Física experimental y Metalurgia. Fundó y fue el primer director de la Es­cuela de Puertos y Caminos de Madrid. Antes de marchar a Rusia, en 1808, estableció un telégrafo óptico entre Madrid y Cádiz. Ya al servicio del zar Alejandro I, fue director de Puentes y Calzadas, creando la primera red de calzadas de aquel país. También se le deben la Feria de Nijni, el puente colgante sobre el Vístula en Varsovia y la iglesia de San Isaac de San Peters­burgo, además del establecimiento de la Escuela de Ciencias Exactas. Murió en San Petersburgo en 1824.

2 comentarios:

Cigarra dijo...

Si seré antigua, que aún recuerdo que mi madre se refería a los jardincillos del Museo de Ciencias como "los Altos del Hipódromo", cosa que yo nunca vi clara, porque para mi el Hipódromo estaba en la salida de la carretera de La Coruña. Me has quitado un gran peso de encima, tenía una explicación. Claro mi madre nació en el 1919, y conocería aquello. Además era de las tradicionales, que toda la vida llamó Paseo del Cisne a Eduardo Dato, Lista a Ortega y Gasset y Porlier a Diez Porlier, en la época en que se estuvo llamando Hermanos Miralles.
Desde luego, qué lío. Esto es como aprenderse dos ciudades distintas, con lo de andar cambiando nombres...

Paco López-Hernández dijo...

Mi abuela (llegó a Madrid en 1929) también era de las de Lista y Santa Engracia (cuando ésta se llamaba García Morato). Igualmente me desconcertaba...