24.7.20

Feijoo (Calle de)

Benito Jerónimo Feijoo, por Palomino
(Grabado del siglo XVIII)

Entre las calles de Bravo Murillo y del General Álvarez de Castro. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Trafalgar. 

Desde el 6 de febrero de 1860 está dedicada esta vía al religioso ilustrado Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro. Nacido en Casdemiro, en Orense, el 8 de octubre de 1676, en el seno de una familia hidalga, fue muy pronto dedicado a la vida monástica, en la orden benedictina. Impartió clases en varias ciudades del noroeste de España hasta que en 1709 se convirtió en catedrático de Teología de la Universidad de Oviedo, ciudad donde pasó el resto de su vida y donde murió el 26 de septiembre de 1764. Gran erudito, introductor del género del ensayo en la literatura española, sus dos obras más importantes son el Teatro crítico universal (1727-39) y las Cartas eruditas y curiosas (1742-60). Sus obras disfrutaron de una difusión inusitada para la época y fueron traducidas a varios idiomas.

17.7.20

Fe (Calle de la)

(Foto: CC BY-SA Osiliab)

Entre la plaza de Lavapiés y la calle del Salitre. Distrito 1 (Centro). Barrio de los Embajadores. 

Se conoce hoy Lavapiés como el “barrio multicultural” de Madrid, donde, mejor o peor, conviven personas venidas de muchos sitios que tienen usos y costumbres de lo más variopinto. Sin embargo, no siempre fue así. Hay quien sostiene que Lavapiés fue la judería de Madrid; esta calle era uno de sus centros, como vía de acceso a la sinagoga, que estaba donde hoy se alza la iglesia de San Lorenzo. Expulsados los judíos por los Reyes Católicos, pasó la calle como reacción a denominarse como se llama hoy en día, muestra del ejercicio de tal virtud teologal por los monarcas. 

Lo anterior lo recogen cronistas como Peñasco-Cambronero y Répide y aquí se hace constar dada su autoridad; hoy en día hay quien cuestiona tal explicación, pues se hace notar que el barrio se formó tras la expulsión de 1492 (Mesonero Romanos, en su Antiguo Madrid, dice que a mediados del siglo XVI “ya existía numeroso caserío más allá de la cerca que […] corría desde la puerta de Antón Martín hasta la calle de Toledo”, pero no es más explícito en cuanto a las fechas), con lo cual difícil era que hubiese judíos (de no ser conversos) y judería por la zona. Cada cual que saque sus conclusiones.

10.7.20

Farmacia (Calle de la)

La Real Academia de Farmacia
(Foto CC BY-SA Luis García)

Entre las calles de Fuencarral y de Hortaleza. Distrito 1 (Centro). Barrio de la Justicia. 

Esta era la calle de San Juan o de San Juan Bautista hasta que allí se establecieron los estudios que hoy le dan nombre. Aunque farmacia y medicina no eran disciplinas independientes, ya en 1736 se creó un Real Colegio de Boticarios que concedía ciertas prebendas a los ejercientes de tal profesión. Cuando en 1799 Carlos IV abolió el Protomedicato establecido por los Reyes Católicos, los estudios de Farmacia lograron separarse de los de Medicina y, antes de recalar en esta calle, la primitiva facultad peregrinó por varios lugares de Madrid (las cercanías del Real Colegio de San Carlos, el convento del Carmen Descalzo en la calle de Alcalá, la calle del Barco…) Al final, entre los boticarios del reino se hizo una colecta que sirvió para comprar los terrenos de nuestra calle, en la que el arquitecto Pedro de Zengotita levantó el edificio de la nueva Facultad entre 1827 y 1830. Hoy en día es la sede de la Real Academia de Farmacia.

3.7.20

Factor (Calle del)

La catedral de la Almudena, desde la calle del Factor
(Foto CC BY-SA Luis García)

Entre las calles Mayor y de Noblejas. Distrito 1 (Centro). Barrio del Palacio. 

Varios nombres ha tenido esta vía; en el plano de Texeira se llama algo así como calle de las Pereas. Dado lo que ha cambiado el caserío por esta zona, hubo una porción algo más ancha, cerca de su final, que en su momento se conoció como plaza de Esquilache, pues por ahí andaba el palacio de los Borja, donde nació el poeta, militar y virrey del Perú Francisco de Borja y Aragón, príncipe de Esquilache. La denominación actual se debe a que aquí vivió Fernán López de Ocampo, que fue factor (esto es, recaudador de impuestos) de Felipe II. 

El final de nuestra calle se alza sobre un talud desde el que hay unas preciosas vistas sobre la catedral de la Almudena.