Entre las calles de Vallehermoso y de Galileo. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Arapiles.
Desde el 6 de febrero de 1860 existe esta calle, que primero se denominó de Fernando el Católico. En 1880 el Ayuntamiento decidió que se llamase así su paralela, mucho más larga, y desde el 1 de enero de 1881 esta pasó a ser la calle Antigua de Fernando el Católico. De Antigua se convirtió en Interior el 1 de enero de 1916 y en Particular el 1 de enero de 1933. Por fin, el 24 de febrero de ese mismo año de 1933 se rotuló tal y como hoy la conocemos. No es de extrañar, pues, que ninguno de nuestros cronistas de cabecera hablen de ella ni que no aparezca en los mapas antiguos que solemos consultar.
Pero no quedó ahí la cosa. En seguida sabremos quién era el personaje cuyo nombre lleva actualmente y no nos extrañará que el 26 de abril de 1940 volviera a ser la calle Particular de Fernando el Católico. En 1944 fue dedicada al doctor José María Albiñana, personaje de la cuerda del régimen franquista que murió en los asesinatos de la cárcel Modelo en agosto de 1936. Por fin, el 25 de enero de 1980 volvió a llamarse como hoy indican sus rótulos.
Fernando Garrido Tortosa fue un político y periodista nacido en Cartagena el 6 de enero de 1821. Estuvo en las filas de los primitivos socialistas y desde su traslado a Madrid, en 1845, fundó varios periódicos en los que difundió las teorías de Saint-Simon, Louis Blanc o Fourier. Esto le costó continuos juicios, encarcelamientos y exilios, tanto durante el reinado de Isabel II como tras el triunfo de la Revolución Gloriosa. En 1869 volvió de un nuevo destierro para ser diputado e intendente general de Filipinas, pero tras la caída de la República de nuevo se exilió en Portugal y luego en Francia. Vuelto a España definitivamente en 1879 no dejó de publicar folletos, libros y artículos para difundir sus ideas socialistas hasta su muerte, acaecida en Córdoba el 31 de mayo de 1883.
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