27.5.22

Gil Imón (Calle y Travesía de)


Va la calle de la ronda de Segovia al paseo Imperial. La travesía, de la ronda de Segovia a la calle de Gil Imón. Distrito 2 (Arganzuela). Barrio Imperial. 

Aunque la calle y la travesía llevan sus nombres de forma oficial desde hace bastante tiempo (1 de enero de 1863 y 1 de enero de 1880, respectivamente), se los deben a un desaparecido campillo que hubo por aquí. Peñasco y Cambronero indican que Texeira no le pone denominación en su plano; lo cierto es que ni siquiera aparece, sino que forma parte de lo que entonces era un extenso campo llamado La Vega. Andando el tiempo se debió de formar una explanada en el que sí que se conocía como portillo de Gil Imón, en los aledaños de la tapia con que Felipe IV rodeó la villa, la Cerca, no muy lejos del convento de San Francisco. Este paraje también se nombró, al parecer, como plaza de Armas

Pues bien, ¿quién es el tal Gil Imón, que, como propietario que fue de todos estos terrenos les prestó su apelativo? Don Baltasar Gil Imón de la Mota, nacido en Medina del Campo hacia 1545, fue fiscal del Consejo de Castilla en la época de Felipe III y también Contador Mayor de Cuentas y presidente del Consejo de Hacienda con Felipe IV. Además de este campillo, suyas eran las casas donde murió el tercer duque de Osuna tras haber sido preso en el cambio de reinado, a causa de las intrigas políticas y palaciegas que hubo por entonces. Don Gil, por el contrario, siempre fue tenido como un ministro de gran confianza. Murió en Madrid el 5 de septiembre de 1629. 

Répide cuenta una chusca historia, una de esas castizas tradiciones madrileñas, que no me resisto a recordar aquí, si bien muy resumida. El rey Felipe III había impuesto unas rígidas normas de recato en la vestimenta femenina, prohibiendo los famosos guardainfantes, los zapatos recargados y los escotes demasiado descubiertos. Pues nada menos que las tres hijas de don Gil tuvieron la humorada de ataviarse incumpliendo todos y cada uno de los preceptos reales e irse a pasear para que las viera el todo Madrid de la época. Sabiendo de quién eran hijas, la fuerza pública no osó amonestarlas, pero cuando llegaron a casa… El severo fiscal del Consejo las reprendió duramente y las obligó a vestir desde entonces como monjas. Las dos hijas mayores se libraron del castigo cuando se casaron, pero la menor… Profesó en un convento y no le quedó otra que utilizar el hábito monjil hasta el final de sus días. 

(Entre paréntesis añado que, al parecer, se conoció a las tres damas como las gilimonas y hay quien sugiere que de ahí viene cierta palabra malsonante muy utilizada –y que no creo que sea necesario citar– a la cual algunos quieren otorgar denominación de origen madrileña).

20.5.22

Gerona (Calle de)

Foto CC BY-SA Luis García (Zaqarbal)

Entre las plazas Mayor y de la Provincia. Distrito 1 (Centro). Barrio de Sol. 

Estamos en una de las salidas o, si se quiere, entradas a la plaza Mayor, una breve calle con soportales que en su día fueron sede del gremio de sederos, por lo cual uno de los nombres que llevó fue el de Portales de Sedas. En el marco de la gran reforma que en tiempos del marqués viudo de Pontejos se hizo del nomenclátor municipal, se le dio la denominación actual. Hasta el 11 de enero de 1835 se había conocido como calle de la Vidriería, otro apelativo de resonancias gremiales. 

Se conmemoró aquí a Gerona no por ser una de las capitales de provincia, sino por su heroica resistencia ante el invasor francés en la entonces reciente guerra de la independencia, y de la que ya se habló en el artículo referido a la calle dedicada a su defensor, el general Álvarez de Castro. Gerona, oficialmente Girona, es una de las cuatro capitales de provincia de Cataluña. De origen ibero, su fundación por Pompeyo como Gerunda data del siglo I a. de C. Según los datos de 2021, cuenta con casi 102 000 habitantes. 

Se da la circunstancia curiosa de que otras tres calles de lo que actualmente es el municipio de Madrid llevaron el nombre de la capital catalana, el cual fue cambiado al producirse las anexiones de los antiguos pueblos que rodeaban la capital. Son las actuales vías llamadas Pintora Ángeles Santos, en Entrevías (en realidad se llamó calle del Gerona), Garmur, en Pueblo Nuevo y de Santiago Massarnau, en Ventas-La Elipa.

13.5.22

Génova (Calle de)

(Foto CC BY-SA Triplecaña)

Entre las plazas de Alonso Martínez y de Colón. Distritos 1 (Centro) y 7 (Chamberí). Barrios de Justicia y Almagro. 

Último tramo de los llamados bulevares, ya desaparecidos, pero cuyo nombre ha perdurado. Calle relativamente reciente, pues antes del derribo de la cerca era primero un camino y luego un paseo arbolado sin nombre. Su primitiva denominación, desde el 29 de agosto de 1859, fue ronda de Recoletos, por dirigirse al lugar donde estuvo el convento de los Agustinos Recoletos y la puerta del mismo nombre. El 1 de octubre de 1886 el Ayuntamiento decidió dedicársela a la importante ciudad italiana al suponerse que allí nació Colón.

En el número 13 de esta calle, donde antaño hubo uno de los bellos palacetes que abundaron por la zona, está, de momento, la sede nacional del Partido Popular.

6.5.22

General Zabala (Calle del)

Juan de Zavala (o Zabala), retrato anónimo
(Museo Naval, Madrid)

Entre las calles de López de Hoyos y de Pechuán. Distrito 5 (Chamartín). Barrio de la Ciudad Jardín.

¿Zabala o Zavala? Oficialmente Zabala, aunque Répide nos da la versión con uve, como parece que se escribe en realidad el nombre del personaje al que está dedicada. Sea como fuere, el 1 de enero de 1887 rotuló el Ayuntamiento esta calle sencillamente como de Zabala. Muy poco después, el 2 de marzo de ese mismo año, añadió la graduación militar. 

Una calle que hasta los años sesenta del siglo pasado era mucho más larga; el tramo final de la calle de Emilio Campión, ya en El Viso, formaba parte de ella. No es difícil trazar una línea recta en un mapa y así comprobarlo. El motivo de este cercenamiento fue la prolongación de la calle del Príncipe de Vergara, cuyo tramo entre López de Hoyos y la plaza de Cataluña fue el último en terminarse. 

Juan de Zavala y de la Puente nació en Lima el 27 de diciembre de 1804, en el seno de una familia criolla leal a la corona española que, por tanto, se trasladó a la antigua metrópoli en 1825. Al estallar la primera guerra carlista era capitán de caballería y participó, por encargo de Espartero, en las negociaciones que pusieron fin a la contienda, que él acabó con el grado de mariscal de campo. También participó en la vida política, como tantos militares en su siglo; fue senador vitalicio, varias veces ministro y fue nombrado presidente del Consejo de Ministros el 26 de febrero de 1874; dejó el cargo para sustituir al fallecido general de la Concha, marqués del Duero, en el mando del ejército del norte y ya no volvió a la política activa. Murió en Madrid el 29 de diciembre de 1879.