Josefa de Óbidos: Niño Jesús peregrino
(Museo Nacional de Arte Antiguo, Lisboa)
Entre las calles del Pez y del Espíritu Santo. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Universidad.
El nombre de esta calle, que es de los ancestrales de la villa, se debe a una imagen del niño Jesús que hubo por estos pagos cuando aún eran las afueras. Por aquí se hallaba una finca que era propiedad de la familia Valle de la Cerda. En la época de los Reyes Católicos había otra finca vecina, cuyo dueño era cierto Juan López Lezárraga, servidor cercano de la reina Isabel. Parece ser que fue acusado por sus enemigos de tener raíces judías y la reina lo desposeyó de su cargo. Lezárraga pidió una prueba de limpieza de sangre de la que salió airoso y fue restituido. ¿Y qué tiene que ver esto con la imagen de Jesús? Pues que se la habían regalado a Lezárraga unas monjas del convento de Vidaurreta, en Oñate, que él mismo había fundado. Como pensó que la intercesión de este retrato del niño Jesús había sido fundamental en el éxito de su juicio (Répide nos cuenta que esto se debió a la prédica de una monja muy venerable, que le dijo que tal imagen lo sacaría de un trance muy doloroso), colocó la imagen en una pequeña capilla a la entrada de su casa. Como más adelante la imagen pasó a estar en la esquina con la calle del Pez, en la casa de los Valle, se empezó a conocer como “Jesús del Valle” y de ahí derivó la denominación de esta vía.
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