30.1.15

Casado del Alisal (Calle de)

Entre las calles de Juan de Mena y Alfonso XII. Distrito 3 (Retiro). Barrio de los Jerónimos.

Quiere la casualidad que esta apacible calle del señorial barrio de los Jerónimos, que nace a espaldas del Museo del Prado, esté precisamente dedicada a un pintor y no solo eso, sino que fue uno que trató habitualmente asuntos históricos en sus obras, entre ellos la leyenda del emplazamiento de Fernando IV a la que nos hemos referido en la calle anterior.

Nació José Casado del Alisal en la localidad palentina de Villada en 1830. Estudió en la capital de su provincia y luego en Madrid, donde tuvo a Madrazo como maestro. Estuvo becado en Roma y París y, como se acaba de indicar, se especializó en pintura histórica y también retratos; entre los que pintó están los de Isabel II, Espartero, Alfonso XII o Emilio Castelar. De las obras históricas cabe destacar la célebre Batalla de Bailén (1864), que se encuentra en el Prado, o La campana de Huesca (1880), que se halla en el ayuntamiento de esa ciudad. Murió en Madrid el 8 de octubre de 1886.

En el número 8 de esta calle se encuentra la delegación de la Xunta de Galicia en Madrid.


La rendición de Bailén


16.1.15

Carvajales (Calle de los)


José Casado del Alisal: Últimos momentos de Fernando IV el Emplazado (Palacio del Senado, Madrid)
Wikimedia Commons

Entre la calle de Ercilla y el paseo de la Esperanza. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio de la Chopera.

Nuestra calle, hecha de edificios modernos, recuerda a unos personajes a los que debe su apodo el rey Fernando IV el Emplazado, que ocupó el trono de Castilla entre 1295 y 1312. Los hermanos Carvajal a los que se recuerda, Pedro y Juan, fueron ejecutados por orden del rey, que les acusaba de haber asesinado en Palencia a un caballero llamado Juan Alonso de Benavides cuando salía de la casa en la que se hallaba hospedado el monarca. Los hermanos proclamaron su inocencia y emplazaron al rey a comparecer ante Dios para ser juzgado por el desafuero cometido a los treinta días de su ejecución, cosa que se cumplió y alimentó la leyenda, a la vez que hacía pasar a la historia al monarca con el mote ya citado.


2.1.15

Cartagena (Calle de)


Foto: Alejandra Diego Eguren
(Wikipedia)

Entre las calles de Francisco Silvela y del Príncipe de Vergara. Distritos 4 (Salamanca) y 5 (Chamartín). Barrios de la Guindalera, la Prosperidad y Ciudad Jardín.

Nuestra larga y sinuosa calle ya no está “formada de hotelitos”, como en tiempos de Répide, ni siquiera el que fue propiedad de José López Silva, autor del texto de La revoltosa, que se hallaba en la esquina con la calle de Luis Cabrera. Tampoco existe ya la iglesia del Pilar, un edificio de ladrillo que se construyó a finales del siglo XIX, cuando apenas empezaba a formarse la calle (Peñasco y Cambronero no la citan en su obra, que data de 1889) y que apenas sobrevivió medio siglo, ya que fue incendiada durante la guerra civil y quedó en un estado ruinoso del que no llegó a salir.

Durante muchos años terminó esta calle en la de López de Hoyos. No hace demasiado tiempo, se decidió que engullese la parte de la calle de Gómez Ortega que había al lado derecho de Príncipe de Vergara tras la prolongación de esta calle, en los años 60 del siglo XX, desde Francisco Silvela, donde concluía, hasta enlazar con la futura avenida de Pío XII, en las cercanías de la también futura estación de Chamartín. Con el tiempo, careció de sentido que dos fragmentos de calle que ya no parecían tener nada que ver siguiesen llamándose igual y así creció la calle de Cartagena.

Lleva la calle el nombre de una ciudad portuaria, la Cartago Nova romana, fundada como Qart Hadasht por el caudillo cartaginés Asdrúbal en el año 227 a. de C. Magnífico puerto natural, base naval de primer orden, con unas procesiones de Semana Santa que nada tienen que envidiar a las célebres de Sevilla, cuenta con 217.641 habitantes según el dato que da el INE para el 1 de enero de 2013. Quien esto escribe tiene importantes lazos familiares con esta ciudad por lo cual, a pesar de haberla visitado solo en una ocasión, siente mucho cariño por ella.