Entre las calles de Tomás Bretón y de Alicante. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio de las Delicias.
Un muy reciente hecho de armas de una dolorosa contienda es recordado, que no conmemorado, en esta calle. En agosto de 1937 las tropas de la República, mandadas por el general Pozas, iniciaron una ofensiva en Aragón cuyo objetivo era disminuir la presión del enemigo en el frente de Asturias. Las operaciones se centraron en el pueblo zaragozano de Belchite, que al final de la batalla quedó totalmente destruido. Sus ruinas se conservan aún hoy, como un monumento a la estupidez humana, una de cuyas manifestaciones más importantes es la guerra, sea del tipo que sea, pero aún más estúpida si es entre compatriotas.
(Actualización de 2018: desde el 29 de mayo de este año, la calle recuerda a la política madrileña Juana Doña [1918-2003])
18.1.10
Bastero (Calle del)
Entre las calles de Toledo y del Carnero. Distrito 1 (Centro). Barrio de los Embajadores.
Da nombre a esta calle el apodo que se dio a un hombre en virtud de su oficio. Se llamaba Jaime, tenía aquí su casa y su taller, y era bastero. Un bastero es alguien que se dedica a la fabricación de bastas, esto es, albardas de carga para las caballerías. Pero Capmany quiso rizar el rizo, y comentó con su habitual dosis de fantasía, que la real ocupación del tal Jaime era realmente el dibujo de bastos en la baraja de naipes. ¿Es que no dibujaba los otros tres palos?
El caso es que nuestro Jaime, amén de fabricar excelentes bastas para las caballerías, fue un individuo altruísta que ayudó al establecimiento del albergue de San Lorenzo, junto a la actual Puerta de Toledo, ya que cedió los terrenos en los que se asentó la piadosa obra.
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