Retrato de don Juan de Austria, por Sánchez Coello (1567)
Monasterio de las Descalzas Reales, Madrid.
Entre las calles de Luchana y de Eloy Gonzalo. Distrito 7 (Chamberí). Barrio de Trafalgar.
En la actualidad no podríamos decir de esta calle lo que afirma Répide, que aún podía ver a su entrada “alguna construcción del primitivo Chamberí”, aunque sí que se puede mencionar la casa que hace esquina con la calle de Santa Feliciana, que es obra de Repullés y Vargas y data de 1880, pero como su entrada está por la otra calle allí se hablará algo más de ella.
Y Répide menciona el “antiguo Chamberí” porque esta vía existe oficialmente desde el 1 de enero de 1863, es decir, antes del derribo de la cerca de Felipe IV, si bien en principio de llamó de Don Juan de Austria. El 6 de febrero de 1880 le retiró el tratamiento el Concejo al personaje que recuerda y desde entonces se llama como hoy la conocemos.
Y este personaje es uno de los importantes de la historia de España, si bien su origen es dudoso. No solo porque fuese hijo ilegítimo de Carlos I, sino porque no se sabe con certeza la fecha de su nacimiento, acaecido en Ratisbona en 1545 o 1547. Fue su madre Barbara Blomberg, hija de unos burgueses de aquella ciudad, de quien se prendó el emperador tanto como para hacerla su amante.
Conocido primero como Jerónimo (el nombre del marido de Barbara, que se casó con ellas a sabiendas de lo que pasaba y logró gracias a ello ciertas prebendas), el niño fue educado en España. Reconocido en 1554 por Felipe II su parentesco con Carlos I, fue entonces cuando adoptó el nombre por el que es universalmente conocido. Estudió en la Universidad de Alcalá y aunque fue destinado en principio a seguir la carrera eclesiástica prefirió seguir la de las armas. Sirviendo a su hermanastro, encabezó sus tropas en la rebelión de las Alpujarras y, por lo que es más conocido, en la batalla de Lepanto, “la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros”, en palabras de otro célebre participante en ella, Miguel de Cervantes.
Después de esta hazaña, que lo hizo célebre en toda Europa, participó en otras acciones militares en el norte de África, en Italia y en Flandes, territorio del que fue gobernador. Allí murió, de fiebres tifoideas, durante el sitio de Namur, el 1 de octubre de 1578.
No hay comentarios:
Publicar un comentario