6.11.20

Fernando el Santo (Calle de)

El palacete de Carlos María de Castro
(Foto CC BY-SA Luis García)

Entre la calle de Almagro y el paseo de la Castellana. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Almagro.

Aunque desde 1867 esta calle lleva el nombre por el que hoy es conocida, según Répide no fue siempre así. Antes su denominación fue calle de Ariel, por un frontón así llamado que estaba por estos andurriales y que también tenía por apelativo “frontón de la Castellana”. Poco antes del cambio de nombre levantó aquí su palacete Carlos María de Castro, el autor del Ensanche, que aún se puede ver en el número 16, con su fachada rojiza y dos bellos miradores. En nuestra calle encontramos, además, dos sedes diplomáticas: el consulado de Argentina, en el número 15, y la embajada de Finlandia, en el edificio que hace esquina con el paseo de la Castellana. 

Fernando III de Castilla
(Miniatura del Índice de los privilegios reales
catedral de Santiago de Compostela)

Fernando III de Castilla, canonizado en 1671 por el papa Clemente X, nació en Peleas de Arriba, en la actual provincia de Zamora, en 1199 o 1201. Unificó los reinos de Castilla y León, pues era hijo de Berenguela, reina de Castilla, y Alfonso IX de León. En 1217 su madre le cedió el trono de Castilla y subió al de León tras la muerte de su padre, en 1230. Todo esto tras una lucha encarnizada con los Lara, encabezados por Álvar Núñez de Lara, alférez mayor de Castilla, que quiso usurpar la corona. Répide cuenta una tradición relacionada con estas luchas, que sitúa a Fernando, niño, y a su madre en nuestra villa, en una casa de campo situada donde hoy están las Descalzas Reales. Se produjo allí un asalto de los partidarios de los Lara del que fueron protegidos por los monjes del cercano monasterio de San Martín. 

Fernando expandió sus reinos hacia el sur. Aprovechando la decadencia almohade conquistó Córdoba en 1236, Jaén en 1246 y Sevilla en 1248. Asimismo, convirtió en tributario al rey de Granada y planeó la conquista, con visos de Cruzada, del norte de África. Fernando III el Santo murió en Sevilla, ciudad donde había instalado su corte, el 30 de mayo de 1252. Su legado cultural es importante: mandó construir las catedrales de León, Burgos y Toledo y refundó la Universidad de Salamanca.

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